El buque patrullero Vasili Bikov y la embarcación de seguimiento radioelectrónico Ivan Kurs se encargan de seguir de cerca al barco de guerra norteamericano, indicó el Mindef.
Más de 30 naves aéreas, incluidos cazas, bombarderos y helicópteros de la flota rusa del mar Negro participaron la semana pasada en maniobras, cerca de las costas de Crimea.
El ejercicio de las tropas rusas, con participación de unos 300 militares, se realizó en medio de los juegos de guerra practicados en el mar Negro por buques de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).
Durante una reciente reunión de cancilleres de la OTAN, Estados Unidos propuso la posibilidad de que las embarcaciones de ese bloque escolten a buques de la Armada ucraniana en su paso por el estrecho de Kerch, hacia el mar de Azov.
Moscú consideró tal anuncio como una abierta provocación de la alianza atlántica, pues conocen de sobra que esta nación de ninguna forma se quedará con los brazos cruzados, si alguna nave de guerra intenta pasar por el mencionado estrecho, según las autoridades rusas.
Acuerdos firmados entre Rusia y Ucrania consideran el mar de Azov como una cuenca compartida y para uso exclusivo de esos dos países.
El general retirado Leonid Ivashov estima que una provocación de la OTAN en el mar Negro buscaría frenar el acercamiento de Rusia y Turquía para obligar a Ankara a involucrarse en un conflicto regional con Moscú en esa cuenca.
De acuerdo con el jefe de la Academia de Problemas Estratégicos, ello haría abortar la terminación del gasoducto Torrente Turco que Ankara y Moscú construyen de conjunto.
Para Serguei Sudakov, de la Academia de Ciencias Militares, una provocación de la alianza atlántica buscaría una respuesta fuerte de Moscú para justificar su presencia en la región y crear otro pretexto para más sanciones de Occidente contra esta nación.
oda/to
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