Un estudio revela que tan sólo el 8% de los actores puede vivir de su trabajo en España. La inmensa mayoría de ellos tiene que sobrevivir con otros trabajos.
En el mundo de la interpretación, por detrás de la reducida y brillante élite de actores famosos hay una realidad laboral menos conocida, casi siempre eclipsada por los carteles luminosos, los flashes de los fotógrafos y el brillo de las super-estrellas de la gran pantalla. No todo son super-producciones, alfombras rojas, vestidos de diseño y copas de champán. Ni siquiera en Hollywood. En España, por ejemplo, ser actor significa tener muchas posibilidades de sufrir una increíble precariedad laboral.
Según el Estudio sociolaboral del colectivo de actores y bailarines en España, elaborado por la fundación AISGE, "los actores y actrices españoles que tienen trabajo en el sector artístico son menos de la mitad del colectivo. Y de entre el total de artistas, poco más del 8% pueden llegar a fin de mes gracias a su talento interpretativo".
El estudio describe un panorama desolador, del que los principales medios de comunicación en España se están haciendo eco. Según el mismo informe, los actores que sí tienen trabajo perciben en cualquier caso "unos ingresos muy modestos, a menudo ínfimos". Los datos aportados en este sentido son demoledores: "del total de actores y actrices españoles, solo el 8,17 por ciento cobran 12.000 o más euros anuales y, en consecuencia, pueden vivir de esta profesión. Si colocamos el listón en quienes cobran 30.000 o más euros del año y disfrutan de cierta holgura económica, resulta que hablamos de apenas el 2,15 por ciento del colectivo".
Aún hay más: "Entre los que cobran por su trabajo como actores, más de la mitad (el 53 %) no supera los 3.000 euros anuales. En concreto, el 29% obtuvo menos de 600 euros durante todo el año (una media de 50 euros mensuales), mientras que otro 24% se quedó en la franja entre los 601 y los 3.000 euros.
Actores poniendo copas o atendiendo llamadas en un call-center
Uno de los principales problemas para los actores es la naturaleza intermitente de sus trabajos y la inestabilidad laboral que ello produce.
"Ante esta grave situación de precariedad -destaca el estudio de AISGE-, los actores y actrices españoles buscan otras fuentes de ingresos: el 46% tiene habitualmente un empleo al margen de la profesión artística. El 13 por ciento encuentra ocupaciones más o menos relacionadas con el sector y el 33%, en trabajos que nada tienen que ver con los platós o los escenarios".
Los empleos ajenos al sector más habituales entre nuestros actores son, por este orden: docente, comercial, camarero, administrativo, empleado en sanidad, teleoperador, traductor y azafato.
"Tomárselo como un hobbie"
Hemos hablado con Ruben Tejerina, un poeta, actor y director teatral español que además trabaja en una productora y puede contarnos de primera mano cuál es su percepción de esta realidad que describe el estudio. Nos confirma que "no hay trabajo para todos los que somos. Es bien sabido que en España, todo aquel que es actor tiene que tomárselo casi como un hobbie, casi siempre hay que trabajar en hostelería o en otras cosas y compaginar eso con tu verdadera profesión o vocación".
Tejerina señala que uno de los problemas está en las costumbres del público español, que "no es gran consumidor de teatro ni de cine español", y añade que "hay que educar al público para que pueda haber una mayor industria". Por otro lado lamenta que las productoras no suelen atreverse a cambiar de actores a la hora de afrontar nuevos proyectos: "indiscutiblemente es un negocio, y de alguna manera tienen que asegurar que la gente acuda, y una de las formas es recurrir a intérpretes conocidos, pero se podrían combinar actores protagonistas conocidos con otras apuestas que renueven el panorama, como hacen en Estados Unidos".
De la consciencia de Rubén Tejerina de la importancia del factor social y cultural sobre la precariedad económica en el mundo de las artes nació uno de sus videos más vistos, realizado junto al también actor Elio González. Lleva por título 'Muertos de hambre' y se centra precisamente en el escaso valor que se le da el arte en la sociedad.
"Siempre ha sido una realidad muy precaria"
También hemos preguntado a Ruth Franco, una de las representantes de actores más importantes de España. Entre sus clientes están algunos de los actores más famosos y más "interesantes para el mercado" -en sus propias palabras- de su país. En su opinión "la situación es tremenda, y aunque es verdad que en los últimos años se ha degradado, siempre ha sido una realidad muy precaria". Como ella misma dice, los actores saben que su carrera es "una carrera de fondo, un sacrificio", pero en España hay demasiados actores "que se quedan por el camino". En su opinión, esa degradación de los últimos años tiene mucho que ver con la crisis económica y con el "posicionamiento del Ministerio de Hacienda en contra de la cultura", en alusión al gravamen del 21% que se impuso durante la pasada legislatura a los productos y bienes culturales (teatro, cine, conciertos, etc).
Elena Lázaro es también representante de actores, y también atestigua la precariedad de la que nos habla el informe: "Es un problema que habría que remediar. Y es complicado, porque no hay un sentido gremial de la profesión. Los propios actores deben hacer valer sus derechos mínimos, pero la realidad es que si un actor rechaza un proyecto porque está por debajo del mínimo estipulado en el convenio laboral, siempre va a haber otro actor que acepte el proyecto". Además señala que "muchas veces es la publicidad la que financia la permanencia de una serie en una cadena de televisión. Y la publicidad quiere rostros conocidos en una serie en la que van a invertir con anuncios antes, durante y después de la emisión". Eso, lógicamente, perpetúa uno de los problemas endémicos del mundo de la interpretación en España: siempre los mismos actores, siempre las mismas caras conocidas, cuando hay muchísimos otros actores con talento a los que la industria les niega oportunidades.
La necesidad de una legislación realista
"El sector ya está acostumbrado a esta situación. Muchos actores tienen que trabajar en otra cosa", dice resignado el secretario general de la Unión de Actores y Actrices, Iñaki Guevara. En su opinión, de todas formas, "puede haber soluciones. Nosotros llevamos años peleando por el Estatuto del Artista, porque creemos que una legislación adecuada puede ayudar a paliar un poco esta situación. Los actores son y seguirán siendo trabajadores intermitentes, porque su trabajo es así, las películas empiezan y se terminan, las obras de teatro empiezan y terminan...y es necesario que en la sociedad se legisle en función de esa intermitencia para que asuntos como la cotización a la seguridad social, la jubilación, las bajas de maternidad o los periodos fiscales ofrezcan un funcionamiento más acorde con su realidad".
Desde la Unión de Actores y Actrices también piden al Gobierno que se trate a la cultura como "un sector estratégico de la economía". Porque la cultura también genera riqueza. "Cuando haces una película no hay sólo contratos e impuestos a actores, sino a trabajadores de todo tipo; técnicos, conductores, catering, hoteles, decoradores... una sola película de 20 actores podría generar o activar, directa o indirectamente, unos mil empleos, y eso hay que contemplarlo". Guevara está esperanzado porque en esta presente legislatura ha encontrado un gobierno algo más dialogante, y espera poder sacar adelante una legislación que alivie, al menos en parte y tanto como sea posible, la precaria situación de los actores en España.
David Romero
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