Tensa calma en capital egipcia tras choques interreligiosos letales
Por: Ulises Canales
El Cairo, 10 may (PL) La presencia de la policía y el Ejército en calles y alrededores de iglesias coptas refleja la tensa calma prevaleciente hoy en esta capital, tras choques con saldo letal entre cristianos y musulmanes egipcios.
Junto a la vigilancia de soldados fuertemente armados y el emplazamiento de blindados militares, la policía antidisturbios mantiene controles en varios puntos de El Cairo para evitar se repitan los enfrentamientos del fin de semana en Imbaba.
En la mencionada barriada del noroeste capitalino murieron 12 personas y más de 230 resultaron heridas, según datos oficiales, debido a las trifulcas desatadas por un ataque de islamistas salafistas (corriente fundamentalista musulmana) a la que se unieron otros fieles.
Según la agencia oficial de noticas MENA, el primer ministro egipcio, Essam Sharaf, puso a disposición de la Corte Suprema de la Seguridad del Estado a los sospechosos de provocar los incidentes de Imbaba, incluido el supuesto causante de las reyertas.
El Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas (CSFA), que gobierna Egipto desde el derrocamiento de Hosni Mubarak en febrero pasado, había asegurado que 190 detenidos por esos choques serían procesados por tribunales militares.
A su vez, las autoridades castrenses arrestaron el lunes a otras 25 personas sospechosas de incitar a la violencia sectaria, incluido un hombre musulmán identificado como Alí Yassin Mohamed, quien aseguró que su esposa fue secuestrada por la Iglesia Copta tras convertirse al Islam.
Versiones iniciales apuntaban a que esa fue la causa de la irritación de los salafistas, aunque referían a una joven soltera retenida contra su voluntad en un templo por renegar del Cristianismo para poder casarse con un devoto de Alah.
Cientos de inconformes coptos siguen acampados desde ayer frente a la sede de la televisión en la transitada Corniche (avenida que flanquea el río Nilo) pidiendo la renuncia del ministro de Defensa y jefe del CSFA, Mohamed Hussein Tantawi, y castigo a los agresores.
Mientras gobiernos occidentales instaron a la Junta Militar egipcia a actuar con diligencia para evitar nuevos enfrentamientos interreligiosos, el secretario general de la Liga Árabe, Amr Moussa, también urgió a atajar "rápido y seriamente esta situación crítica".
El Gobernador de Giza, provincia donde se ubica la parroquia incendiada, prometió compensación financiera para los familiares de los fallecidos y se comprometió a restaurar el recinto, al tiempo que otros ciudadanos llamaron a la unidad religiosa.
En medio de toda la tensión, egipcios de ambas religiones saludaron que el fiscal general, Abdel Maguid Mahmoud, renovó ayer, por tercera vez, la prisión preventiva por 15 días a Alaa y Gamal, hijos del depuesto expresidente Mubarak investigados por presunta corrupción.
mv/ucl
Por: Ulises Canales
El Cairo, 10 may (PL) La presencia de la policía y el Ejército en calles y alrededores de iglesias coptas refleja la tensa calma prevaleciente hoy en esta capital, tras choques con saldo letal entre cristianos y musulmanes egipcios.
Junto a la vigilancia de soldados fuertemente armados y el emplazamiento de blindados militares, la policía antidisturbios mantiene controles en varios puntos de El Cairo para evitar se repitan los enfrentamientos del fin de semana en Imbaba.
En la mencionada barriada del noroeste capitalino murieron 12 personas y más de 230 resultaron heridas, según datos oficiales, debido a las trifulcas desatadas por un ataque de islamistas salafistas (corriente fundamentalista musulmana) a la que se unieron otros fieles.
Según la agencia oficial de noticas MENA, el primer ministro egipcio, Essam Sharaf, puso a disposición de la Corte Suprema de la Seguridad del Estado a los sospechosos de provocar los incidentes de Imbaba, incluido el supuesto causante de las reyertas.
El Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas (CSFA), que gobierna Egipto desde el derrocamiento de Hosni Mubarak en febrero pasado, había asegurado que 190 detenidos por esos choques serían procesados por tribunales militares.
A su vez, las autoridades castrenses arrestaron el lunes a otras 25 personas sospechosas de incitar a la violencia sectaria, incluido un hombre musulmán identificado como Alí Yassin Mohamed, quien aseguró que su esposa fue secuestrada por la Iglesia Copta tras convertirse al Islam.
Versiones iniciales apuntaban a que esa fue la causa de la irritación de los salafistas, aunque referían a una joven soltera retenida contra su voluntad en un templo por renegar del Cristianismo para poder casarse con un devoto de Alah.
Cientos de inconformes coptos siguen acampados desde ayer frente a la sede de la televisión en la transitada Corniche (avenida que flanquea el río Nilo) pidiendo la renuncia del ministro de Defensa y jefe del CSFA, Mohamed Hussein Tantawi, y castigo a los agresores.
Mientras gobiernos occidentales instaron a la Junta Militar egipcia a actuar con diligencia para evitar nuevos enfrentamientos interreligiosos, el secretario general de la Liga Árabe, Amr Moussa, también urgió a atajar "rápido y seriamente esta situación crítica".
El Gobernador de Giza, provincia donde se ubica la parroquia incendiada, prometió compensación financiera para los familiares de los fallecidos y se comprometió a restaurar el recinto, al tiempo que otros ciudadanos llamaron a la unidad religiosa.
En medio de toda la tensión, egipcios de ambas religiones saludaron que el fiscal general, Abdel Maguid Mahmoud, renovó ayer, por tercera vez, la prisión preventiva por 15 días a Alaa y Gamal, hijos del depuesto expresidente Mubarak investigados por presunta corrupción.
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