En los últimos 25 años, EE.UU. ha justificado su intervención en otros países con el pretexto de la "ayuda humanitaria", solo para favorecer sus intereses a costa de países que viven sumergidos en conflictos.
Diversos medios y fuentes internacionales han querido destacar la importancia de la supuesta "ayuda humanitaria" que envía EE.UU. a Venezuela, sin mencionar el fuerte bloqueo económico y comercial que aplica la nación norteamericana al pueblo venezolano y que perjudica la calidad de vida de los ciudadanos.
Recientemente, el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, advirtió que la ayuda humanitaria estadounidense es un show para ocultar sus intenciones de dominación y de apropiarse de las riquezas de la nación suramericana.
En los últimos 25 años, EE.UU. ha ejercido esta práctica con intenciones de favorecer sus intereses, utilizando como pretexto supuestas violaciones de derechos humanos que luego no han podido ser comprobadas.
Somalia (1993)
A través del lema “Restaurar la esperanza”, más de 30.000 marines estadounidenses entraron al país africano con el supuesto propósito de brindar alimento a la población, en medio de un tenso clima de corrupción y guerra civil.
Tras largos años de divisiones políticas, agravamiento de crisis humanitarias y violaciones de los derechos civiles, para 2006 más de tres millones de somalíes habían emigrado y el hambre y la crisis sanitaria era diez veces peor que al principio de la guerra.
Yugoslavia (1999)
El 24 de marzo de 1999, EE.UU. y la mayoría de los países de la OTAN iniciaron la Operación Fuerza Aliada, concebida como una serie de bombardeos sobre Yugoslavia en el marco de la Guerra de Kosovo.
Según un reporte de la televisora Rusia Today (RT), durante los 78 días de campaña se lanzaron más de 2.300 misiles y 14.000 bombas, por las que 300 escuelas y 20 hospitales terminaron en ruinas y 40.000 familias perdieron sus viviendas.
Al momento de finalizar el conflicto bélico, 6.000 personas habían quedado heridas y murieron otras 2.000. El daño económico se estimó entre 30.000 y 100.000 millones de dólares.
Irak (2003)
En su intento por localizar supuestas "armas de destrucción masiva", EE.UU. invadió Irak a través de ataques con misiles, que dejarían destrucción a su paso. Luego de los primeros meses de destrucción, llegaría la “ayuda humanitaria” prometida.
Sin embargo, en los últimos 15 años existen más de cinco millones de personas desplazadas en el país, al tiempo que fallecieron cerca de medio millón de iraquíes y 4.000 soldados estadounidenses. Mientras, un informe del Comité Internacional de la Cruz Roja habló sobre los serios problemas de acceso al agua potable para un gran porcentaje de la población.
Haití (2010)
Ante el intenso terremoto ocurrido en enero de 2010 Haití, que propició la muerte de más de 222.000 haitianos, desde EE.UU. llegó también la "ayuda humanitaria" y varios miles de soldados para “controlar las operaciones de distribución”.
Los informes de ciudadanos haitianos revelaron que les enviaban "comida intoxicada, que además le dieron al pueblo como a animales".
De acuerdo con un artículo publicado por Equal Times, de los miles de millones de dólares destinados por Washington para la reconstrucción, “solo el 0,9 por ciento ha ido a parar directamente a organizaciones haitianas, mientras que el 56,6 por ciento ha acabado en los bolsillos de empresas ubicadas en el cinturón industrial entre Washington D.C., Virginia y Maryland”.
Libia (2011)
La supuesta violación de derechos humanos y la "crisis humanitaria" fue la justificación más extendida para que tropas de la OTAN entraran en Libia en marzo de 2011, arrasando con las principales ciudades del país y destruyendo la base económica de la nación.
En 2018, la ONU reconoció que a inicios del siglo Libia se encontraba entre los países con el índice de Desarrollo Humano más alto en el continente africano. Ocho años después de la intervención humanitaria la nación solo conoce el caos.
Junto a un reconocido tráfico de esclavos y redes de explotación sexual, se suman una explosión de migrantes que pretenden llegar a Europa y la destrucción de millares de viviendas por los bombardeos. Según un informe del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), al menos unos 200.000 habitantes han sido desplazados producto de la intervención y posterior guerra civil.
Siria (2014)
EE.UU. intervino en Siria en 2014 bajo el pretexto de apoyar a los grupos rebeldes contra el presidente Bashar Al Asad y para impulsar la ofensiva contra el autodenominado Estado Islámico (Daesh en árabe).
Pese a que en 2018 las tropas estadounidenses iniciaron su retirada del país, dejó un amplio sistema creado para mantener una “ayuda humanitaria” a la sociedad civil. Sin embargo, en más de una ocasión tanto las fuerzas leales a Al Asad como el alto mando ruso han acusado a los estadounidenses de causar una catástrofe en varias regiones del país e impedir la distribución de la ayuda.
La guerra en Siria ha dejado más de medio millón de muertos. Según la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), más de 11 millones de sirios fueron desplazados, entre ellos seis millones internamente y cinco millones en otros países.
Diversos medios y fuentes internacionales han querido destacar la importancia de la supuesta "ayuda humanitaria" que envía EE.UU. a Venezuela, sin mencionar el fuerte bloqueo económico y comercial que aplica la nación norteamericana al pueblo venezolano y que perjudica la calidad de vida de los ciudadanos.
Recientemente, el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, advirtió que la ayuda humanitaria estadounidense es un show para ocultar sus intenciones de dominación y de apropiarse de las riquezas de la nación suramericana.
En los últimos 25 años, EE.UU. ha ejercido esta práctica con intenciones de favorecer sus intereses, utilizando como pretexto supuestas violaciones de derechos humanos que luego no han podido ser comprobadas.
A través del lema “Restaurar la esperanza”, más de 30.000 marines estadounidenses entraron al país africano con el supuesto propósito de brindar alimento a la población, en medio de un tenso clima de corrupción y guerra civil.
Tras largos años de divisiones políticas, agravamiento de crisis humanitarias y violaciones de los derechos civiles, para 2006 más de tres millones de somalíes habían emigrado y el hambre y la crisis sanitaria era diez veces peor que al principio de la guerra.
Yugoslavia (1999)
El 24 de marzo de 1999, EE.UU. y la mayoría de los países de la OTAN iniciaron la Operación Fuerza Aliada, concebida como una serie de bombardeos sobre Yugoslavia en el marco de la Guerra de Kosovo.
Según un reporte de la televisora Rusia Today (RT), durante los 78 días de campaña se lanzaron más de 2.300 misiles y 14.000 bombas, por las que 300 escuelas y 20 hospitales terminaron en ruinas y 40.000 familias perdieron sus viviendas.
Al momento de finalizar el conflicto bélico, 6.000 personas habían quedado heridas y murieron otras 2.000. El daño económico se estimó entre 30.000 y 100.000 millones de dólares.
Irak (2003)
En su intento por localizar supuestas "armas de destrucción masiva", EE.UU. invadió Irak a través de ataques con misiles, que dejarían destrucción a su paso. Luego de los primeros meses de destrucción, llegaría la “ayuda humanitaria” prometida.
Sin embargo, en los últimos 15 años existen más de cinco millones de personas desplazadas en el país, al tiempo que fallecieron cerca de medio millón de iraquíes y 4.000 soldados estadounidenses. Mientras, un informe del Comité Internacional de la Cruz Roja habló sobre los serios problemas de acceso al agua potable para un gran porcentaje de la población.
Haití (2010)
Ante el intenso terremoto ocurrido en enero de 2010 Haití, que propició la muerte de más de 222.000 haitianos, desde EE.UU. llegó también la "ayuda humanitaria" y varios miles de soldados para “controlar las operaciones de distribución”.
Los informes de ciudadanos haitianos revelaron que les enviaban "comida intoxicada, que además le dieron al pueblo como a animales".
De acuerdo con un artículo publicado por Equal Times, de los miles de millones de dólares destinados por Washington para la reconstrucción, “solo el 0,9 por ciento ha ido a parar directamente a organizaciones haitianas, mientras que el 56,6 por ciento ha acabado en los bolsillos de empresas ubicadas en el cinturón industrial entre Washington D.C., Virginia y Maryland”.
Libia (2011)
La supuesta violación de derechos humanos y la "crisis humanitaria" fue la justificación más extendida para que tropas de la OTAN entraran en Libia en marzo de 2011, arrasando con las principales ciudades del país y destruyendo la base económica de la nación.
En 2018, la ONU reconoció que a inicios del siglo Libia se encontraba entre los países con el índice de Desarrollo Humano más alto en el continente africano. Ocho años después de la intervención humanitaria la nación solo conoce el caos.
Junto a un reconocido tráfico de esclavos y redes de explotación sexual, se suman una explosión de migrantes que pretenden llegar a Europa y la destrucción de millares de viviendas por los bombardeos. Según un informe del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), al menos unos 200.000 habitantes han sido desplazados producto de la intervención y posterior guerra civil.
Siria (2014)
EE.UU. intervino en Siria en 2014 bajo el pretexto de apoyar a los grupos rebeldes contra el presidente Bashar Al Asad y para impulsar la ofensiva contra el autodenominado Estado Islámico (Daesh en árabe).
Pese a que en 2018 las tropas estadounidenses iniciaron su retirada del país, dejó un amplio sistema creado para mantener una “ayuda humanitaria” a la sociedad civil. Sin embargo, en más de una ocasión tanto las fuerzas leales a Al Asad como el alto mando ruso han acusado a los estadounidenses de causar una catástrofe en varias regiones del país e impedir la distribución de la ayuda.
La guerra en Siria ha dejado más de medio millón de muertos. Según la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), más de 11 millones de sirios fueron desplazados, entre ellos seis millones internamente y cinco millones en otros países.
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