Por: Ricardo Abud
Los continuos ataques del Imperialismo norteamericano en contra de la Revolución bolivariana son cada día más constantes y certeros. Sus aliados internos y externos arremeten de manera precisa para debilitarnos y con ello, socavar las bases políticas de nuestra institucionalidad.
No hay duda que, detrás de los acontecimientos que han involucrado al Gobierno venezolano con el caso del periodista Joaquín Pérez Becerra, la CIA ha jugado un papel preponderante montando todo este circo mediático al cual se le ha dispensado mucho centimetraje por la diversidad de sentimientos encontrados, tanto por los amigos, como por los enemigos de este proceso político.
Es así como muchos se han aprovechado de esta coyuntura para atacar y tratar de debilitarnos, crear divisiones en nuestras filas (no muy cohesionadas en lo político), sin menospreciar la cantidad de calificativos malsanos que se le han imputado a nuestro líder. ¿Quién se beneficia políticamente con esta extradición? Sin lugar a dudas, nuestros enemigos, que desde la acera de enfrente han disfrutado de todos estos acontecimientos.
Ahora bien, apartando un poco las pasiones, debemos entender que nuestra Revolución está penetrada por agentes al servicio del Imperialismo norteamericano que han posibilitado que hechos como el citado, ocurran en nuestro país. El Imperialismo, a través de sus órganos de inteligencia (CIA), de manera sistemática penetra y capta “revolucionarios” para ponerlos al servicio de sus intereses. La vulnerabilidad de muchos de nuestros “revolucionarios” es expedita: Acumulación de mucho bienes (producto de la malversación de fondos y de los “negocios”), Riquezas acumuladas en nombre de la “Revolución”, Cuentas en bancos extranjeros, que sin duda, la CIA conoce utilizando esta información para la captación de colaboradores al servicio de sus planes desestabilizadores.
Imposible ocultar el modus vivendi de algunos “revolucionarios”, que de manera grosera, adornan su opulencia (nuevos ricos ataviados de camisa roja que vitorean un discurso difícilmente de creer, de asimilar). Todos, más chavistas que el propio Chávez, nos hablan de que ser rico es malo, nos deleitan con un preclaro lenguaje acerca de las desigualdades del Capitalismo y el beneficio que nos garantiza la Revolución bolivariana.
Entre tanto, estos “revolucionarios” buscan la manera de deslindarse, y comienzan a trabajar de manera directa al servicio de nuestros enemigos, no pueden arriesgarse a que se les confisque todo el dinero acumulado a lo largo de estos años de Revolución, ya son presa de los órganos de inteligencia imperiales. De manera imperceptible, el trabajo que realizan estos traidores y advenedizos, contribuye a generar caos en las filas revolucionarias y divisiones, desmontan el trabajo político que muchos compañeros realizan día a día con esfuerzo, sabotean la gestión administrativa del Estado venezolano, generando las distorsiones propias que ponen en entredicho el trabajo que, por convicción, realizan los que hoy buscan el bienestar colectivo del pueblo venezolano. Paradójicamente estos personajes (ladrones de oficio, mercenarios al servicio de nuestros enemigos), mientras más roban, mientras más sabotean, más poder se les otorga para que su labor no se detenga y la misma sea más productiva, minando la institucionalidad de corrupción y contribuyendo a hacerla más ineficiente y burocrática.
Los consentidos de la CIA son “revolucionarios”, nuevos ricos rapaces, representantes de la nueva oligarquía criolla, la nueva aristocracia, traidores de la Patria, que en su afán de acumular riquezas hoy le han vendido el alma al Imperialismo con el único objetivo de proteger el dinero y los bienes mal habidos de los cual hoy se vanaglorian y descaradamente disfrutan a expensas de este gran proyecto político que lidera el comandante Chávez. Sinvergüenzas que han permitido la comparsa de mentiras que hoy se teje en contra de la Revolución Bolivariana.
La campaña solapada por parte del imperialismo norteamericano contra el proyecto político que lidera nuestro comandante Chávez, hoy cuentas con otros colaboradores, disfraces que repiten el discurso para la transformación de la sociedad, no entendiendo el momento histórico y su importancia, tanto en lo interno como hacia lo externo. Hoy es sorprenderte observar, como estos elementos bajo las ordenes del chantaje de la CIA, desvirtúan los logros alcanzados, desmeritando el papel protagónico que incluso que tiene nuestro pueblo en la lucha por el socialismo. Uno de los mas grandes enemigos de la transformación político-social y económica de nuestra sociedad radica, en aquellos que dicen ser revolucionarios, pero terminan comportándose como los mercenarios de la cuarta republica, se hace necesario diferenciar los valores y antivalores para lograr formar ciudadanos que sepan vivir armónicamente en sociedad y la única forma es predicando con el ejemplo. Las debilidades políticas e ideológicas de estos farsantes “revolucionarios” conllevan necesariamente a una revisión profunda del comportamiento ético de estos personajes, hoy vulnerados y penetrados en su totalidad por la CIA. El daño colateral es muy grande y sus acciones, seguirán debilitando el carácter socialista de nuestra sociedad. LA CIA LOS PROTEGE, SON TONTOS ÚTILES, sus consentidos. La historia no los perdonara.
NO HAY NADA MAS EXCLUYENTE QUE SER POBRE.
Patria, Socialismo o Muerte…
Venceremos.
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