El país asiático celebró este domingo un referendo de carácter no vinculante sobre el traslado de una base aérea de Estados Unidos (EE.UU.)
Este domingo se celebró en Japón un referendo de carácter no vinculante donde se consultó a la población sobre el traslado de la base aérea de Estados Unidos (EE.UU.) de Futenma, ubicada actualmente en Ginowan, a la zona costera de Henoko.
Las primeras encuestas de las consultoras japonesas indican que más del 70 por ciento de los ciudadanos rechazaron este domingo el traspaso de las instalaciones militares como pretende el Gobierno de EE.UU..
Sin embargo, el referendo no tiene el poder para impactar las decisiones del primer ministro japonés, Shinzo Abe, quien desde abril de 2017 ha dirigido su apoyo hacia la construcción de la nueva base estadounidense.
El periodista japonés, Daisuke Tsuda, aseguró en un mensaje de Twitter que el referendo simboliza una victoria en términos de representación popular, pues se estima que la participación superó el 50 por ciento de los electores convocados.
¿Por qué los japoneses se oponen a la nueva base?
Vale la pena hacer un recuento y resaltar los hechos que arrojan luz respecto a la negativa del pueblo japonés en el referendo.
Un hecho notable fue la violación de una estudiante local de 12 años, perpetrada por militares estadounidenses. El suceso ocurrió en septiembre de 1995.
Al año siguiente Japón y EE.UU. pactaron la devolución de la base aérea a la nación asiática. Se haría en un plazo de cinco a siete años y en diciembre de 1999 la administración local determinó un plan para el traslado de las funciones de Futenma a Henoko.
Para el 2013, ambos Gobiernos estipularon extender el plazo de retorno hasta el año 2022.
En abril del 2017, el gobierno central reactivó los procesos técnicos para la construcción de la nueva base y en diciembre inició el trabajo de relleno sanitario en Henoko.
En este sentido, pobladores locales cuestionaron el impacto ecológico que tendría la reubicación. Al respecto, el ministerio de Defensa japonés planea tomar aproximadamente 160 hectáreas en aguas de Henoko para levantar dos pistas de 1800 metros.
Las bases militares estadounidenses en territorio japonés fueron construídas en zonas expropiadas a los residentes y han permanecido bajo el dominio del imperialismo norteamericano.
Este domingo se celebró en Japón un referendo de carácter no vinculante donde se consultó a la población sobre el traslado de la base aérea de Estados Unidos (EE.UU.) de Futenma, ubicada actualmente en Ginowan, a la zona costera de Henoko.
Las primeras encuestas de las consultoras japonesas indican que más del 70 por ciento de los ciudadanos rechazaron este domingo el traspaso de las instalaciones militares como pretende el Gobierno de EE.UU..
Sin embargo, el referendo no tiene el poder para impactar las decisiones del primer ministro japonés, Shinzo Abe, quien desde abril de 2017 ha dirigido su apoyo hacia la construcción de la nueva base estadounidense.
El periodista japonés, Daisuke Tsuda, aseguró en un mensaje de Twitter que el referendo simboliza una victoria en términos de representación popular, pues se estima que la participación superó el 50 por ciento de los electores convocados.
¿Por qué los japoneses se oponen a la nueva base?
Vale la pena hacer un recuento y resaltar los hechos que arrojan luz respecto a la negativa del pueblo japonés en el referendo.
Un hecho notable fue la violación de una estudiante local de 12 años, perpetrada por militares estadounidenses. El suceso ocurrió en septiembre de 1995.
Al año siguiente Japón y EE.UU. pactaron la devolución de la base aérea a la nación asiática. Se haría en un plazo de cinco a siete años y en diciembre de 1999 la administración local determinó un plan para el traslado de las funciones de Futenma a Henoko.
Para el 2013, ambos Gobiernos estipularon extender el plazo de retorno hasta el año 2022.
En abril del 2017, el gobierno central reactivó los procesos técnicos para la construcción de la nueva base y en diciembre inició el trabajo de relleno sanitario en Henoko.
En este sentido, pobladores locales cuestionaron el impacto ecológico que tendría la reubicación. Al respecto, el ministerio de Defensa japonés planea tomar aproximadamente 160 hectáreas en aguas de Henoko para levantar dos pistas de 1800 metros.
Las bases militares estadounidenses en territorio japonés fueron construídas en zonas expropiadas a los residentes y han permanecido bajo el dominio del imperialismo norteamericano.
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