En una rueda de prensa, el presidente estadounidense Donald Trump aseguró que seguirá trabajando con Colombia y otros países de la región para lograr una Venezuela "estable y pacífica".
La crisis política y económica en Venezuela es una "vergüenza para la humanidad" y constituye una situación que la región no había visto "en décadas", afirmó el presidente estadounidense Donald Trump este jueves.
El jefe de Estado norteamericano aseguró que trabajará con sus homólogos del continente americano porque "a todo el continente le conviene que ese país sea estable y pacífico".
Las actividades fiscales de Estados Unidos revelan que esta nación destinó 5,5 millones de dólares en 2017 a organizaciones en Venezuela para defender “las prácticas democráticas, instituciones y valores que apoyan los derechos humanos”, acción que ha sido denunciada por Venezuela como una forma de financiar grupos desestabilizadores contra el Gobierno de Nicolás Maduro.
La cifra se desprende del informe de justificación del presupuesto del Congreso, Departamento de Estado, Operaciones Extranjeras y Programas Relacionados de EE.UU. (página 96).
En el informe fiscal estadounidense de 2017, aseguran que los recursos buscan involucrar “grupos en el proceso democrático” en Venezuela.
"Estados Unidos está del lado de todos quienes desean ser libres. Una Venezuela estable y pacífica está en el interés de todo el hemisferio", dijo Trump durante una conferencia de prensa después de reunirse con su homólogo colombiano, Juan Manuel Santos. "Seguiremos trabajando con Colombia y con otros países para tratar la crisis en Venezuela", culminó Trump.
"Haremos lo que sea necesario, trabajaremos con otros para ayudar a arreglar la crisis económica y humanitaria en Venezuela", aseguró el presidente estadounidense.
El presidente Juan Manuel Santos destacó la importancia de esta unión bilateral para el avance de Latinoamérica.
Este miércoles el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas aseguró que Venezuela no entra dentro de su agenda luego de que Estados Unidos convocara una reunión para debatir sobre Venezuela.
La representante de EE.UU. frente a la ONU, Nikki Haley, defendió la convocatoria en el Consejo y aseguró que se trataba de una estrategia de prevención.
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