Los trabajadores del Banco de Inglaterra convocaron el pasado martes la primera huelga en la historia de la institución después de que las conversaciones de última hora entre el sindicato y la patronal no fueran fructíferas.
El personal de mantenimiento, de recepción y de seguridad del Banco inició una huelga de tres días para reclamar un aumento salarial.
El sindicato Unite informó, mediante un comunicado, que la huelga "empezó con una manifestación delante del Banco, en la City de Londres, en presencia del ministro de Finanzas del gabinete de la oposición laborista, John McDonnell".
Para la protesta, los manifestantes llevaban máscaras del gobernador del banco, Marc Carney, y enarbolaban pancartas con su imagen en las que se podía leer: "El personal del Banco de Inglaterra quiere un salario justo".
La decisión de ir a la huelga responde a la propuesta de limitar el alza salarial de la plantilla de trabajadores de la institución a un por ciento, un incremento muy por debajo de la inflación, que el pasado mes de mayo alcanzó 2.9 por ciento, su nivel más alto en cuatro años.
Según el sindicato, el personal de la institución está indignado por haber recibido "una oferta de salarios por debajo de la inflación por segundo año consecutivo".
"El nivel de aumento implica que cerca de un tercio del personal no tendrá aumento en el 2017", precisó el sindicato.
En este sentido, la agrupación sindical reclamó que el Banco de Inglaterra regrese a la mesa de negociaciones para discutir el pago de un sueldo justo para sus empleados y advierte que, si no se arregla esta disputa salarial, el sindicato consultará a sus afiliados en otros departamentos de la institución como parte de un plan para escalar la dimensión de la protesta.
En declaraciones pasadas, Mercedes Sánchez, responsable regional del sindicato sostuvo que "Mark Carney necesita poner en orden su propia casa", al tiempo que señaló que el dirigente de la institución "ya no puede cerrar los ojos ante lo que está ocurriendo en su propia parcela".
Esta huelga, es apoyada por 95 por ciento de los miembros del sindicato y será la primera de trabajadores que se produce en la sede de la institución en sus 50 años de historia.
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