A pesar de la afirmación del ministerio de Salud sobre la inexistencia en el país de huevos contaminados con el pesticida fipronil, prevalece hoy en Italia la preocupación en torno a su consumo de ese producto avícola.
En un comunicado emitido la víspera, el organismo gubernamental aseguró que tras investigar las importaciones de ese producto realizadas en los últimos meses, se ubicó sólo el caso de una empresa que adquirió alimentos procesados en Francia con huevos provenientes de Holanda, los cuales fueron ocupados antes de su puesta a la venta.
El consumo de alimentos contaminados con fipronil provoca malestares como mareos, sudoraciones, vómitos, dolores de cabeza y de estómago, entre otros.
No obstante, el Ministerio señaló que continuará evaluando con atención las informaciones relacionadas con la circulación de lotes de huevo en Europa, tomando en cuenta las nuevas pistas emitidas por el sistema de alerta comunitario, procedentes de países no involucrados originalmente.
Como medida preventiva, las autoridades sanitarias italianas pusieron en marcha un mecanismo para la vigilancia sistemática sobre la carne de pollo, huevos y derivados en el mercado local para detectar la presencia del insecticida.
Por su parte, el responsable de seguridad alimentaria de la Confederación Nacional de Agricultores Directos (Coldiretti), Rolando Manfredini, culpó a la debilidad de las políticas europeas sobre esta materia, 'inclinadas a favor de la gran industria y sordas respecto a los pequeños productores y consumidores'.
El problema, como lo plantea Manfredini en entrevista publicada por el diario Il Fatto Quotidiano, se centra en la ausencia de una trazabilidad total de los componentes de los alimentos a través de las etiquetas de los productos, visto por la Comisión Europea como 'una suerte de atentado a la libre circulación de mercancías'.
Aseveró que detrás de ese concepto se esconden en realidad los intereses de los industriales de la transformación en el sector alimentario, para abastecerse de materia prima donde más les convenga, sin tener que dar explicaciones y 'mucho menos al consumidor final'.
De esta manera, el perjudicado termina siendo una vez más el consumidor final como último eslabón de la cadena productiva 'abandonado y sin posibilidad de defensa'.
tgj/fgg/cvl
0 comentarios:
Publicar un comentario