El Gobierno de Venezuela decidió intervenir la empresa estatal Corporación Eléctrica Nacional (Corpoelec) para reformarla y modernizarla, anunció la vicepresidenta Delcy Rodríguez, quien encabeza el Estado Mayor Eléctrico.
"Se ha decidido la intervención, reestructuración y modernización de la empresa Corpoelec, una reestructuración que debe ir de la mano de los trabajadores", dijo Rodríguez en una rueda de prensa transmitida desde el estado Bolívar (sur) por el canal estatal Venezolana de Televisión.
Rodríguez se encuentra en Bolívar desde mediados del mes de marzo; allí está ubicada la Central Hidroeléctrica Simón Bolívar en el embalse del Guri, que produce casi el 80% de la electricidad del país.
Esta central fue objeto de varios ataques, tres de ellos cibernéticos y de pulso electromagnético y otros dos físicos, según el Gobierno.
Rodríguez destacó la necesidad de instalar seis mesas de trabajo en las que se analizará cómo blindar el sistema operativo de la compañía de cualquier ataque físico o informático.
Además, subrayó el papel de los empleados de Corpoelec, que se mantuvieron trabajando durante muchas horas para recuperar el servicio durante los apagones.
El 7 de marzo se registró el primer apagón nacional, el presidente Nicolás Maduro dijo que fue producto de un ataque informático y de pulso electromagnético perpetrado desde Estados Unidos.
El segundo apagón general el 25 de marzo se produjo en medio de un servicio eléctrico ya inestable, y las autoridades culparon a un ataque con armas de fuego de largo alcance al área de distribución de energía, que habría provocado un incendio.
Hasta el momento, las autoridades no han ofrecido un balance sobre las pérdidas económicas de la crisis eléctrica.
El pasado 15 de marzo, el Gobierno anunció la creación de un Comando para la Defensa de los servicios básicos para "proporcionar seguridad, operatividad y mantenimiento" a todas las instalaciones eléctricas esenciales.
En 2013, el Gobierno había decretado emergencia eléctrica y militarización ante la sequía que afectó las instalaciones del embalse Guri.
"Vamos a militarizar, es la palabra, todas estas instalaciones eléctricas que, además, ahora pasan a ser zonas de seguridad para allí resguardar y evitar cualquier tipo de acción de sabotaje", indicó el canciller venezolano Jorge Arreaza, en una comparecencia de prensa.
No obstante, el Gobierno sostiene que los ataques eléctricos persisten.
"Se ha decidido la intervención, reestructuración y modernización de la empresa Corpoelec, una reestructuración que debe ir de la mano de los trabajadores", dijo Rodríguez en una rueda de prensa transmitida desde el estado Bolívar (sur) por el canal estatal Venezolana de Televisión.
Rodríguez se encuentra en Bolívar desde mediados del mes de marzo; allí está ubicada la Central Hidroeléctrica Simón Bolívar en el embalse del Guri, que produce casi el 80% de la electricidad del país.
Esta central fue objeto de varios ataques, tres de ellos cibernéticos y de pulso electromagnético y otros dos físicos, según el Gobierno.
Rodríguez destacó la necesidad de instalar seis mesas de trabajo en las que se analizará cómo blindar el sistema operativo de la compañía de cualquier ataque físico o informático.
Además, subrayó el papel de los empleados de Corpoelec, que se mantuvieron trabajando durante muchas horas para recuperar el servicio durante los apagones.
El 7 de marzo se registró el primer apagón nacional, el presidente Nicolás Maduro dijo que fue producto de un ataque informático y de pulso electromagnético perpetrado desde Estados Unidos.
El segundo apagón general el 25 de marzo se produjo en medio de un servicio eléctrico ya inestable, y las autoridades culparon a un ataque con armas de fuego de largo alcance al área de distribución de energía, que habría provocado un incendio.
Hasta el momento, las autoridades no han ofrecido un balance sobre las pérdidas económicas de la crisis eléctrica.
El pasado 15 de marzo, el Gobierno anunció la creación de un Comando para la Defensa de los servicios básicos para "proporcionar seguridad, operatividad y mantenimiento" a todas las instalaciones eléctricas esenciales.
En 2013, el Gobierno había decretado emergencia eléctrica y militarización ante la sequía que afectó las instalaciones del embalse Guri.
"Vamos a militarizar, es la palabra, todas estas instalaciones eléctricas que, además, ahora pasan a ser zonas de seguridad para allí resguardar y evitar cualquier tipo de acción de sabotaje", indicó el canciller venezolano Jorge Arreaza, en una comparecencia de prensa.
No obstante, el Gobierno sostiene que los ataques eléctricos persisten.
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