Nuevo Gobierno colombiano deberá encontrar el camino diplomático para relacionarse con Venezuela

Nuevo Gobierno colombiano deberá encontrar el camino diplomático para relacionarse con Venezuela
AVN

El nuevo Gobierno de Colombia, que se instalará el 7 de agosto cuando tome posesión de la presidencia Juan Manuel Santos, deberá encontrar el camino diplomático para relacionarse con Venezuela y no recurrir, como hasta ahora lo ha hecho el Gobierno de Álvaro Uribe Vélez, a la confrontación, la violencia y la guerra.



Así lo señaló el representante permanente de Venezuela ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Jorge Valero, este lunes, al ser entrevistado en Agenda Abierta, que transmite Telesur.

En esta ocasión, Valero se refirió a la situación de las relaciones bilaterales entre Venezuela y Colombia, sobre todo a raíz de la reciente arremetida del Gobierno de Uribe Vélez, que una vez más lanzó una acusación contra el Estado venezolano.

El jueves 15 de julio, el ministro de Defensa del vecino país, Gabriel Silva, afirmó que integrantes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), entre ellos Iván Márquez, supuestamente mantenían una reunión en suelo venezolano, afirmación que no estuvo acompañada de pruebas al respecto.

Ante ese hecho, la cancillería venezolana emitió un comunicado en el que rechazó una vez más el intento de la administración uribista por “llevar a término la labor de destrucción de las relaciones colombo-venezolanas que ha emprendido con enfermiza obsesión en los últimos años”.

Para Jorge Valero, Uribe Vélez es la expresión más transparente y representativa de la alianza estratégica del imperialismo norteamericano, con la élite política y militar que gobierna Colombia desde hace muchos años.

Enfatizó que ante esas circunstancias se impone la necesidad de un nuevo esquema de relaciones entre Venezuela y Colombia, que tiene que basarse en el respeto a la soberanía y del territorio.

“Además, el nuevo Gobierno de Colombia debe abrirse a un diálogo político que ponga fin a ese drama que viven los colombianos desde hace más de 60 años, ante lo cual el presidente venezolano, Hugo Chávez Frías, siempre ha dado un mensaje de esperanza en cuanto a que la solución del conflicto está en los caminos políticos”, indicó Valero.

Refirió que el conflicto interno de Colombia repercute no sólo en la nación neogranadina, sino en los países vecinos, sobre todo en Venezuela a donde han llegado más de 4 millones de colombianos, a consecuencia de ese conflicto armado de más de cincuenta años, aparte que esta nación es la segunda en el mundo con el mayor número de desplazados internos, como lo indica un informe de la ONU.

“En consecuencia, el conflicto interno de Colombia definitivamente repercute sobre los países vecinos, razón por la que sería necesario que el nuevo Gobierno colombiano emprenda el camino del diálogo para encontrar una salida política, y no militar, al conflicto”, insistió el representante diplomático.

El conflicto armado colombiano se desarrolla desde principios de la década de los años 60; ha pasado por una serie de etapas de recrudecimiento, en especial cuando algunos sectores se comenzaron a financiar con el narcotráfico.

El conflicto tiene antecedentes históricos en llamada La Violencia, conflicto bipartidista de la década de 1950 y de años anteriores que datan de la época colonial, cuando Colombia, entonces la Nueva Granada, se independizó del régimen monárquico español.

Sin embargo, la época en que se presentó un mayor recrudecimiento ocurrió entre 1988, cuando estaba en la presidencia Virgilio Barco y se rompieron los diálogos de paz con las guerrillas, hasta 2003, con el accionar del Estado, las guerrillas, grupos de narcotraficantes y paramilitares, durante el inicio de la presidencia de Álvaro Uribe Vélez.

Jorge Valero consideró que otro de los aspectos que debe examinar con mucha mesura el nuevo Gobierno colombiano es el impacto que tiene la instalación de siete bases militares estadounidenses en Colombia, “que no son otra cosa que un enclave imperial para tratar de expandir la dominación sobre América Latina y el Caribe”.

Recientemente, el Gobierno venezolano denunció que a pocos días del fin del Gobierno de Uribe Vélez, sus voceros mantienen la línea declarativa de agresión que ha obstaculizado el normal desarrollo de la relación bilateral.

Esto, luego de que el canciller neogranadino, Jaime Bermúdez, tratara de imponer, de manera unilateral, “condiciones" para el restablecimiento de los vínculos entre Caracas y Bogotá.

Desde agosto del año pasado, luego del bombardeo del territorio ecuatoriano de Angostura por el ejército colombiano, y en solidaridad con Ecuador, y tras hacerse pública la firma de un convenio entre Washington y Bogotá para la instalación de siete bases militares de Estados Unidos en territorio neogranadino, con lo que se creó una amenaza militar para toda la región, el presidente Chávez Frías decidió congelar las relaciones con Colombia.

Tanto Venezuela como el resto de las naciones que conforman la Alianza Bolivariana para los pueblos de nuestra América (Alba) declararon en diciembre del año pasado que la presencia militar norteamericana en Colombia constituye una amenaza que compromete el avance de la integración suramericana, genera desconfianza en la región, pone en peligro la paz, amenaza las instituciones democráticas y facilita la injerencia hegemónica en el continente.
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About Ricardo Abud (Chamosaurio)

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