Río de Janeiro, 5 ago (PL) Sendas manifestaciones populares para denunciar el golpe de Estado parlamentario en curso en Brasil y el carácter excluyente de los Juegos Olímpicos Río 2016, antecederán hoy aquí la inauguracion de la mayor fiesta del deporte mundial.
Los participantes exigirán la salida del Palacio de Planalto del presidente provisional Michel Temer, a quien tildan de golpista, y reclamarán además que no haya un derecho menos de los conquistados en los últimos 13 años de gobierno del Partido de los Trabajadores (PT).
El grito contra el golpe es en legítima defensa, pues el proceso ilegítimo de impeachment (contra la presidenta consitucional Dilma Rousseff) daña la democracia y viola la Constitución, retirando conquistas y lesionando la soberanía nacional, subraya el llamamiento a la protesta.
Señala además que el pedido de juicio político contra Rousseff carece de fundamento legal, sino se trata "de un golpe de Estado, planeado y conducido, incluso, para detener las investigaciones (de la operación anticorrupción Lava Jato) que alcanzarían a los propios golpistas".
Advierte que en las últimas semanas los grandes medios se esfuerzan por tratar el impeachment como un hecho consumado, ocultado las movilizaciones que están ocurriendo en el país y la figura de la Presidenta legítima.
Ese esfuerzo -alerta más adelante- será intensificado em los próximos días, omitiendo la crisis política y económica por la que atraviesa Brasil con una cobertura nacionalista de las Olimpíadas.
Con todo, tenemos conciencia de que es posible revertir la votación (sobre la separacion definitiva de Dilma de su cargo) en el Senado, a pesar de la narrativa fatalista de los medios, pues son pocos los votos "que nos separan de la victoria sobre los golpistas", valora el manifiesto.
Por otra parte, movimientos sociales y representantes universitarios que durante tres días participaron aquí en la "Jornada de Lucha contra Río 2016, los Juegos de la Exclusión" convocaron a la ciudadanía a reunirse a las 14:00 (hora local) en la Plaza Saens Peña, un sitio históricamente ligado a las protestas contra los megaeventos.
En el foro se debatieron, entre otros temas, el desplazamiento de 22 mil familias expulsadas de sus casas "en nombre de un proyecto de ciudad legitimado y viabilizado por los megaeventos deportivos y en benefício de pocos grupos políticos y económicos".
Asimismo, el control urbano: militarización y racismo, abordado en una mesa de discusión donde se analizaron la ocupación por la policía y las fuerzas armadas, de favelas y asentamientos periféricos de la ciudad, los altos índices de letalidad policial y el aumento de la población carcelaria.
También se llamó la atención sobre el hecho que las inversiones para las Olimpiadas se concentraran en la zona sur, el área portuaria y Barra de Tijuca, lo cual produce elitización de esos espacios y provoca la relocalización de las clases populares que habitaban en esos lugares para la periferia de la ciudad.
arc/mpm
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