A propósito de la propuesta de Chávez de una Escuela Superior de Política

A propósito de la propuesta de Chávez de una Escuela Superior de Política
EL TERCER ASPECTO DE NUESTRA VIDA SOCIALISTAPor: José A. Rangel


En este tercer y último aspecto de nuestra vida socialista trataremos sobre el espíritu humano visto desde las enseñanzas religiosas, que nada tiene que ver con aquellas que se han politizados y promueven guerras.
Nos referimos a las enseñanzas auténticas que han tenido como centro de preocupación al ser humano e intentaremos crear una reflexión tratando el tema de las enseñanzas sagradas de las religiones como una ciencia más, la ciencia del espíritu.

Creo necesario considerar las enseñanzas religiosas como el tercer aspecto de nuestra vida socialista por dos razones: es un patrimonio innato de la humanidad que siempre está vigente y porque la revolución bolivariana además de ser una revolución material es considerada por el presidente Chávez y su pueblo como una revolución de carácter espiritual. De esta manera contribuimos a buscar una solución a lo que llamó nuestro libertador “el misterio del hombre en libertad”.

Debemos comprender que los maestros que impartieron estas enseñanzas manifestaron su preocupación por la libertad, la justicia y la felicidad del ser humano, sin entenderse esto como una posición política, sino estrictamente espiritual.

Revisando todo este asunto, extraje algunas consideraciones y comenzaremos con el siguiente extracto, cuyo autor está impregnado de las enseñanzas de carácter religioso:

“De dos pueblos llegados a la cima de la escala social, aquel únicamente puede llamarse civilizado, en la verdadera acepción de la palabra, en el que se encuentra con menos egoísmo, codicia y orgullo; donde los hábitos son más intelectuales y morales que materiales; donde hay más bondad, buena fe, benevolencia y generosidad recíprocos; donde están menos arraigadas las preocupaciones de casta y nacimiento, pues esas preocupaciones son incompatibles con el amor al prójimo; donde las leyes no consagran ningún privilegio; donde menos infelicidad hay y donde todo ser humano está seguro de no carecer de lo necesario” Allan Kardec (1804-1869)

Evidentemente al leer esta cita podríamos deducir que el señor Allan Kardec es un político y además socialista, pero realmente fue pedagogo y es más conocido hoy como el sistematizador del espiritismo. En su fabuloso texto llamado “El Libro de los Espíritus”, de donde salió la cita anterior, explica el funcionamiento de la evolución espiritual del ser humano y ve que la sociedad es un reflejo de ello, dando pautas morales inspiradas por todas las religiones.

De la misma manera conseguiremos en el cristianismo, el hinduismo y el budismo propuestas para resolver los problemas que sufre la sociedad actual. Sería muy interesante que en la nueva Escuela Superior de Política propuesta por el presidente Chávez se leyera, se estudiara y se practicara estas enseñanzas religiosas como filosofías patrimoniales de la humanidad que son. Esto además de la ciencia natural y social.

Se dice en estas enseñanzas que la humanidad conseguirá la solución a sus problemas sociales cuando llegue a comprender su doble origen, su doble naturaleza, porque de otro modo difícilmente entenderá el por qué debe vivir correctamente sin hacerle daño a los demás y prestarle ayuda al que lo necesita. Se indica además que para comprender su doble origen, los seres humanos deben alcanzar un conocimiento que está más allá de la comprensión intelectual, donde si se mueve la ciencia. Esto sólo es posible cuando se experimenta el conocimiento sagrado en su objetividad, donde la participación del intelecto es mínima. En síntesis, adquirir la experiencia del conocimiento objetivo del espíritu es el método científico de la Ciencia Espiritual de las auténticas religiones.

Las enseñanzas y filosofías religiosas explican que somos además de materia, espíritu, pero también revelan cómo lograr su comprensión objetiva para que se hagan conocimiento científico. Para llegar a las enseñanzas religiosas debemos luchar y apartar la deformación y mediocridad que de ellas han hecho muchas instituciones que se llaman así mismas religiosas y que nada tienen que ver con la verdad. Ellas plantean que los seres humanos estamos conformados con materiales terrestres y por el otro, de un espíritu divino que manifiesta una individualidad inteligente dentro de la materia. Esta enseñanza es el conocimiento primordial, que como dijimos llegamos a él a través de la experiencia objetiva, del resto, sólo es una información para el intelecto.
En la Biblia podemos conseguir infinidades de ejemplos que tratan de despertar en el ser humano el conocimiento de su doble origen. Por ejemplo, Jesús de Nazaret usa para ello las parábolas como medio pedagógico, pero aquí dice:

“El espíritu es el que da vida; la carne para nada aprovecha; las palabras que yo os he hablado son espíritu y son vida” (Juan 6:63)
Nuestro cuerpo físico es una manifestación más de la vida terrestre, sus elementos son del planeta, pero está fecundado por una esencia inteligente cósmica. Esto en nada nos aleja de la visión que tienen nuestros pueblos originarios. Lo que sería sin duda una propuesta muy valedera para que la visión de nuestros indígenas se imparta en esa escuela superior de política. Veamos otro ejemplo, pero esta vez de Buda:

“Vivir es estar en busca de algo. Sin embargo, en la misma búsqueda hay quienes buscan algo erróneo, mientras que otros lo verdadero. El que va en pos de lo erróneo es aquel que desea no envejecer, no enfermar y no morir siendo estos hechos ineludibles” Enseñanzas del Buda (Siglo V a.c)
También en el texto sagrado hinduista, del siglo III conseguimos el mismo criterio:

“El espíritu corporificado, amo de la ciudad de su cuerpo, no crea actividades no induce a la persona a actuar, no crea los frutos de la acción. Todo esto lo ocasionan las modalidades de la naturaleza material” Bhagavat-gitá

En la Grecia antigua, había una inscripción en el templo de Delfos, llamado también el Oráculo de Delfos en donde a Sócrates le fue asegurado que era el hombre más sabio del mundo, porque sabía que no sabía nada:
"Te advierto, quien quieras que fueres. ¡Oh! tú que deseas sondear los arcanos de la naturaleza, que si no hallas dentro de ti mismo aquello que buscas, tampoco podrás hallarlo fuera. Si tú ignoras las excelencias de tu propia casa, ¿cómo pretendes encontrar otras excelencias? En ti se halla oculto el Tesoro de los Tesoros
¡Oh! Hombre, conócete a ti mismo y conocerás el universo y a los Dioses."

Las enseñanzas dicen mucho y dicen más de lo que podemos comprender. Explica que en ese doble origen que contenemos, la parte que corresponde a nuestra inteligencia espiritual, se halla momentáneamente ofuscada dentro de la materia y es la que se ha encargado del desarrollo de la ciencia, pero debe luchar por esclarecer la existencia del espíritu que es. De allí la complejidad de concientizar nuestras dos naturalezas para que marchen unidas y mientras eso sucede, vamos siendo inducidos a actuar por nuestra naturaleza puramente material y eso nos conduce a la arrogancia, la envidia, la mezquindad, ya que creemos que lo material lo es todo.
En el primero y segundo aspecto de nuestra vida socialista tratamos del ejercicio de la creación y la practica del humanismo, en este tercer aspecto proponemos el estudio, la reflexión y el ejercicio de la ciencia espiritual encerradas en las enseñanzas religiosas. Esto de seguro nos inducirá a promover una revolución moral, para combatir todos nuestros males sociales y aligeren la carga en la formación de la sociedad socialista que merecemos.

José A. Rangel – josearach@hotmail.com – 04octubre2010
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