Por tercera vez desde el comienzo del paro contra la reforma de la jubilación, el 5 de diciembre, los franceses están convocados hoy a marchar en el país para rechazar esa iniciativa gubernamental.
Las multitudinarias movilizaciones del 5 y el 10 de diciembre, en las cuales participaron cientos de miles de personas, pudieran resultar pequeñas para las de este martes, considerando que por primera vez la totalidad de los sindicatos importantes llamaron a sus miembros a salir a las calles.
Organizaciones como la influyente Confederación General del Trabajo (CGT) y Fuerza Obrera (FO) han exigido desde el principio la anulación del plan del gobierno de crear un sistema universal por puntos y una edad de referencia de 64 años, a la que habría que llegar para obtener todos los beneficios del retiro, aunque sin cambiar la edad oficial de jubilación, 62.
Por su parte, la también poderosa Confederación Francesa Democrática del Trabajo (CFDT), de corte reformista y cercana al oficialismo, debuta en las protestas contra la reforma, pero su reclamo es la cancelación de la edad de referencia, ya que es la única partidaria del sistema por puntos.
Analistas califican de crucial la jornada de hoy para apreciar la correlación de fuerzas, porque hasta ahora ni el ejecutivo ni los grandes detractores del proyecto de pensiones detallado el 11 de diciembre por el primer ministro, Edouard Philippe, han cedido en sus posiciones.
La víspera, Philippe invitó a los sindicatos y los empleadores a dialogar nuevamente, los encuentros previos no han aportado mucho a la solución, y su postura dependerá en buena medida de lo que ocurra en las calles de esta capital, Marsella, Lyon, Toulouse, Niza, Nantes, Estrasburgo, Montpellier, Burdeos, Lila y otras ciudades.
El paro cumple hoy su decimotercer día, con un severo impacto en el transporte público, el cual se pronostica aún más fuerte, con escasos trenes internacionales, regionales y entre ciudades, mientras en París apenas circularán sin problemas dos de las 16 líneas del metro, ambas automatizadas, con ocho cerradas y afectaciones en el servicio de buses y tranvías.
También en la educación se adelantaron limitaciones, a partir de la participación en la huelga de una cifra importante de maestros, sobre todo de la enseñanza primaria.
tgj/wmr
Las multitudinarias movilizaciones del 5 y el 10 de diciembre, en las cuales participaron cientos de miles de personas, pudieran resultar pequeñas para las de este martes, considerando que por primera vez la totalidad de los sindicatos importantes llamaron a sus miembros a salir a las calles.
Organizaciones como la influyente Confederación General del Trabajo (CGT) y Fuerza Obrera (FO) han exigido desde el principio la anulación del plan del gobierno de crear un sistema universal por puntos y una edad de referencia de 64 años, a la que habría que llegar para obtener todos los beneficios del retiro, aunque sin cambiar la edad oficial de jubilación, 62.
Por su parte, la también poderosa Confederación Francesa Democrática del Trabajo (CFDT), de corte reformista y cercana al oficialismo, debuta en las protestas contra la reforma, pero su reclamo es la cancelación de la edad de referencia, ya que es la única partidaria del sistema por puntos.
Analistas califican de crucial la jornada de hoy para apreciar la correlación de fuerzas, porque hasta ahora ni el ejecutivo ni los grandes detractores del proyecto de pensiones detallado el 11 de diciembre por el primer ministro, Edouard Philippe, han cedido en sus posiciones.
La víspera, Philippe invitó a los sindicatos y los empleadores a dialogar nuevamente, los encuentros previos no han aportado mucho a la solución, y su postura dependerá en buena medida de lo que ocurra en las calles de esta capital, Marsella, Lyon, Toulouse, Niza, Nantes, Estrasburgo, Montpellier, Burdeos, Lila y otras ciudades.
El paro cumple hoy su decimotercer día, con un severo impacto en el transporte público, el cual se pronostica aún más fuerte, con escasos trenes internacionales, regionales y entre ciudades, mientras en París apenas circularán sin problemas dos de las 16 líneas del metro, ambas automatizadas, con ocho cerradas y afectaciones en el servicio de buses y tranvías.
También en la educación se adelantaron limitaciones, a partir de la participación en la huelga de una cifra importante de maestros, sobre todo de la enseñanza primaria.
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