Con una posición tradicionalmente incómoda para las élites políticas y económicas, Unidas Podemos (UP) persistirá en las elecciones generales del venidero 10 de noviembre en formar parte de un futuro Gobierno de coalición.
En su primer mitin de campaña, celebrado el pasado viernes en Mallorca (islas Baleares), el líder de UP, Pablo Iglesias, advirtió a la ciudadanía que el destino que quieren los poderosos para este país es la restauración del bipartidismo.
Iglesias aludió a las casi cuatro décadas de alternancia en el poder de los partidos Popular (PP, conservadores) y Socialista Obrero Español (PSOE, socialdemócratas), que terminó en 2015 con la irrupción de nuevas formaciones políticas.
Ese mismo día, pero desde la ciudad vasca de Vitoria, el líder del PSOE, Pedro Sánchez, rechazó de forma categórica que su pretensión sea pactar con la derecha un eventual Gobierno tras los comicios del venidero domingo.
Sánchez aseguró que la centenaria agrupación socialdemócrata -que en octubre de 2016 facilitó con su abstención la permanencia de Mariano Rajoy en la presidencia- no negociará una 'gran coalición' con el PP, como viene denunciando Unidas Podemos.
Los votantes progresistas no tienen que tener ningún temor ante esa hipotética alianza, enfatizó el actual presidente del Gobierno en funciones, al que los sondeos ubican nuevamente como favorito, pero sin la mayoría necesaria para gobernar en solitario.
'Lanzo un compromiso y vosotros sabéis que cuando hago un compromiso lo cumplo', arengó el político a sus seguidores, y acto seguido preguntó a su par de UP si seguirá bloqueando un ejecutivo encabezado por el PSOE.
El mandatario interino aludió al fracaso de las negociaciones entre los socialistas y el grupo confederal de izquierda, que descartó una propuesta de administración conjunta en la que, según su criterio, Sánchez ofreció ministerios carentes de competencias.
Precisamente, la cita con las urnas del día 10, las cuartas en cuatro años, llega después de que el secretario general del PSOE no consiguiese ser investido por el Congreso de los Diputados tras los comicios del pasado 28 de abril.
'Nosotros no vamos a regalar su voto, su voto es un mandato sagrado para estar en el Gobierno cambiando las cosas en este país', prometió el sábado Iglesias a sus votantes cuando el gobernante en funciones le pidió aclarar si después del domingo seguiría con el 'bloqueo'.
Defenderé 'con uñas y dientes' que cada voto que reciba el 10N (10 de noviembre) se transforme en poder desde el minuto uno para cambiar las cosas desde el Gobierno, enfatizó.
El también líder de la agrupación antiausteridad Podemos confesó que se fía poco de las palabras de Sánchez, cuando negó un eventual pacto con los conservadores.
A su juicio, lo que el mandatario no aclaró es si, en caso de volver a ser la fuerza más votada, buscará que el máximo dirigente del PP, Pablo Casado, le facilite la investidura a través de una abstención.
Consideró una falta de respeto que Sánchez insista en querer gobernar en solitario cuando 'no aspira ni de lejos a tener mayoría absoluta'.
Remarcó que los poderes económicos quieren para el país una restauración del bipartidismo, pero esta vez no mediante la alternancia en el poder del PP y el PSOE, sino gobernando juntos o acordando una investidura.
Antes de las elecciones de abril, el secretario general de Podemos ya definió al sistema político español como una democracia limitada en la que, denunció, la autoridad descansa sobre una veintena de familias en detrimento de su parlamento.
Desde la emblemática plaza Juan Goytisolo, donde la llamada formación morada celebró su irrupción en la política en los comicios europeos de 2014 -primeras en las que obtuvo representación-, el dirigente lanzó un duro discurso contra quienes 'mandan más que los diputados'.
'Nos han dicho que la soberanía reside en el Parlamento, que las diputadas tienen el poder, que todos vosotros votáis a los que toman las decisiones. No es verdad', arremetió el líder de la agrupación izquierdista, nacida hace apenas cinco años.
Según su criterio, el Congreso de los Diputados no tiene la supremacía que debería tener en democracia.
'Hay 20 familias en este país que tienen más poder que cualquier diputado', insistió Iglesias, luego de citar los apellidos de varias de ellas.
Además, tachó a 'las multinacionales, los bancos, los fondos buitre y los dueños de los medios de comunicación' como los principales aglutinadores de esa hegemonía política que 'hacen que la democracia sea limitada en España'.
Son los que toman las decisiones, a pesar de que nadie les voto, remarcó el dirigente, quien reivindicó a Unidas Podemos como la única opción 'contra los que mandan de verdad'.
tgj/edu
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