Rusia pone estrategia en marcha para apuntalar su sector petrolero
Por: Vlad Grinquévich,
RIA Novosti
El gobierno de Rusia confía en que el desarrollo del sector energético nacional permitirá conseguir índices macroeconómicos favorables el presente año.
Sin embargo, la situación que afronta el sector puede conducir a que la energética pierda el papel de locomotora de la economía en los próximos 5 años. La única solución para evitar ese escenario supone la puesta en marcha de la Estrategia General de Desarrollo del Sector Petrolero de Rusia hasta 2020, programa preparado por el gobierno ruso y sometido a la consideración de expertos.
Vivir por encima de las posibilidades
El viceministro de Desarrollo Económico de Rusia, Andrei Klepach, anunció el pasado 30 de noviembre en Londres que el déficit presupuestario ruso podría bajar del 4.8-5% previsto al al 3.5-4% a final de año.
Destacó que esa buena noticia de debió a la subida de los precios del petróleo; y, más concretamente, a la habilidad de los operadores de crudo en el mercado mundial que lograron un alza desde los 75 dólares por barril hasta los 78 dólares.
Es probable que a largo plazo la economía de Rusia será impulsada por las innovaciones, el diseño, las exportaciones de altas tecnologías y la venta de patentes. No obstante, en la actualidad la locomotora sigue siendo el sector de la extracción, en primer lugar, el complejo energético del país.
Según el Director General de la Agencia RusEnergy, Yuri Kogtev, “los ingresos por la venta de petróleo cubren el 44% del presupuesto nacional y, teniendo en cuenta el efecto multiplicador, este porcentaje puede alcanzar el 55%”.
La reducción de la imposición para el sector de la extracción en comparación con las empresas de altas tecnologías evidencia que el gobierno no confía demasiado en la rápida aparición de nuevos motores para el desarrollo económico del país.
Y, siendo así, una situación favorable en el sector petrolero tiene una importancia primordial. Sin embargo, la posibilidad de mantener las mencionadas condiciones favorables suscita en estos momentos serias preocupaciones. Los expertos del sector petrolero temen que en los próximos años Rusia podría registrar una desaceleración de los ritmos de extracción de petróleo.
“Estamos extrayendo más cantidades de las que nos podemos permitir”, manifestó el Director del Departamento de análisis del Centro de Investigaciones UNIVER Capital, Dmitri Alexándrov, durante una mesa redonda celebrada el pasado 1 de diciembre en la sede de la Agencia de Información Rusa Novosti.
En opinión de este experto, si el país se plantea seguir extrayendo durante el mismo tiempo o, por lo menos, al mismo nivel que otros productores mundiales, habrá que disminuir los ritmos de extracción actuales.
Impuestos bajos no lo solucionan todo
Tampoco se puede decir que las autoridades del país pasen por alto este problema. La Estrategia General de Desarrollo del Sector Petrolero hasta 2020 es precisamente una respuesta a este reto. La Agencia “RusEnergy” cita las siguientes conclusiones contenidas en el documento.
Si se mantiene el actual esquema de imposición tributaria para “los yacimientos analizados”, la extracción caerá a ritmos acelerados. Para finales de 2010 será de unos 430 millones de toneladas, pero para 2015 sólo alcanzará el nivel de los 293 millones de toneladas.
Y sólo estaríamos hablando de una parte del problema. Porque la disminución de la extracción en los yacimientos activos no esta siendo compensada con aumentos en la extracción de nuevos yacimientos.
A pesar de que continúan las labores de prospección, las reservas encontradas son escasas y no superan los 4 y 5 millones de toneladas. Las empresas grandes no estarían interesadas en trabajar yacimientos tan poco significativos, explicó Dmitri Alexándrov.
Las autoridades intentan incentivar a las empresas del sector reduciendo los impuestos, lo que será sin duda ser’a bien aceptado, pero estas medidas son insuficientes. “Para atraer las inversiones no basta con ventajas exclusivamente fiscales, habría que poner en marcha, además, otras medidas de carácter organizativo”, manifestó el Director General de RusEnergy, Yuri Kogtev. –Desgraciadamente, para la industria de la extracción siguen existiendo ciertas limitaciones que no contribuyen en absoluto al arribo de las inversiones”.
La escasez de inversiones también afecta a otros sectores adyacentes que son fundamentales para la industria petrolera como la prospección geológica y el aprovechamiento de yacimientos pequeños y de reservas de difícil extracción.
Lo cual parece confirmarse por el bajísimo número de solicitudes de licencias para actividades de extracción, en los últimos dos años el 84% de las licitaciones quedaron desiertas.
Para cambiar la situación, habría que atraer al sector un número significativo de empresas, incluida las pequeñas y medianas. “Haría falta modificar la legislación existente para hacer la extracción atractiva para pequeñas empresas”, cree Dmitri Alexándrov.
En términos generales, la mayor parte de las medidas propuestas por los expertos del sector se reducen a la ampliación de la participación del capital privado, tanto nacional como extranjero, en la explotación de los recursos naturales en Rusia.
El interés de las empresas petroleras de quitarse de encima la protección estatal son fáciles de entender, de igual manera que son comprensibles los temores del Estado a la hora de ceder el complejo energético al capital privado.
Sin embargo, no queda mucho tiempo para buscar otras soluciones. Y si no se logra animar a las petroleras a empezar a explotar nuevos yacimientos y aumentar los volúmenes de extracción, las ventajas fiscales podrían abrir un agujero en el presupuesto del país.
De acuerdo con la Estrategia General, los ingresos del Estado por cada barril de petróleo se reducirá del 70% al 65%, lo que equivale a un 3.1% de los ingresos del presupuesto de Rusia.
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