Aunque el acto tiene carácter informal, el Palacio del Elíseo lo consideró una oportunidad para que el mandatario interactúe con los habitantes de la comunidad que fue escenario el 17 de agosto de 1944 de la expulsión de los fascistas, poco después del desembarco en Provenza de tropas francesas y aliadas.
Macron prometió asistir todos los años a la celebración en Bormes-les-Mimosas, poblado del sureño departamento de Var que acoge la residencia presidencial veraniega, Fuerte Bregancon.
El jefe de Estado llegó a finales de julio a este territorio, donde el lunes recibirá al líder de Rusia, Vladimir Putin, encuentro que genera expectativas a partir de las tensiones occidente-Moscú ante conflictos como los de Ucrania y Siria.
Hace dos días, el mandatario francés participó en la necrópolis de Boulouris, cerca de Saint-Raphael, en el homenaje a los protagonistas del desembarco en Provenza, el cual calificó de 'segundo acto de nuestra liberación', porque tuvo lugar apenas dos meses después del ocurrido en Normandía.
Macron recordó el coraje y el sacrificio de decenas de miles de hombres, en su inmensa mayoría procedentes del norte de África y la región subsahariana de ese continente.
Francia tiene una parte de África, que se vio en Provenza, subrayó el jefe de Estado, quien pidió a los alcaldes que nombren calles y plazas en honor a los soldados argelinos, marroquíes, tunecinos, senegaleses, guineanos y marfileños que combatieron entonces junto a franceses de la metrópoli y los aliados estadounidenses, ingleses y canadienses.
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