Asunción, 30 jun (PL) En un foro regional, en desarrollo actualmente aquí, quedó ya evidenciado que muchos de los sueños por cumplir en la gran mayoría de los países latinoamericanos y caribeños son hoy una realidad consolidada en uno de ellos: Cuba.
Se trata de la cuarta Conferencia sobre Envejecimiento y Derechos de las Personas Mayores en esa área geográfica, en la cual la intervención de los representantes de esa isla antillana provocó los más cálidos elogios del resto.
Porque conocieron, muchos de ellos por primera vez, cómo el gobierno cubano aplica medidas como parte de una política priorizada en ese tema, con documentos programáticos para su atención y seguimiento.
Breve fue la exposición de la jefa del grupo de Política Social de la Comisión Permanente cubana para la Implementación y Desarrollo, Admi Valhuerdi, pero de una contundencia tal que hizo a muchos delegados acercarse posteriormente a ella para manifestar su admiración.
Ellos estaban impactados por la labor gubernamental en Cuba a favor de esas personas, cuando se aplican medidas con las cuales en sus países aún sueñan poder implementar mientras en el nuestro hace tiempo son reales y consolidadas, afirmó Valhuerdi a Prensa Latina.
Explicó cómo en la isla están aprobadas políticas con el propósito de enfrentar el incremento del envejecimiento, cuyo índice al cierre de 2016 fue del 19,3 por ciento y para 2030 el pronóstico es de 30,3.
De tales disposiciones mencionó las dirigidas a aumentar la tasa de fecundidad y natalidad, atender las necesidades de la creciente población de 60 años y más, estimular el empleo de personas aptas para el trabajo y fomentar un envejecimiento activo.
Recordó cómo en el alza de ese grupo etario influyó notablemente, y todavía lo hace, el incremento de la esperanza de vida de los cubanos que ahora es de 78,45 años promedio, 80,45 en mujeres y 76,5 en hombres.
Ello es resultado de las políticas de desarrollo social aplicadas por la Revolución, aseveró Valhuerdi.
La funcionaria señaló que, no obstante, aún queda mucho por trabajar y hacer, como en las estrategias para acrecentar la natalidad y mejorar las condiciones y calidad de vida del adulto.
En cuanto al primero de esos aspectos, dijo que la tasa de fecundidad al final del año pasado se ubicaba en el 1,63 por ciento, cuando lo necesario es del 2,1 para garantizar el reemplazo poblacional, algo no logrado desde finales de la década de 1970.
Declaró que la mujer cubana alargó su edad para el parto, con lo cual el grupo etario de mayor potencialidad se prolongó en el tiempo para concebir el primer hijo.
Hasta este viernes trabajará esta Conferencia, con la asistencia de actores de gobiernos, organizaciones de la sociedad civil, expertos en temas de población y de organismos como la ONU.
La auspician la Cepal y el Ejecutivo de Paraguay, a través de los ministerios de Salud Pública y Bienestar Social y de Relaciones Exteriores
Porque conocieron, muchos de ellos por primera vez, cómo el gobierno cubano aplica medidas como parte de una política priorizada en ese tema, con documentos programáticos para su atención y seguimiento.
Breve fue la exposición de la jefa del grupo de Política Social de la Comisión Permanente cubana para la Implementación y Desarrollo, Admi Valhuerdi, pero de una contundencia tal que hizo a muchos delegados acercarse posteriormente a ella para manifestar su admiración.
Ellos estaban impactados por la labor gubernamental en Cuba a favor de esas personas, cuando se aplican medidas con las cuales en sus países aún sueñan poder implementar mientras en el nuestro hace tiempo son reales y consolidadas, afirmó Valhuerdi a Prensa Latina.
Explicó cómo en la isla están aprobadas políticas con el propósito de enfrentar el incremento del envejecimiento, cuyo índice al cierre de 2016 fue del 19,3 por ciento y para 2030 el pronóstico es de 30,3.
De tales disposiciones mencionó las dirigidas a aumentar la tasa de fecundidad y natalidad, atender las necesidades de la creciente población de 60 años y más, estimular el empleo de personas aptas para el trabajo y fomentar un envejecimiento activo.
Recordó cómo en el alza de ese grupo etario influyó notablemente, y todavía lo hace, el incremento de la esperanza de vida de los cubanos que ahora es de 78,45 años promedio, 80,45 en mujeres y 76,5 en hombres.
Ello es resultado de las políticas de desarrollo social aplicadas por la Revolución, aseveró Valhuerdi.
La funcionaria señaló que, no obstante, aún queda mucho por trabajar y hacer, como en las estrategias para acrecentar la natalidad y mejorar las condiciones y calidad de vida del adulto.
En cuanto al primero de esos aspectos, dijo que la tasa de fecundidad al final del año pasado se ubicaba en el 1,63 por ciento, cuando lo necesario es del 2,1 para garantizar el reemplazo poblacional, algo no logrado desde finales de la década de 1970.
Declaró que la mujer cubana alargó su edad para el parto, con lo cual el grupo etario de mayor potencialidad se prolongó en el tiempo para concebir el primer hijo.
Hasta este viernes trabajará esta Conferencia, con la asistencia de actores de gobiernos, organizaciones de la sociedad civil, expertos en temas de población y de organismos como la ONU.
La auspician la Cepal y el Ejecutivo de Paraguay, a través de los ministerios de Salud Pública y Bienestar Social y de Relaciones Exteriores
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