Los acontecimientos tuvieron lugar en Medellín, donde el equipo colombiano, por el cual Escobar sentía especial simpatía, estaba a punto de disputar un partido contra Danubio de Uruguay. La víspera, Espósito y sus asistentes Juan Bava y Abel Gnecco, que iban a impartir justicia en el encuentro, aterrizaron en el aeropuerto de la ciudad, donde arrancó esta historia.
Conocíamos historias del Cártel de Medellín y el fútbol. Nunca con tanto detalle como la que Carlos Espósito, gran árbitro argentino, contó hoy en Un Buen Momento (@radiolared) sobre el apriete narco antes de un partido por #Libertadores. Va en 2 partes. Sencillamente IMPERDIBLE. pic.twitter.com/v9GpkZhG22
— VarskySports (@VarskySports) October 15, 2020
Según el exárbitro, durante todo el camino al hotel, las personas que los recogieron del aeropuerto les contaron en qué terrenos los narcos habían asesinado a réferis por no acceder a sobornos. "'Acá mataron un árbitro, acá tiraron a un juez de línea'", recordó sus palabras Espósito, hablando en el programa 'Un Buen Momento', de la emisora argentina La Red.
Sin embargo, lo peor estaba por llegar, porque Escobar envió a su hotel a uno de sus sicarios más temidos para amenazar y sobornar al cuerpo arbitral argentino. Espósito se encontraba junto a Bava y Gnecco en su habitación, esperando a una camarera que debía llevarles "un bidón de agua". En ese momento —explicó Espósito— en Medellín no había agua potable.
"Me golpean la puerta y estaba la chica con una botella chiquita. Le recordé que le había pedido una grande. Vuelven a golpear la puerta y le pido a Juan [Bava] que se levantara para abrir [...] Entraron cuatro, uno con ametralladora", narró Espósito.
Los sicarios de Escobar les rompieron los teléfonos y "pusieron una nueve milímetros" en la cabeza de Gnecco. Luego entró Jhon Jairo Velásquez, alias Popeye, —"bien vestido, traje, corbata"— llevando en la mano un maletín lleno de dinero: "Lo abrió y nos dijo muy simplemente: 'acá hay 250.000 dólares, ustedes llévenselo, tranquilos, van a salir de Colombia sin problemas'", contó.
Los árbitros no tomaron el dinero y contestaron a Popeye: "Nosotros venimos a trabajar como corresponde". Entonces, el sicario cerró el maletín y respondió: "La vida de ustedes acá no vale nada, y en Buenos Aires nos puede costar 1.000 dólares por cada uno", y con estas palabras se fueron.
La segunda parte de una de las notas del año. Carlos Espósito, gran árbitro argentino, y el apriete del Cártel de Medellín antes del partido por #Libertadores entre Atlético Nacional-Danubio en 1989. Pablo Escobar, Popeye, armas, dinero. Nunca se contó el vínculo c/tanto detalle. pic.twitter.com/JFjDOveCoR
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Afortunadamente, el partido terminó 6 a 0 a favor de los colombianos. Según dijeron —recordó Espósito—, durante el juego Escobar se encontraba disfrazado en el estadio. Después del partido, "los mismos jugadores nos hacían señas de que no abriéramos la boca", agregó.
En el aeropuerto, los árbitros argentinos tomaron el mismo vuelo que los uruguayos desde Bogotá a Buenos Aires. En el avión, a Espósito se le acercó el presidente de Danubio. "Me mira y me dice: 'Lo pasaron mal, ¿no? Nosotros también", concluyó Espósito, insinuando que los jugadores uruguayos también habían sido amenazados.
Fuente: https://actualidad.rt.com/actualidad/370086-exarbitro-amenazado-escobar-partido-nacional-atletico
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