Asimismo se registraban detonaciones y disparos para la zona de Moadamieh y Dareya a unos 10 kilómetros al suroeste de la capital, en Damasco Campo, donde en las últimas horas se producían enfrentamientos entre insurgentes y fuerzas gubernamentales.
Luego de una primera pasada, el helicóptero regresó para seguir batiendo áreas más precisas donde se encuentran las fuerzas irregulares, dijo a Prensa Latina una fuente ubicada en las alturas que rodean a la ciudad por el oeste.
Hace varios días el gobierno emprendió operaciones de limpieza en barrios de la capital donde fueron ocupados arsenales y detenidos o muertos varios efectivos armados pero los enfrentamientos aún se registran a diario en la periferia de la urbe, a la que algunas veces solo una calle la separa de la provincia de Damasco Campo.
En las últimas semanas, una veces más que otras, se escuchan disparos de artillería aislados que retumban en el oeste de la ciudad y que en ocasiones se incrementan en horas de la noche, aunque las autoridades no brindan información.
Para saber lo que ocurre hay que acudir a fuentes no confiables ni verificables y a conversaciones en las calles, al menos, para ubicar las áreas donde ocurren los choques, a las cuales es difícil el acceso.
Hoy hacia el sureste de la ciudad se observaba a primeras horas de la mañana el rastro de una gran nube negra que sobre las 09:00 horas locales se disipaba y que pudiera ser resultados de las explosiones escuchadas la noche antes para esa zona.
Mientras la crisis sigue, en Moscú el ministro ruso de Relaciones Exteriores, Sergei Lavrov, propone "el cese de hostilidades, esta vez bajo responsabilidad de los jugadores externos que tienen influencia tanto en el Gobierno como en los grupos armados de la oposición" siria.
El jefe de la diplomacia rusa entiende que para el éxito de la misión del nuevo representante especial de la ONU y la Liga Árabe, Ladjar Brahimi, es necesario un cese del fuego entre los contendientes en la crisis.
mem/lb
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