EE.UU. entona nuevo mea culpa ante Afganistán
Washington, 19 abr (PL) Por cuarta ocasión en cuatro meses, el alto mando militar y civil de Estados Unidos tuvo que disculparse ante Afganistán por conductas indecorosas de soldados que posaron de forma burlesca junto a cadáveres mutilados de insurgentes talibanes.
En esta ocasión fueron miembros de la Primera Brigada de Combate, 82 Division Aerotransportada, que sirvieron durante 2010 en Zabul, una pequeña provincia en el sur del país centroasiático.
Fotografías publicadas en la prensa mostraron a varios de estos militares posando de forma burlesca junto a cadáveres mutilados de insurgentes talibanes. La Casa Blanca y el Departamento de Defensa ordenaron una investigación extraordinaria.
El presidente Barack Obama y el jefe del Pentágono, Leon Panetta, se apresuraron este miércoles a condenar estas acciones, las cuales calificaron de reprensibles. Igualmente criticaron al diario Los Angeles Times por la osadía de difundir las fotos.
Antes, el general John Allen, jefe de las tropas extranjeras de ocupación, y el embajador estadounidense Ryan Crocker dijeron que tales actos son repugnantes y no representan los principios establecidos para la misión militar.
"Mis disculpas ante Kabul son en representación del Departamento de Defensa y del gobierno de Estados Unidos", subrayó Panetta durante una conferencia de prensa que siguió a una reunión de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) en Bruselas.
Esta guerra es fea y violenta. En ocasiones a los jóvenes soldados se les antojan algunas iniciativas estúpidas. Espero que esto no dañe más las relaciones entre Washington y el Gobierno del presidente Hamid Karzai, subrayó el secretario de Defensa.
En enero último, Panetta buscó también el perdón de Kabul cuando un video aficionado mostró a marines que orinaron sobre cadáveres de combatientes afganos, una de las humillaciones más crueles para difuntos y familiares, según las pautas sagradas del Islam.
Las fotos ultrajantes de Zabul salen a la luz en momentos en que la Oficina Oval y la jefatura castrense evalúan planes para retirarse más rápido de Afganistán, tras anteriores sucesos que complican la presencia de tropas norteamericanas.
La administración Obama contempla reducir las fuerzas en un monto adicional de 20 mil elementos a partir de 2013, un hecho que refleja la creciente preocupación con respecto a la operación militar en el Medio Oriente.
Una retirada acelerada está siendo considerada por consejeros políticos del jefe de Estado demócrata, en el contexto de las discusiones sobre las perspectivas de las unidades armadas en la nación centroasiática, comentó el diario The New York Times.
La matanza de 17 civiles afganos, perpetrada a inicios de marzo por un sargento del Ejército y la quema de libros del Corán también por tropas del Pentágono en febrero, son elementos que enrarecieron el panorama de Washington en ese territorio.
Thomas Donilon, asesor de seguridad nacional, sugiere que un agregado de 10 mil militares debería regresar en diciembre de 2012, y otro contingente de 20 mil tendría que estar listos para la misma operación en junio de 2013.
El vicepresidente Joseph Biden ha presionado por una decisión todavía más radical que implica solamente un rol de apoyo logístico para las fuerzas interventoras foráneas, todavía destacadas en la nación oriental.
Estados Unidos mantiene unas 90 mil tropas en Afganistán, con 22 mil soldados que deben regresar en septiembre, mientras que aún no hay previsión de movimientos para los otros 68 mil elementos.
A Washington y los aliados en la OTAN la intervención en el territorio levantino les cuesta seis mil millones de dólares anuales.
Desde el inicio de la agresión estadounidense, a finales de 2001, unos mil 900 militares del Pentágono fueron muertos por la resistencia armada en la nación ocupada.
ocs/jvj
Washington, 19 abr (PL) Por cuarta ocasión en cuatro meses, el alto mando militar y civil de Estados Unidos tuvo que disculparse ante Afganistán por conductas indecorosas de soldados que posaron de forma burlesca junto a cadáveres mutilados de insurgentes talibanes.
En esta ocasión fueron miembros de la Primera Brigada de Combate, 82 Division Aerotransportada, que sirvieron durante 2010 en Zabul, una pequeña provincia en el sur del país centroasiático.
Fotografías publicadas en la prensa mostraron a varios de estos militares posando de forma burlesca junto a cadáveres mutilados de insurgentes talibanes. La Casa Blanca y el Departamento de Defensa ordenaron una investigación extraordinaria.
El presidente Barack Obama y el jefe del Pentágono, Leon Panetta, se apresuraron este miércoles a condenar estas acciones, las cuales calificaron de reprensibles. Igualmente criticaron al diario Los Angeles Times por la osadía de difundir las fotos.
Antes, el general John Allen, jefe de las tropas extranjeras de ocupación, y el embajador estadounidense Ryan Crocker dijeron que tales actos son repugnantes y no representan los principios establecidos para la misión militar.
"Mis disculpas ante Kabul son en representación del Departamento de Defensa y del gobierno de Estados Unidos", subrayó Panetta durante una conferencia de prensa que siguió a una reunión de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) en Bruselas.
Esta guerra es fea y violenta. En ocasiones a los jóvenes soldados se les antojan algunas iniciativas estúpidas. Espero que esto no dañe más las relaciones entre Washington y el Gobierno del presidente Hamid Karzai, subrayó el secretario de Defensa.
En enero último, Panetta buscó también el perdón de Kabul cuando un video aficionado mostró a marines que orinaron sobre cadáveres de combatientes afganos, una de las humillaciones más crueles para difuntos y familiares, según las pautas sagradas del Islam.
Las fotos ultrajantes de Zabul salen a la luz en momentos en que la Oficina Oval y la jefatura castrense evalúan planes para retirarse más rápido de Afganistán, tras anteriores sucesos que complican la presencia de tropas norteamericanas.
La administración Obama contempla reducir las fuerzas en un monto adicional de 20 mil elementos a partir de 2013, un hecho que refleja la creciente preocupación con respecto a la operación militar en el Medio Oriente.
Una retirada acelerada está siendo considerada por consejeros políticos del jefe de Estado demócrata, en el contexto de las discusiones sobre las perspectivas de las unidades armadas en la nación centroasiática, comentó el diario The New York Times.
La matanza de 17 civiles afganos, perpetrada a inicios de marzo por un sargento del Ejército y la quema de libros del Corán también por tropas del Pentágono en febrero, son elementos que enrarecieron el panorama de Washington en ese territorio.
Thomas Donilon, asesor de seguridad nacional, sugiere que un agregado de 10 mil militares debería regresar en diciembre de 2012, y otro contingente de 20 mil tendría que estar listos para la misma operación en junio de 2013.
El vicepresidente Joseph Biden ha presionado por una decisión todavía más radical que implica solamente un rol de apoyo logístico para las fuerzas interventoras foráneas, todavía destacadas en la nación oriental.
Estados Unidos mantiene unas 90 mil tropas en Afganistán, con 22 mil soldados que deben regresar en septiembre, mientras que aún no hay previsión de movimientos para los otros 68 mil elementos.
A Washington y los aliados en la OTAN la intervención en el territorio levantino les cuesta seis mil millones de dólares anuales.
Desde el inicio de la agresión estadounidense, a finales de 2001, unos mil 900 militares del Pentágono fueron muertos por la resistencia armada en la nación ocupada.
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