Esta decisión responde a la insistencia por parte de Ankara de adquirir los sistemas de defensa aérea rusos S-400 y algunas fuentes afirman que podría tratarse de un paso preliminar antes de excluir por completo al país euroasiático del proyecto.
¿Un socio prescindible?
Turquía fabrica aproximadamente 800 componentes para los cazas F-35, algunos de los cuales se producen exclusivamente en este país. Surge así la pregunta: ¿es posible para EEUU excluir a Turquía del proyecto?
Según explicó a Sputnik Dmitri Drozdenko, vicedirector de la revista Arsenal Otechestva —Arsenal de la Patria—, Turquía es un contratista de segundo nivel en la cadena de fabricación de Lockheed Martin, de manera que, teóricamente, EEUU sí puede prescindir de ellos.
"Eso les costará caro: no serán ni millones, ni decenas de millones, ni incluso cientos de millones de dólares lo que tendrán que gastarse. Pero sí que pueden hacerlo", dijo.
Aún está por verse que los propios cazas F-35 vayan a ser entregados a Ankara. Es algo que dependerá de las acciones que emprenderá el país otomano, señala el experto.
En caso de que al final no puedan adquirir los cazas estadounidenses de quinta generación, Rusia tendría una ventaja, puesto que Turquía podría interesarse por algunos de los aviones rusos de nueva generación.
¿Qué tiene Rusia para ofrecer a Turquía?
En realidad cualquier caza de fabricación rusa sería una opción atractiva porque los F-35 estadounidenses están muy sobrevalorados y no son "una panacea voladora que pueda vencer a todos", indicó Drozdenko.
"No veo nada especial en el F-35 y creo que, en un combate real, donde las condiciones son algo diferentes, un Su-35S no tendría problemas para abatirlo tanto a una distancia larga como corta", concluyó.
También destacó que la supermaniobrabilidad de los cazas rusos es una cualidad muy subestimada y que un combate real no tardaría en poner los puntos sobre las íes.
El revestimiento del F-35 es muy delicado y al cabo de unos pocos días de conflicto quedará dañado, lo cual aumentará su visibilidad para los radares.
Según Drozdenko, esta es probablemente una de las razones de la existencia del llamado modo 'bestia' del F-35, donde todo su armamento está colgado de los pilones bajo de las alas, opacando por completo su furtividad.
"Se convierte en un avión normal y frente a los cazas de cuarta generación empieza a perder en todos los aspectos: maniobrabilidad, velocidad, alcance, armamento"
"Una guerra de verdad se diferencia mucho de los conflictos locales, como la operación militar en Siria, y aún más de los ejercicios", destacó.
Además, Drozdenko recordó que se llevaron a cabo muchos combates de entrenamiento, tanto contra los F-22 como los F-35, y en muchas ocasiones estas aeronaves perdieron contra los contrincantes europeos y rusos.
"Su única ventaja es la supuesta invisibilidad, pero tan pronto como se descubre su posición, todas las ventajas se cancelan", dijo.
Entre las principales ventajas de los aviones rusos sobresalen, según el experto, la maniobrabilidad, la confiabilidad, el bajo coste y un mantenimiento fácil. Así que las aeronaves rusas están mejor adaptadas a las condiciones de combate.
Drozdenko considera que el Su-57 no se ofrecerá en la etapa de negociaciones. De ahí que los candidatos más probables para ser vendidos a Turquía sean los Su-30 o los Su-35S.
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