Caracas, 27 Nov. AVN .- La Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) ha demostrado desde su creación ser una organización que defiende la democracia en la región, muestra de ello ha sido freno a las intentonas golpistas en Bolivia (2008) y Ecuador (2010), así como la condena unánime al derrocamiento del Presidente legítimo de Honduras, José Manuel Zelaya (2009).
Es por ello que en la más reciente reunión presidencial de Unasur -realizada el pasado vienes en la capital guyanesa de Georgetown- el mecanismo de integración oficializó su postura con la aprobación de un protocolo democrático que incluye el rechazo a quienes usurpen el poder mediante golpes de Estado.
El estatuto -promovido principalmente por el mandatario ecuatoriano, Rafael Correa- incluye sanciones a golpistas como la suspensión del derecho a participar en los distintos órganos e instancias de la Unasur, así como el goce de los derechos y beneficios conforme al Tratado Constitutivo.
De igual forma, se acordó la aplicación de medidas contundentes como el cierre parcial o total de las fronteras terrestres, incluyendo la suspensión y limitación del comercio, tráfico aéreo y marítimo, comunicaciones, provisión de energía, servicios y suministros.
Al respecto, el mandatario venezolano Hugo Chávez Frías aseveró, a su salida de la reunión de Jefes de Estado, que a diferencia de la Carta Democrática Interamericana de la Organización de Estados Americanos (OEA) “nuestro protocolo establece procedimientos para aplicar sanciones en aquellos casos donde sea interrumpido el orden constitucional, en cualquiera de nuestros países”.
Chávez estimó que con esas acciones -que incluyen además la adopción de sanciones políticas y diplomáticas adicionales- “estamos pasando de la retórica de condenar verbalmente este tipo de eventos, a hechos concretos”.
Por su parte, el presidente de Ecuador, Rafael Correa, advirtió que ahora cualquier gobierno golpista en América del Sur "tendrá que enfrentar el ostracismo total de la región".
“Unasur demostró de lo que es capaz el pasado 30 de septiembre, cuando los presidentes suspendieron sus agendas para reunirse con urgencia y condenar el intento de golpe de Estado orquestado en mi contra, pero no fueron sólo palabras, Colombia y Perú cerraron las fronteras”, agregó Correa.
El diario Página 12, de Argentina resalta que el texto aprobado "se acercó a la propuesta que llevaban los miembros del Mercosur y el ALBA (Argentina, Uruguay, Brasil, Paraguay, Bolivia, Venezuela y Ecuador), en el sentido de mantener una apertura de criterios tanto a la hora de decidir una intervención como para tomar medidas al respecto”.
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