La presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, manifestó en un comunicado que la regla anunciada este viernes, 'que prohíbe a más de 350 millones de personas de países predominantemente africanos viajar a Estados Unidos, es la discriminación disfrazada como política'.
Según la legisladora por California, los demócratas se opondrán a la nueva política en los tribunales e introducirán un proyecto de ley para 'prohibir la discriminación religiosa en nuestro sistema de inmigración y limitar la capacidad del presidente de imponer restricciones tan sesgadas e intolerantes'.
Varios precandidatos presidenciales también criticaron esta nueva acción del mandatario republicano, entre ellos el exvicepresidente Joe Biden, quien sostuvo que el veto contra naciones con poblaciones mayoritariamente musulmanas 'es una traición directa a la libertad más fundamental de Estados Unidos: la libertad religiosa'.
Esta prohibición es tan racista como tonta. Nos hace más pequeños y más débiles. Estados Unidos es, y siempre será, un país conectado a nivel mundial, y es mejor cuando da la bienvenida a visitantes e inmigrantes, señaló el exalcalde Pete Buttigieg, otro de los aspirantes a la Casa Blanca.
Para la actriz y activista Alyssa Milano, esta polémica decisión del gobernante representa otra forma de separación de familias, una política de supremacismo blanco y una distracción en medio del juicio político contra Trump.
En su cuenta de la red social Twitter la artista compartió un link a la página digital de la campaña No muslim ban ever (Que nunca haya veto musulmán), en la cual se expresa que esta ampliación de las restricciones 'es un ataque explícito contra las familias musulmanas', al dejar a muchas personas sin poder unirse a sus hijos, cónyuges o padres en Estados Unidos.
De acuerdo con el Centro Nacional de Justicia para Inmigrantes, esta expansión del veto se basa únicamente en la crueldad y el racismo.
'Mantener a las familias separadas y bloquear a las personas para que no emigren a los Estados Unidos basándose únicamente en su nacionalidad, no tiene otro interés que el deseo del presidente de distraer a los estadounidenses y arraigar aún más la islamofobia y la xenofobia', afirmó esa agrupación en un comunicado.
Funcionarios del ejecutivo del republicano dijeron ayer que desde el 22 de febrero la nueva proclamación prohibirá a la mayoría de los ciudadanos de Nigeria, Eritrea, Myanmar y Kirguistán venir a trabajar y vivir a Estados Unidos.
Asimismo, los nacionales de Tanzania y Sudán estarán imposibilitados de llegar a este país a través de la llamada lotería de visas, todo como parte de la agenda del presidente destinada a reducir la inmigración para complacer a su base conservadora.
mv/mar
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