Por: Ricardo Abud
Sin lugar a dudas atravesamos una de las peores crisis que
recuerde haya vivido en mi país, en la cual muchos han optado por irse a otras
tierras en busca de mejorar la situación
económica o los problemas de inseguridad que afrontamos, sin dejar de mencionar la corrupción y la viveza de
muchos compatriotas como una forma de vida, la inanición del gobierno en no dar
repuestas y no enfrentar de manera enérgica la crisis y el caos.
Las razones porque he decidido quedarme son muchas y respeto
la decisión de cada quien al momento en que las han tomado.
Me quedo en Venezuela porque me he visto la abundancia, no
me quedo porque me guste la miseria.
Me quedo porque no puedo conformarme con el presente que
tenemos hoy, no me quedo porque sea conformista.
Me quedo porque solo con el trabajo honesto podremos
construir el desastre que nos toca enfrentar, no me quedo porque apoye las erradas
políticas en lo económico y la improvisación del gobierno o por la voracidad insaciable
de los que se hacen llamar empresarios en nuestro país.
Me quedo por amor, a este suelo, a este clima, a estos
paisajes, a su gente más allá de que muchos se han empeñado en destruirla, no
me quedo porque tenga miedo.
Me quedo porque sueño con un país en el cual el odio no
exista entre nosotros, en el cual podamos alcanzar la justicia y el bienestar
de todos, no me quedo por esa falta de valores que se pierden cada día y
destruyen esos sueños.
Me quedo porque mi conciencia así me lo exige, no me quedo
porque sea un adulador.
Me quedo porque he apoyado con toda la efervescencia de mí
ser un proyecto de país en el cual todos podamos ser incluidos, no me quedo por
la pérdida de un legado político.
Me quedo porque debo coadyuvar a subsanar los errores que se
han cometido desde la trinchera que me toque
ocupar, no me quedo porque aplaudo esos errores.
Me quedo porque creo en Venezuela y su futuro exitoso y quiero
ser parte de ese futuro.
Para todos los que se han ido y se van todo mi amor, admiración
y apoyo, se lo que viven porque me ha tocado hacerlo en el pasado, sé que ha sido una decisión difícil
que muchos tomaron como lo es quedarse también, solo hemos elegido unos irse
otros quedarnos.
Desde donde quieran que se encuentren no juzguen a lo que hemos
errado, hemos aprendido muchas cosas y crecido moralmente, hemos apoyado un
proyecto de país que se nos pierde cada día por la ignorancia y la discapacidad
funcional de muchos a los que le ha tocado la tarea de encaminar al país y a
sus instituciones, se han aprovechado y apropiado de nuestras riquezas
descaradamente y mantienen en zozobra el amor que muchos hemos profesado de
manera consciente a ese proyecto de inclusión social, estos años han sido difíciles
para todos.
Nunca antes se ha tenido tanto poder político y no se ha
sabido aprovechar más allá de las circunstancias externas e internas, no se ha capacitado a la nación
y el populismo cada día se incrementa de manera firme y despiadada poniendo en
riesgo lo maravilloso de la construcción de un país que se encamine al
desarrollo económico, se están creando parásitos como forma de chantaje y permanencia,
debemos contrarrestar esa nueva forma de hacer política.
Sigo creyendo en el socialismo como una forma de salvar a la
humanidad, el capitalismo y neoliberalismo como forma del capital atraviesa una
crisis descomunal, no ha logrado satisfacer las necesidades más elementales del
ser humano a todo lo largo y ancho del planeta negarlo es visceral, cada día se evidencia que la marginación y la
exclusión social no sólo afecta a millones de seres humanos en los países
desarrollados. Los errores cometidos en Europa de Este no evidencian el fracaso
del socialismo como alternativa histórica de desarrollo, claramente lo
demuestra la ex Unión Soviética, un país atrasado que en menos de 30 años se convirtió
en la segunda potencia industrial del mundo. La mala praxis política la llevo a
fracasar y arraso con todo vestigio de planificación
socio-económica. El desarrollo desenfrenado del capitalismo pone en peligro la supervivencia
en nuestro planeta, la vida misma de la humanidad, el ataque salvaje a la
naturaleza y sus riquezas, así como la anarquía en la producción en la búsqueda
desesperada de la ganancia, legaremos un planeta inhabitable a nuestra
descendencia en mediano plazo.
Hoy, en todo el globo terráqueo, la prioridad que en la nueva
historia se plantea es la lucha por la democracia como poder y política, y
desde ella, la de la liberación y el socialismo. Las tres constituyen, la libre
autodeterminación de los pueblos, la única alternativa para la sobrevivencia
del mundo.
Sigo creyendo en el socialismo como una vía para salvar al
planeta, mas allá de los errores que se han cometido y la presión internacional
por conducir al fracaso la ilusión y la esperanza que muchos depositamos con la
llegada de Chávez al poder, la distorsiones, improvisación están matando los
sueños, es por ello que decidió quedarme para ayudar y contribuir a reconducir
la esperanza desde donde me toque
luchar, aunque se me vaya la vida en ello, es mi deber y por eso he optado por
quedarme en mi país. El carácter socialista
de sociedad podrá decretarse, pero las acciones son las únicas que definirán ese
carácter socialista de la sociedad no sus gobernantes con el discurso.
NO HAY NADA MÁS
EXCLUYENTE QUE SER POBRE.
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