UNIDOS EN LA NUEVA OFENSIVA REVOLUCIONARIA
Por: José A. Rangel
El pueblo venezolano, aquel pueblo que una vez fue excluido y desmoralizado, espera con mucho interés la nueva línea estratégica política anunciada el martes pasado por el presidente para la discusión a todo nivel previa a su implementación.
Esta nueva estrategia política manifestada por el mandatario, debe marcar el inicio de la ofensiva de las fuerzas revolucionarias venezolanas que encabezan la revolución bolivariana liderada por Chávez, dando comienzo a la radicalización del socialismo en Venezuela, la cual debe ser una ofensiva intermitente, sin pausas y en crescendo, abandonando el camino de la política defensiva que debe quedar ya en la historia.
El inicio de la ofensiva política, que influirá de manera determinada en lo social y lo económico, es la respuesta efectiva al exacerbado movimiento de la lucha de clase que en los últimos días se ha radicalizado en las posiciones contrarrevolucionarias de dentro y fuera del país que asume la lucha ideológica con mentiras, calumnias y magnicidios hasta el enfrentamiento militar como hecho final. En cambio la radicalización del proceso revolucionario tiene otra lectura y consiste en acabar de manera definitiva cualquier vestigio de injusticia en nuestra sociedad.
A raíz de las declaraciones del general Rangel Silva, la actividad contrarrevolucionaria ha mostrado un incremento, dentro y fuera del país. Por esta circunstancia la ofensiva revolucionaria requiere más que consignas, debe concretarse en acciones prácticas radicales en torno a tres aspectos fundamentales o circunstancias: la primera sería la implementación de nuevas ideas teóricas que contribuyan con el proceso, la segunda mejorar las organizaciones y otras ejecuciones que ha hecho el gobierno revolucionario manteniéndolas, desarrollándolas y tercera, consiste en quitarle, arrebatarle más espacio a la burguesía nacional apátrida. Estas tres se mezclan y se ayudan mutuamente.
La primera, es la implementación de nuevas ideas creativas que contribuyan al crecimiento de la sociedad socialista en todas sus áreas, como por ejemplo lo que fue en su momento y los es hasta ahora las diferentes misiones, que contribuyeron a engrandecer la conciencia del pueblo venezolano. Debe haber preocupación teórica por la implementación práctica del protagonismo del pueblo en la sociedad en sus más mínimos detalles, lo que garantizará una democracia real y cada vez más auténtica. La segunda, es el desarrollo y mantenimiento de las ideas ya prendidas en nuestra realidad, como es entre otras, el papel del partido de la revolución, el PSUV, su papel de dirección científica de la nueva sociedad socialista venezolana y su implementación política en la dirección del estado y dentro del trabajo de las masas. El tercer punto es lo que más dolor le causa al imperio norteamericano, porque rompe con su red imperial y consiste en acabar con la influencia directa de la burguesía nacional apátrida en la vida de la sociedad venezolana.
José A. Rangel – josearach@hotmail.com – 24noviembre2010
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