El Chávez que vendrá
Por: Antonio Aponte
Patria Grande
En cualquier momento regresa Chávez a Venezuela, es oportuno reflexionar su retorno.
El difícil trance que vivió con la enfermedad lo obligó a ir de nuevo a la soledad del desierto que ya conocía, ha tenido la oportunidad magnífica de la reflexión. Es allí, en el frío de lo yermo, donde el hombre, tal como Cristo, se encuentra con sus demonios, pero también con su Dios. De esos episodios de vivencia íntima se sale fortalecido.
Los límites de la vida hacen filósofos a los hombres, Chávez fue filósofo, fue niño y padre, se entendió conductor de pueblos, que es más que Comandante y Presidente. Se supo humano y se conoció ungido por la historia. La enfermedad es una desgracia, pero la almohada del enfermo es Universidad de vida.
Desde su lecho ha conocido más a su país, medita y se piensa a si mismo, a su entorno, y también a la oposición hipócrita y cruel que aprovecha su enfermedad como una mercancía electoral, y saca las cuentas infames de la contabilidad de la muerte. Siente el amor del humilde que ama sin medida y sin cálculo.
Palpa la fuerza de su Partido y también la debilidad de los dialogantes pusilánimes, de los precipitados que tiran puentes a lo más nefasto de la oposición. Desde allí, convaleciente, pudo medir la crueldad de los renegados que muestran más odio y menos mesura que los enemigos de siempre.
Chávez, nuestro Chávez, pudo filosofar, ver desde su reposo la imagen del todo, lo general. La estrategia ocupó el lugar de la febril actividad de lo cotidiano, se reforzó su visión de estadista. De la difícil batalla sacó fortaleza para crecer, entendernos y entenderse mejor.
Es así, el Chávez que vendrá será, necesariamente, mejor, pasó por una enseñanza que lo consagra.
La oposición, siguiendo instrucciones de los gringos, quiere mostrarlo débil porque le temen, ahora más que nunca, a la fuerza del Chávez fortalecido en el desierto, probado en las dificultades, más conocedor de la vida porque vencer una enfermedad ilumina, lesiona el cuerpo pero eleva el alma de los grandes.
El pueblo humilde debe prepararse para la extraordinaria etapa que viene, Chávez regresa para avanzar, a cambiar lo que tenga que ser cambiado, para profundizar, a fortalecer sus puntos probados en la dificultad.
La idea de los Comités de Resteaos con Chávez debe ser apoyada. Estamos optimistas. A la lamentable enfermedad, Chávez consiguió convertirla en fortaleza.
La unión con Cuba demostró que es más que la firma de un convenio, o acuerdos comerciales y protocolares, evidenció que estamos unidos con el alma. Podemos decir, parafraseando a Martí, que “Patria es Revolución”. Somos una sola Patria.
Es así, la unión Cuba-Venezuela, la solidaridad entre los dos países tiene como sustento a la Revolución Socialista común, que es continuidad de la obra de Bolívar y Martí. Cuba y Venezuela, están unidas por el sentimiento socialista.
¡Oligarcas temblad, Chávez regresa y viene duro!
¡Con Chávez más resteaos que nunca!
Por: Antonio Aponte
Patria Grande
En cualquier momento regresa Chávez a Venezuela, es oportuno reflexionar su retorno.
El difícil trance que vivió con la enfermedad lo obligó a ir de nuevo a la soledad del desierto que ya conocía, ha tenido la oportunidad magnífica de la reflexión. Es allí, en el frío de lo yermo, donde el hombre, tal como Cristo, se encuentra con sus demonios, pero también con su Dios. De esos episodios de vivencia íntima se sale fortalecido.
Los límites de la vida hacen filósofos a los hombres, Chávez fue filósofo, fue niño y padre, se entendió conductor de pueblos, que es más que Comandante y Presidente. Se supo humano y se conoció ungido por la historia. La enfermedad es una desgracia, pero la almohada del enfermo es Universidad de vida.
Desde su lecho ha conocido más a su país, medita y se piensa a si mismo, a su entorno, y también a la oposición hipócrita y cruel que aprovecha su enfermedad como una mercancía electoral, y saca las cuentas infames de la contabilidad de la muerte. Siente el amor del humilde que ama sin medida y sin cálculo.
Palpa la fuerza de su Partido y también la debilidad de los dialogantes pusilánimes, de los precipitados que tiran puentes a lo más nefasto de la oposición. Desde allí, convaleciente, pudo medir la crueldad de los renegados que muestran más odio y menos mesura que los enemigos de siempre.
Chávez, nuestro Chávez, pudo filosofar, ver desde su reposo la imagen del todo, lo general. La estrategia ocupó el lugar de la febril actividad de lo cotidiano, se reforzó su visión de estadista. De la difícil batalla sacó fortaleza para crecer, entendernos y entenderse mejor.
Es así, el Chávez que vendrá será, necesariamente, mejor, pasó por una enseñanza que lo consagra.
La oposición, siguiendo instrucciones de los gringos, quiere mostrarlo débil porque le temen, ahora más que nunca, a la fuerza del Chávez fortalecido en el desierto, probado en las dificultades, más conocedor de la vida porque vencer una enfermedad ilumina, lesiona el cuerpo pero eleva el alma de los grandes.
El pueblo humilde debe prepararse para la extraordinaria etapa que viene, Chávez regresa para avanzar, a cambiar lo que tenga que ser cambiado, para profundizar, a fortalecer sus puntos probados en la dificultad.
La idea de los Comités de Resteaos con Chávez debe ser apoyada. Estamos optimistas. A la lamentable enfermedad, Chávez consiguió convertirla en fortaleza.
La unión con Cuba demostró que es más que la firma de un convenio, o acuerdos comerciales y protocolares, evidenció que estamos unidos con el alma. Podemos decir, parafraseando a Martí, que “Patria es Revolución”. Somos una sola Patria.
Es así, la unión Cuba-Venezuela, la solidaridad entre los dos países tiene como sustento a la Revolución Socialista común, que es continuidad de la obra de Bolívar y Martí. Cuba y Venezuela, están unidas por el sentimiento socialista.
¡Oligarcas temblad, Chávez regresa y viene duro!
¡Con Chávez más resteaos que nunca!
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