Egipcios rezan por justicia, elecciones limpias y estabilidad
El Cairo, 8 jun (PL) Arrodillados sobre el ardiente asfalto o en las mezquitas, millones de egipcios oraron hoy por un nuevo juicio a Hosni Mubarak, la invalidación de un candidato afín al expresidente y una Constitución garante de estabilidad.
Como cada viernes en los países musulmanes, los devotos de Alah acudieron al rezo del mediodía movidos por la fe, pero también animados por la incertidumbre política que afecta a Egipto desde hace 15 meses, cuando una revuelta popular derrocó el gobierno de Mubarak.
Prensa Latina comprobó en el barrio de Zamalek y en la plaza Tahrir de El Cairo cómo el característico fervor islámico se contagió de sermones con reproches a quienes han administrado política y justicia, adelantándose a la masiva marcha convocada para hoy en toda la nación.
La significativa concurrencia a las mezquitas obligó, una vez más, a colocar tapetes y alfombras para rezar en aceras y calles, mientras por altavoces se escuchaba a un imán inculcando confianza en que el islamista Mohamed Morsy triunfará en la segunda vuelta de las presidenciales.
Morsy, que ganó la primera ronda, disputará el principal cargo de Egipto con el exprimer ministro Ahmed Shafiq, si el próximo 14 de junio la Corte Constitucional no invalida su candidatura en respuesta a una ley aprobada por el parlamento y apelada por la comisión electoral.
La Asamblea del Pueblo (cámara baja del Legislativo) sancionó la llamada ley de privación de derechos políticos dirigida a vetar la postulación a cargos públicos de exfuncionarios de alto rango del derrocado gobierno de Mubarak, lo cual afectaría a Shafiq.
Pero la jornada de plegarias colectivas también fue fervorosa en la emblemática plaza Tahrir, donde otro jeque arengaba desde una tribuna instalada hace días para discursos de activistas y líderes políticos insatisfechos por la sentencia a Mubarak, que califican de indulgente.
El exmandatario de 84 años, cuya salud medios locales aseguran se ha deteriorado, fue condenado el 2 de junio a cadena perpetua junto con el exministro del Interior Habib El-Adli por la responsabilidad en la muerte de más de 850 manifestantes que se alzaron contra su régimen.
Sin embargo, Mubarak y sus hijos, Alaa y Gamal, fueron absueltos de acusaciones de corrupción y abuso de poder, al igual que seis oficiales de alto rango de las fuerzas de seguridad exculpados de la represión letal durante los 18 días de protestas en Tahrir a inicios de 2011.
Por lo mismo, entre rezos, gestos al cielo y reverencias en plena calle, quienes desafiaron el inclemente sol y pidieron un nuevo juicio transparente y pena de muerte, además de la validación por la Corte Constitucional de la aludida ley para impedir que se postule Shafiq.
Un tema añadido a los apasionados debates de los egipcios en cafés, calles y reuniones sociales fue la inminente formación de la Asamblea Constituyente -tras un ultimátum de la Junta Militar a los políticos- que dará una Carta Magna con claro mandato para el futuro presidente.
rmh/ucl
El Cairo, 8 jun (PL) Arrodillados sobre el ardiente asfalto o en las mezquitas, millones de egipcios oraron hoy por un nuevo juicio a Hosni Mubarak, la invalidación de un candidato afín al expresidente y una Constitución garante de estabilidad.
Como cada viernes en los países musulmanes, los devotos de Alah acudieron al rezo del mediodía movidos por la fe, pero también animados por la incertidumbre política que afecta a Egipto desde hace 15 meses, cuando una revuelta popular derrocó el gobierno de Mubarak.
Prensa Latina comprobó en el barrio de Zamalek y en la plaza Tahrir de El Cairo cómo el característico fervor islámico se contagió de sermones con reproches a quienes han administrado política y justicia, adelantándose a la masiva marcha convocada para hoy en toda la nación.
La significativa concurrencia a las mezquitas obligó, una vez más, a colocar tapetes y alfombras para rezar en aceras y calles, mientras por altavoces se escuchaba a un imán inculcando confianza en que el islamista Mohamed Morsy triunfará en la segunda vuelta de las presidenciales.
Morsy, que ganó la primera ronda, disputará el principal cargo de Egipto con el exprimer ministro Ahmed Shafiq, si el próximo 14 de junio la Corte Constitucional no invalida su candidatura en respuesta a una ley aprobada por el parlamento y apelada por la comisión electoral.
La Asamblea del Pueblo (cámara baja del Legislativo) sancionó la llamada ley de privación de derechos políticos dirigida a vetar la postulación a cargos públicos de exfuncionarios de alto rango del derrocado gobierno de Mubarak, lo cual afectaría a Shafiq.
Pero la jornada de plegarias colectivas también fue fervorosa en la emblemática plaza Tahrir, donde otro jeque arengaba desde una tribuna instalada hace días para discursos de activistas y líderes políticos insatisfechos por la sentencia a Mubarak, que califican de indulgente.
El exmandatario de 84 años, cuya salud medios locales aseguran se ha deteriorado, fue condenado el 2 de junio a cadena perpetua junto con el exministro del Interior Habib El-Adli por la responsabilidad en la muerte de más de 850 manifestantes que se alzaron contra su régimen.
Sin embargo, Mubarak y sus hijos, Alaa y Gamal, fueron absueltos de acusaciones de corrupción y abuso de poder, al igual que seis oficiales de alto rango de las fuerzas de seguridad exculpados de la represión letal durante los 18 días de protestas en Tahrir a inicios de 2011.
Por lo mismo, entre rezos, gestos al cielo y reverencias en plena calle, quienes desafiaron el inclemente sol y pidieron un nuevo juicio transparente y pena de muerte, además de la validación por la Corte Constitucional de la aludida ley para impedir que se postule Shafiq.
Un tema añadido a los apasionados debates de los egipcios en cafés, calles y reuniones sociales fue la inminente formación de la Asamblea Constituyente -tras un ultimátum de la Junta Militar a los políticos- que dará una Carta Magna con claro mandato para el futuro presidente.
rmh/ucl
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