Kathryn Bigelow y la visión patriótica de los premios Oscar
Por: Serguei Varshávchik,
RIA Novosti
La 82a entrega de Premios Oscar demostró que el cine patriótico se valora mucho más en EEUU que el cine innovador, aunque estas películas suelan ser más taquilleras.
El domingo pasado, la Academia de las Artes y Ciencias Cinematográficas le hizo a Kathryn Bigelow un gran regalo para el Día Internacional de la Mujer, que se festeja el 8 de marzo, al otorgarle seis galardones por su película, "The Hurt Locker" ("En tierra hostil"), incluidos los Oscars al "Mejor Guión Original", "Mejor Dirección" y "Mejor Película". Los dos últimos fueron recogidos personalmente por la propia directora.
La intriga sobre el resultado del pulso Bigelow vs Cameron, su ex marido y el famoso director de la revolucionaria "Avatar", la película con la mayor recaudación en taquilla de la historia del cine, se inició un mes antes de la ceremonia de entrega de los Oscar. El Sindicato de Directores de América ya echó leña el fuego, al otorgarle el premio a Bigelow como el mejor director del año 2009. El Sindicato se equivoca rara vez en sus pronósticos en la antesala de los Oscar.
El drama bélico, de estética documental, rodado por Bigelow con bajo presupuesto y que trata de un equipo de zapadores estadounidenses en pleno conflicto iraquí, le pareció a la Academia mucho más interesante que la película futurista y en tres dimensiones de Cameron, que el pasado 1º de marzo ya superaba la barrera de los 2 mil millones de dólares de recaudación en todo el mundo. "Avatar" ganó sólo tres Oscar (dirección artística, fotografía y efectos especiales).
Todo esto parece el guión de una película de Hollywood, donde la mujer suele salir triunfante en cualquier confrontación con un hombre. Hoy, es una norma de cortesía política en EEUU.
A mí me parece que pudo haber otra razón. El drama bélico de Kathryn Bigelow aborda un tema mucho de palpitante actualidad para el pueblo estadounidense, que está muy preocupado por una guerra en Iraq que parece no tener fin. Este mes se cumplen ya siete años del comienzo de la invasión, bajo el peregrino pretexto de buscar unas armas de destrucción masiva que, al fin y a la postre, no han podido ser descubiertas. Introducir las tropas en este pequeño país de Oriente Medio fue algo sencillo, pero retirarlas de una forma digna y guardando las apariencias, está resultando mucho más complicado.
Durante la 75a ceremonía de entrega de los Oscar del 2003, que coincidía con el inicio de la operación militar contra Iraq, los cineastas más relevantes de EEUU ya se pronunciaron en contra de esta guerra, recordando la indignación de la comunidad norteamericana por la inútil sangría del Vietnam en los años 60.
El cine estadounidense ha revisado periódica y recurrentemente el grave problema de la derrota en aquella guerra a través de películas como Pelotón ("Platoon", 1986) de Oliver Stone, "Apocalypse Now" (1979) de Francis Ford Coppola, El cazador ("The Deer Hunter", 1978) de Michael Cimino, entre otras. Los protagonistas de estas cintas son simples soldados, personas sencillas, que se ven inmersos, por circunstancias de la vida, dentro de batallas sangrientas e inútiles.
El mundo ha cambiado bastante desde entonces. La época de George Bush con su ardor guerrero y declaraciones provocativas ha acabado por ceder el paso a un mayor pacifismo. La mayoría de los ciudadanos de EEUU votaron a favor del tecnócrata Barack Obama, sobre la opción de John McCain, un héroe casi legendario de la guerra en Vietnam, porque vieron en Obama a un líder capaz de sacar a la sociedad de la época de las grandes conmociones.
El primer ministro británico Tony Blair, aliado de George W. Bush en la coalición anti-iraquí, fue sustituido por Gordon Brown. Sin embargo, las tropas británicas siguen desplegadas en Iraq y sufriendo las bajas más importantes junto con los americanos. Es decir, la sociedad inglesa también tiene motivos para estar dolida.
Por eso, a finales de febrero pasado, "The Hurt Locker" obtuvo seis de los ocho premios BAFTA, otorgados por la Academia Británica de Cine y Televisión, incluido el Grand Prix a la mejor película. Cameron tuvo que conformarse con los restos tanto en Los Angeles como en Londres, donde el director de "Avatar" recibió dos galardones secundarios a los mejores efectos especiales y mejor dirección artística.
Resulta más patriótico, más sencillo, compadecerse de varios suboficiales que arriesgan su vida a cada instante, que de unos seres azules de cola larga, que más bien parecen protagonistas de juegos electrónicos, a pesar de todo el dramatismo y efectos visuales invertidos.
A diferencia de Bigelow, Cameron representa si no una revolución en el cine, al menos una evolución que dará a otros cineastas la posibilidad de trasladar mejor la realidad a la pantalla. Las montañas volantes desde cuyas cimas cae el agua al vacío son muy espectaculares. El famoso cineasta Steven Spielberg, impresionado por "Avatar", dijo que es la película de ciencia ficción más evocadora e increíble desde "La guerra de las Galaxias".
A título de colofón diremos que las dos películas tienen dos lecturas diferentes. Los protagonistas en "The Hurt Locker" se sacrifican en una guerra ajena por su Patria, aunque sea lejana. El protagonista de "Avatar" traiciona a los habitantes de la Tierra para defender a una raza exótica en peligro de desaparecer.
El jurado también captó esta diferencia y votó por la película de mayor sensibilidad social.
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