Washington, 16 feb (PL) Los escándalos por la renuncia de Michael Flynn, asesor de Seguridad Nacional del presidente Donald Trump, y las filtraciones de información confidencial a la prensa, están hoy en el centro del debate político en Estados Unidos.
El diario The New York Times anunció este jueves que Trump prevé nombrar al multimillonario Stephen A. Feinberg, uno de sus cercanos colaboradores, para supervisar la actividad de los servicios de inteligencia, designación que los directivos de las agencias de espionaje ven con preocupación debido a que ese individuo carece de experiencia en esa esfera.
Este hecho se suma a las ya tensas relaciones entre esas agencias federales y Trump, quien las acusó de filtrar a la prensa informaciones clasificadas acerca de la renuncia de Flynn.
Entretanto, los congresistas republicanos Jason Chaffetz y Bob Goodlatte, jefes del Comité de Supervisión Gubernamental y del Comité Judicial, respectivamente, de la Cámara de Representantes, pidieron formalmente al Departamento de Justicia investigar las circunstancias en que estos datos llegaron a los medios.
Tenemos serias preocupaciones acerca de los problemas en la protección de informaciones clasificadas, porque esto tiene graves efectos en la seguridad nacional, señalaron los dos legisladores en una declaración conjunta.
El sitio digital The Hill destaca este jueves la opinión de expertos en la dinámica de la Casa Blanca, quienes consideran que la salida de Flynn subrayó el creciente poder del vicepresidente Mike Pence en la Administración.
Su renuncia se debió a que el exgeneral informó de manera imprecisa a Pence acerca de las conversaciones telefónicas que sostuvo en diciembre con el embajador ruso en Washington, Sergey Kislyak.
Esto fue un recordatorio de la influencia del exgobernador de Indiana en las decisiones del Ejecutivo, añade el artículo de The Hill, firmado por Niall Stanage.
Por otra parte, The Washington Post señala este jueves que la decisión de Andrew Puzder, nominado por Trump para ocupar la secretaría de Trabajo, de retirar su candidatura, empeora la situación en que se encuentran actualmente el jefe de la Casa Blanca y sus asesores.
La salida de Puzder tuvo lugar ante la creciente resistencia de senadores demócratas y republicanos a confirmarlo para ese puesto, teniendo en cuenta los antecedentes negativos en su desempeño como empresario y el hecho de que mantuvo como empleada en su casa a una inmigrante indocumentada.
De acuerdo con el Post, la salida de Puzder del proceso de aval en la Cámara alta amplificó el deterioro que existe en las relaciones entre la Casa Blanca y el Capitolio, en medio de todos los escándalos que sacuden al sistema político estadounidense.
lma/rgh
Este hecho se suma a las ya tensas relaciones entre esas agencias federales y Trump, quien las acusó de filtrar a la prensa informaciones clasificadas acerca de la renuncia de Flynn.
Entretanto, los congresistas republicanos Jason Chaffetz y Bob Goodlatte, jefes del Comité de Supervisión Gubernamental y del Comité Judicial, respectivamente, de la Cámara de Representantes, pidieron formalmente al Departamento de Justicia investigar las circunstancias en que estos datos llegaron a los medios.
Tenemos serias preocupaciones acerca de los problemas en la protección de informaciones clasificadas, porque esto tiene graves efectos en la seguridad nacional, señalaron los dos legisladores en una declaración conjunta.
El sitio digital The Hill destaca este jueves la opinión de expertos en la dinámica de la Casa Blanca, quienes consideran que la salida de Flynn subrayó el creciente poder del vicepresidente Mike Pence en la Administración.
Su renuncia se debió a que el exgeneral informó de manera imprecisa a Pence acerca de las conversaciones telefónicas que sostuvo en diciembre con el embajador ruso en Washington, Sergey Kislyak.
Esto fue un recordatorio de la influencia del exgobernador de Indiana en las decisiones del Ejecutivo, añade el artículo de The Hill, firmado por Niall Stanage.
Por otra parte, The Washington Post señala este jueves que la decisión de Andrew Puzder, nominado por Trump para ocupar la secretaría de Trabajo, de retirar su candidatura, empeora la situación en que se encuentran actualmente el jefe de la Casa Blanca y sus asesores.
La salida de Puzder tuvo lugar ante la creciente resistencia de senadores demócratas y republicanos a confirmarlo para ese puesto, teniendo en cuenta los antecedentes negativos en su desempeño como empresario y el hecho de que mantuvo como empleada en su casa a una inmigrante indocumentada.
De acuerdo con el Post, la salida de Puzder del proceso de aval en la Cámara alta amplificó el deterioro que existe en las relaciones entre la Casa Blanca y el Capitolio, en medio de todos los escándalos que sacuden al sistema político estadounidense.
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