AUMENTO SALARIAL, primer desacierto del 2020.
Por: Ricardo Abud.
Por: Ricardo Abud.
Con preocupación leía los rumores
sobre el nuevo aumento salarial, no dando credibilidad a la cantidad de
información o desinformación al respecto, considerando que la economía del
país se encuentra dolarizada, producto
de las desacertadas decisiones de tipo económicas asumidas por los actores
gubernamentales, que si bien, han tenido lugar con ocasión a la procura de la
búsqueda de soluciones a la situación que vivimos producto de la grave guerra
económica externa a la que estamos sometidos, han resultado fallidas.
En este orden, la gran mayoría de
venezolanos de a pie, no entiende la gravedad de la derogación de la Ley de
Ilícitos Cambiarios, que arrojó como consecuencia la infortunada dolarización
de la economía del país, que el mismo Presidente
ha reconocido y le ha dado la buena pro. Lo cierto es que la dolarización del
país venía siendo un hecho desde que dejaron de existir las sanciones reales que
se encontraban establecidas en el marco legal regulador de la actividad de
divisas en el territorio venezolano, en consecuencia, en la actualidad todo el
mundo –los comerciantes formales e informales- hacen lo que les da la gana, mientras
los bancos no venden dólares a los particulares, la pregunta obvia es: ¿De dónde salen tantos dólares en físico al
mercado?
Asimismo, la eliminación del
artículo de la Ley de Precios Justos que refería al control del 30% de ganancia
en la cadena de comercialización, arrojó como resultado, la desaparición del precio
final al consumidor en TODOS LOS
PRODUCTOS del mercado, por consiguiente, el quiebre del equilibrio
económico financiero –razonable- que debe existir en el mundo de la oferta y la
demanda de un mercado justo, pues, al no existir control del margen de ganancia
en el mercado, se impone el libre mercado que favorece, naturalmente, al
comerciante y no al consumidor final, por lo que resulta lógico que cada quien establezca
el precio que le venga en gana ante la ausencia de controles mínimos de orden económico.
Dos medidas que han terminado de arrastrar por el despeñadero la economía del
país y la calidad de vida de la GRAN
MAYORIA DE VENEZOLANOS, anulando la capacidad adquisitiva de los
ciudadanos.
Es por ello que, la expectativa
del aumento salarial, se encontraba enfocada en la esperanza depositada en la
posible implementación de una política salarial reivindicatoria de los
trabajadores, lo que se traduce en lo debería devengar la mayoría de los
ciudadanos por el trabajo HONESTO que realizamos, EN EL ENTENDIDO QUE EL SALARIO DEVENGADO MENSUALMENTE DEBE DE
SATISFACER NUESTRAS NECESIDADES TANTO MATERIALES COMO ESPIRITUALES Y ESO ES UN
CLARO EJEMPLO DE LO QUE DEBE SER EL SALARIO, EL MISMO NO SOLO DEBE SATISFACER
LAS NECESIDADES MATERIALES, EL SALARIO DE POR SÍ, SATISFACE NUESTRAS
NECESIDADES ESPIRITUALES, LO MATERIAL Y ESPIRITUAL ES UNA UNIDAD DIALÉCTICA,
MARXISTA, LA POLÍTICA SALARIAL COADYUVA NECESARIAMENTE A LA REALIZACIÓN
INDIVIDUAL Y COLECTIVA EN LA SOCIEDAD, CRECE SU AUTOESTIMA Y MEJORA SU
CONDICIÓN SOCIAL.
Por otro lado, el deterioro del
salario ante los ingresos de las diferentes formas de propiedad, como fuentes
de ingreso, generan crisis y la agudización de las contradicciones en la
sociedad, otro de los elementos fundamentales del problema económico en nuestro
país.
En la realidad social que
vivimos, existe un profundo desestimulo al trabajo y a la formación o
mejoramiento académico, con el correspondiente deterioro de la productividad,
la disminución de la producción y el debilitamiento del papel rector del Estado
en la actividad económica del país. Ratifico, más allá de las políticas
sociales que ha implementado el Ejecutivo para intentar contrarrestar tanto los
efectos de la dura guerra económica que enfrentamos, las fallidas políticas
económicas aplicadas en el país, así como, el deterioro gradual en la
producción de las Industrias Básicas del Estado.
En la actualidad la circulación
del dinero físico en divisas es mayor que la del Bolívar, nadie -comerciante
formal e informal- quiere aceptar como forma de pago la moneda de curso legal
en Venezuela, fija sus precios en divisas; y si de pagar en bolívares es el
caso, debe hacerlo al cambio paralelo, debido a que el cambio oficial la han
convertido en una quimera. Si aumenta el precio de la divisa el poder
adquisitivo sigue disminuyendo, mientras que si sube y permanece estable,
entonces incrementan el precio de los artículos en bolívares, sino les funciona
económicamente, entonces aumentan el precio de los productos en dólares y
continúan empobreciendo al pueblo venezolano ante una indolencia generalizada,
mientras, las Instituciones quedaron para alimentar más el burocratismo ya que
no pueden salir a supervisar, no existe basamento jurídico que les permita
corregir las distorsiones.
Las redes sociales se mantienen
en silencio, los “autodenominados INFLUENCERS” hacen MUTE, o siguen descargando
su molestia a los -HDP- empresarios, bachaqueros y afines, ocultando (por
desconocimiento o desinformación) la realidad del problema y su raíz, nadie
habla sobre la derogación de la Ley de Ilícitos Cambiarios ni de la eliminación
del margen de comercialización de los productos, pero cuestionan que el SUNDDE
no sale a la calle, la pregunta es: ¿PARA
QUÉ SALIR A LA CALLE SINO PUEDEN SANCIONAR?
Por qué no decir la verdad, de
qué sirve ocultarla, hablarle claro al país es necesario. Hoy los productos no
tienen precio marcado, porque fue eliminado el margen de comercialización o ganancia, eso hay que decírselo al pueblo, no existen
precios justos en alimentos y medicinas. Los empresarios especulan y roban
porque nadie los puede controlar ni sancionar, al igual que los bachaqueros,
vivimos en una sociedad de cómplices en todos los niveles.
El aumento salarial, el mínimo
antes de ser anunciado ya solo sirve para comprar un Kilogramo de Queso, por lo
menos los pensionados solo tendrán para comprar un solo producto. Ya nadie
quiere trabajar, solo quieren salir a la calle a ver como se ganan unos cuantos
dólares, de qué sirve graduarte de profesional o especialista en un área, sino
vas a ejercer; tal cual como aún sigue ocurriendo en Cuba, en la cual se
invierte todo el dinero del mundo en educación, para que luego de graduado
salgan a rebuscarse en la calle, ya que la económica se maneja en CUC, y los
salarios en pesos que no sirven para.
Venezuela sigue ese ejemplo, invierte en educación mucho dinero y luego
ese profesional sale a la calle a ver como se gana unos dólares, ya que la Administración
Pública y muchas Empresas pagan en bolívares mientras que el consumo es en
dólares. ¿Socialismo?
Si Venezuela es hoy un país
socialista o vive el carácter socialista de desarrollo, la premisa fundamental
de esa orientación debería definir el objetivo de la producción socialista y
las vías para su realización, que no es otra cosa que la plena satisfacción de
las constantes y crecientes necesidades materiales y culturales del pueblo, por
medio del crecimiento continuo y del perfeccionamientos de la producción social
elevando su efectividad, lo que al mediano plazo se transforma en un creciente
necesidad al surgimiento de nuevas posibilidades de desarrollo y estimularán su
consiguiente aplicación en el perfeccionamiento y planificación de la
producción, lo cual se traduciría en salarios justos que satisfagan las
necesidades materiales del trabajador y por consiguiente sus necesidades
espirituales en armonía perfecta.
Si hoy un trabajador activo vive
estresado, qué quedará para un pensionado(a), jubilado(a) que vive el martirio
del costo tan elevado de productos alimenticios y de medicamentos, para ellos
no hay Tabla Salarial, un profesional Jubilado(a) con Magister o Doctorado
ganara 250 mil bolívares, de qué sirve jubilarse y recibir una pensión en
Venezuela (?), cuál es el logro de haber pensionado al 100% de los hombres y
mujeres en edad de pensión, si la misma solo alcanza para comprar un kilo de
queso mensual. No sé si es un caso único
Venezuela, donde un profesional jubilado(a), con el tiempo, pasa a devengar
salario mínimo.
Es hora de rectificar, estudiar e
implementar mecanismos que permitan regular la actividad económica, ver que
está sucediendo en la Argentina, por ejemplo, con los PRECIOS CUIDADOS y PRECIOS ESENCIALES, cuáles son sus beneficios y
si son eficaces.
Hay que desmontar el mito de la
buena voluntad de empresarios, solo como un ejemplo: cuando se eliminó el
Artículo de la Ley de Precios Justos que se refería al 30% de ganancia en la
cadena de comercialización, es un hecho que de inmediato aparecieron casi ocho
(08) marcas de Harina Precocida, guiados por los precios que imponía la marca
de los Mendoza (Harina Pan), empresarios que montaron esas fábricas en algunos
casos con financiamiento del gobierno (quienes deberían ser los primeros a ser
llamados a establecer márgenes de precios justos).
Es necesario regular la actividad
económica del país, de lo contrario no habrá política pública que desmonte la
disposición económica tan grande que vive la Nación. Si ya no se puede seguir
defendiendo el Bolívar Soberano, entonces habrá que pagar el salario en divisa
o en la criptomoneda, como una forma de nivelar y defender el salario de los
trabajadores, obviamente, acompañado con el establecimiento de medidas
regulatorias que sancionen a los infractores en la cadena de producción y
comercialización.
NO HAY NADA MÁS EXCLUYENTE QUE SER POBRE.
PD: Pregunto: ¿Porque nadie en el
alto gobierno escucha o atiende las propuestas de la camarada Economista
Pascualina Curcio o del resto de los especialistas formados e informados en el
área, si los sesudos economistas del Gobierno y los asesores externos no han
podido brindar acertadas soluciones al problema económico del país?
Así es!!! muy buena tu publicación y lo tristees es q cada día se hunde mas el país en la miseria
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