En su gran sabiduría, nuestros fundadores elaboraron una Constitución basada en un sistema de separación de poderes: tres ramas iguales que actúan como controles entre sí, escribió la líder demócrata en una carta dirigida al mandatario republicano.
Para garantizar ese equilibrio de poderes, la Constitución exige que el presidente, cada cierto tiempo, dé al Congreso información del Estado de la Unión, añadió la legisladora por California en la misiva.
En un espíritu de respeto a nuestra Constitución, lo invito a pronunciar su discurso ante una sesión conjunta del Congreso el martes 4 de febrero de 2020, en la Cámara de Representantes, añadió.
La invitación al jefe de la Casa Blanca a pronunciar la alocución anual ocurre solo dos días después de que la Cámara Baja, controlada por la fuerza azul, acusó formalmente a Trump de los cargos de abuso de poder y obstrucción del Congreso, lo cual conlleva la celebración de un juicio político en busca de su destitución.
El mandatario debe ser juzgado en el Senado, donde es casi seguro que será absuelto por la mayoría republicana de ese órgano legislativo, pero el Congreso comienza hoy un receso de fin de año sin que se haya alcanzado un acuerdo acerca de la fecha o las reglas que se seguirán en ese proceso.
Además, Pelosi todavía no ha enviado las imputaciones contra el presidente a la Cámara Alta, al manifestar que los demócratas quieren conocer los parámetros a seguir en ese órgano, entre ellos, si se convocarán testigos o no, antes de dar ese paso y de nombrar a los legisladores que se desempeñarán como fiscales.
Por eso, no está claro si en el momento en que Trump realice su discurso ante las cámaras del Congreso ya habrá concluido el juicio o si se estará desarrollando en ese momento.
Asimismo, si acepta la invitación a intervenir ese día, la comparecencia del gobernante republicano ocurrirá un día después de los caucus de Iowa, donde comienza el proceso electoral primario de cara a los comicios presidenciales de noviembre de 2020, en los cuales buscará la reelección.
El último discurso de Trump del Estado de la Unión se retrasó en medio de un cierre parcial del gobierno iniciado a finales de 2018 y que se prolongó por 35 días, el más largo en la historia del país, el cual se debió a un estancamiento entre el Congreso y la Casa Blanca sobre los fondos demandados por el mandatario para construir un muro fronterizo.
La intervención finalmente tuvo lugar el 5 de febrero, cuando abordó asuntos domésticos y de política exterior como la economía y el comercio, su controvertida postura sobre inmigración, la edificación de la pared fronteriza, y la guerra en Afganistán.
jcm/mar
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