Venezuela ajusta mecanismos de defensa
Miguel Lozano
Caracas, 14 jun (PL) En medio de denuncias sobre injerencia de Estados Unidos, Venezuela realizó esta semana un ejercicio sustentado en el principio de fortalecer su capacidad defensiva hasta el punto de disuadir a cualquier potencial agresor.
Al concluir maniobras conjuntas de los diversos componentes de la Fuerza Armada Nacional, el ministro de Defensa, general en Jefe Gustavo Rangel, afirmó que "hay posibilidad de que nos ataquen fuerzas de Estados Unidos”.
Por tal motivo –agregó- nos preparamos para las situaciones más difíciles.
Poco antes el presidente venezolano, Hugo Chávez, reveló que fueron detectados en dos estados del país ciudadanos estadounidenses quienes, bajo el disfraz de integrantes de organizaciones benéficas, apoyan acciones opositoras.
La denuncia confirma aseveraciones del mandatario, quien ha alertado sobre el interés del gobierno estadounidense de controlar las reservas petroleras de la nación, una de las más grandes del mundo, para lo cual conspira con sectores locales.
De acuerdo con las acusaciones, Washington no descarta la intervención armada que pudiera tener como pretexto acusaciones al gobierno venezolano de colaborar con el terrorismo o el narcotráfico o la creación de un incidente con la vecina Colombia.
Teniendo como marco la presencia de bases militares estadounidenses en Colombia y otras naciones como Curazao, a 30 minutos de vuelo de Caracas, Venezuela emprendió un programa de reforzamiento de su defensa.
Esas acciones incluyeron la compra de 100 mil fusiles rusos AK, 24 aviones de combate Sukhoi, helicópteros, lanchas patrulleras y la creación de un segundo nivel de defensa antiaérea, entre otras.
El enfoque defensivo fue acelerado por las propias presiones de Estados Unidos que se negó a enviar piezas de repuesto para los F-16, lo cual motivó la compra de los Sukhoi, con un alcance de fuego que duplica el de las aeronaves norteamericanas.
Las maniobras se iniciaron en la isla La Orchila, donde se lanzó el primer misil desde un Sukhoi, y continuaron en Puerto Cabello, estado Carabobo, con un ejercicio aéreo para descubrir blancos.
Un elemento significativo en este contexto es que pocos días antes de la maniobra, La Orchila fue sobrevolada por un avión espía de Estados Unidos, proveniente de una base instalada en la isla de Curazao, acción que provocó una protesta venezolana.
La conclusión del ejercicio se realizó en el estado Cojedes, con 200 carros blindados y más de tres mil hombres del Ejército, la Guardia Nacional, Infantería de Marina, Aviación y la Reserva.
En el cierre de la maniobra helicópteros Mi-17 y aviones F-16 y Su-30 también realizaron demostraciones, con un único incidente dado por la caida de un Mi-17 a su retorno a Caracas, que dejó dos heridos y la pérdida del aparato.
El cierre de la Operación Patria Socialista 2008 abarcó ejercicios de resistencia con vistas a la expulsión de fuerzas extranjeras, según precisó Rangel.
Uno de los objetivos fue ajustar la fase de “guerra popular de resistencia”, parte de la nueva filosofía defensiva venezolana, cuyo fin es hostigar a las fuerzas invasoras y consolidar zonas de desgaste en acciones conjuntas de los militares y la población.
El ministro adelantó la continuación de este tipo de operaciones en 2009 que buscan afianzar las nuevas doctrinas militares para utilizar los sistemas en cualquier situación con un carácter estrictamente defensivo.
lma/ml PL-35
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