En estados claves como Ohio y Pensilvania, Trump está por debajo del 45 por ciento de apoyo de los votantes.
La candidata demócrata a la presidencia de Estados Unidos, Hillary Clinton, gana terreno y sube en las encuestas ante su rival el republicano, Donald Trump, quién tiende a perder popularidad entre los votantes.
Los sondeos del sitio Rea lClear Politics sitúan este sábado a Clinton con una ventaja de 47,8 por ciento contra 41 por ciento de Trump. Mientras disminuye el número de estadounidenses que ven de manera desfavorable a la demócrata.
En este sentido las esperanzas del magnate de avanzar después de las convenciones partidistas el pasado mes de julio se desvanecen y en las últimas dos semanas, en lugar de atraer una oleada de nuevos votantes, su apoyo disminuye entre los republicanos leales e independientes anti-sistema.
Al respecto se crea una polémica sobre la disputa con los padres de un capitán del ejército de credo musulmán que murió en acción en Iraq, lo que genera dudas sobre sus posibilidades de llegar a la Casa Blanca.
Según un comentario publicado a través del diario The New York Times, Trump ahora se enfrenta a la posibilidad de que sus errores frenen el apoyo entre algunos grupos demográficos y en varios estados indecisos.
En este contexto, en estados claves como Ohio y Pensilvania, Trump está por debajo del 45 por ciento de apoyo de los votantes durante semanas, según reflejan los sondeos, mientras la abanderada demócrata fortalece su posición.
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Asimismo Clinton tiene una ventaja sustancial en cuatro estados clave, según los últimos sondeos divulgados este viernes.
La ex primera dama supera a su contrario en Florida, Carolina del Norte, Virginia y Colorado, en las encuestas de NBC News y Wall Street Journal Maristas.
De acuerdo con el análisis y las encuestas de The New York Times y CBS News antes de las convenciones el apoyo a Clinton aumentó 12 por ciento, y ella ganó terreno entre los liberales y los moderados.
Según los analistas, los problemas del magnate neoyorquino se reflejan más en el estado de Pensilvania, donde él plantea que debe ganar, al mismo tiempo adelanta que si eso no ocurre será porque existió fraude, un planteamiento que pone en entredicho al sistema electoral en el país norteamericano.
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