Oposición venezolana clama por mayor injerencia extranjera
AVN.- La principal exigencia de los partidos políticos y organizaciones no gubernamentales de la oposición a sus donantes es que se incremente la injerencia extranjera en los asuntos internos de Venezuela, reveló un informe elaborado por la Fundación para las Relaciones Internacionales y Diálogo Exterior (Fride).
“Un punto de enfoque de las críticas hechas por las organizaciones locales ha sido la percepción de que la comunidad internacional, y particularmente la Unión Europea y España, prestan poca atención a la situación política en Venezuela y deben aumentar su intervención en materia de democracia”, reza el texto preparado por la investigadora alemana de Fride, Sussane Gratius, con apoyo financiero de la Fundación Nacional para la Democracia (NED, por sus siglas en inglés).
Por tal motivo, el informe –que ofrece detalles sobre el financiamiento a la oposición que realizan países como Estados Unidos (EEUU), Canadá y Alemania– recomienda a los donantes internacionales incrementar la presión contra Venezuela, coaccionar a las empresas extranjeras asociadas con el Ejecutivo, criticar al gobierno “sin provocarlo abiertamente” y coordinar actividades para “definir posturas diplomáticas comunes”.
De acuerdo al estudio (realizado para evaluar la efectividad de la asistencia económica de algunos países a la oposición), las organizaciones políticas adversas al presidente Hugo Chávez Frías consideran que las alianzas comerciales de Venezuela con otros países resultan “un obstáculo” para una reacción diplomática común.
En el caso particular de España, las Organizaciones No Gubernamentales (ONG) y partidos opositores critican que la nación europea haya establecido convenios de desarrollo conjunto con Venezuela, que no se involucre en la política interna y tenga como principio el respeto mutuo, valores considerados en el informe como una actitud “pro-gobierno”.
En caso de que esos países no cambien su actitud, los opositores advierten que podrían iniciar protestas contra el “régimen” de Chávez, único gobernante venezolano que ha resultado ganador en más de una decena de procesos comiciales democráticos en un país con uno de los sistemas electorales más confiables del mundo.
“Sin un compromiso fuerte a nivel internacional, la situación política en Venezuela podría terminar en un régimen autoritario dominado por Chávez o con constantes protestas abiertas contra su régimen. La intervención en Venezuela tiene que tomar en cuenta esos escenarios negativos porque el nivel de intervención externa decidirá el futuro político en Venezuela”, indica el informe.
Más dinero, menos transparencia
La oposición no sólo pide más intervención política, también exige más fondos y “flexibilidad” por parte de los donantes en la evaluación de resultados de los proyectos.
Sin embargo, los partidos políticos y las (ONG) rivalizan entre sí por el financiamiento extranjero. El estudio considera que ese factor, aunado a la fragmentación y poca credibilidad de la oposición, condicionan la entrega del financiamiento y constituyen un impedimento para “la coordinación, la cooperación y la creación de redes”.
No obstante, una vez que los países aprueban el financiamiento para alguna organización, la oposición moviliza el dinero que recibe en el mercado ilegal de divisas con el objetivo “incrementar” el monto de las asignaciones.
“La cifra no oficial del dólar es más alta que la oficial. Como la mayoría de los donantes están aplicando la cifra oficial, los fondos han sido reducidos de manera sustancial (...) Algunos donantes han resuelto este problema pagando en efectivo (dólares o euros), utilizan cuentas en el extranjero o aplican cifras semioficiales para el cambio”, dice el referido documento de la Fride.
Esas operaciones realizadas por los grupos que atacan al gobierno del presidente Hugo Chávez Frías, atentan contra la Ley de Ilícitos Cambiarios, mientras detalla que EEUU es el donante más importante de asistencia a organizaciones políticas opositoras en Venezuela, destinando anualmente alrededor de 6 millones de dólares, que no sólo se movilizan en el mercado especulativo sino que evaden cualquier control del Estado.
“Debido a tensiones con el gobierno de Chávez, y para proteger a sus socios, EEUU mantiene una presencia con poca visibilidad en el país (...) Gracias al caso Súmate, las agencias estadounidenses decidieron bajar su perfil en Venezuela y suministran poca información sobre sus proyectos, socios y resultados de sus programas”, reza un fragmento del documento.
La organización privada de oposición “Súmate”, a la que hace referencia el informe, luego de recibir un importante financiamiento de la NED participó activamente en un paro que ocasionó pérdidas al país de alrededor de 20 mil millones de dólares, estuvo a cargo de la recolección de firmas para un referendo revocatorio presidencial y sus dirigentes apoyaron al dictador Pedro Carmona Estanga, luego del golpe de Estado contra Chávez en abril de 2002, razones por las cuales sus representantes enfrentan un proceso judicial por traición a la patria y conspiración para destruir la forma republicana que se ha dado a la nación.
María Corina Machado, una de las principales responsables en el caso Súmate es hoy candidata de la oposición para optar a una curul en la Asamblea Nacional en las próximas elecciones legislativas del 26 de septiembre.
Otra de las formas que han encontrado las organizaciones estadounidenses para hacer llegar el financiamiento a los partidos y ONG de la oposición sin rendir cuentas claras al Estado, es a través de la embajada norteamericana en Caracas.
“Como las agencias estadounidenses no tienen sus oficinas locales en Venezuela, los proyectos son principalmente canalizados a través de la Embajada de Estados Unidos en Caracas”, dice textualmente un fragmento del referido informe.
De acuerdo al informe, las organizaciones alemanas de derecha como la “socialcristiana” Konrad Adenauer (KAS) y “socialdemócrata” Friedrich Ebert Stifung (Ildis/FES), que destinan para la oposición alrededor de 500 mil euros anuales; y los fondos canadienses que contribuyen con 200 mil dólares canadienses, también “intentan evitar la cifra de cambio oficial y utilizan el dólar permuta para poder incrementar los recursos para los proyectos”.
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