Fuerte aumento del consumo de drogas en Rusia
Por: Andrei Fediashin,
RIA Novosti
Nada que tenga que ver con las drogas tiene buenas consecuencias. Incluso un aparentemente positivo descenso en la producción de heroína y sustancias opiáceas, siguiendo una perversa ley de la compensación, termina en un crecimiento del mercado de las drogas sintéticas.
Los expertos de la Oficina de la ONU contra la Droga y el Delito (UNODC) pronostican que durante el año en curso los campos de adormidera se reducirán en un 23% y la producción mundial de heroína, en un 25%, en comparación con los volúmenes registrados hace dos años. Esto se debe a las enfermedades que han afectado a las plantaciones de amapola en Afganistán, el país que produce el 90% de toda la heroína del mundo.
Esta buena noticia se ve empañada con una mala noticia. El pasado 28 de junio, el director del Servicio Federal ruso de Control de Drogas (FSKN), Víctor Ivanov anunció que Rusia se enfrenta a una verdadera epidemia de drogas sintéticas y, en particular, a la llamada desomorfina. Hoy en día, esta droga es una de las más populares entre los drogadictos rusos y puede convertirse en un problema mucho más grave que otros derivados del opio.
La causa fundamental de esto radica en que la desomorfina es una droga que puede elaborarse fácilmente en casa a base de codeína de venta libre en las farmacias. Por ese motivo su popularidad está creciendo rápidamente.
Sin embargo, esta sustancia es extremadamente peligrosa porque es muy barata, pero es más tóxica y tiene un potencial adictivo más alto que la heroína. Las agencias antidrogas temen que la narcomafia rusa e internacional pueda compensar una falta en el suministro de la heroína con la producción de las drogas sintéticas.
Este temor es ya casi una realidad. Según un informe de la UNODC sobre la producción global de las drogas en 2010, en la estructura del mercado de estupefacientes se han registrado los siguientes cambios: un crecimiento del consumo de las drogas sintéticas, como la anfetamina, y de las drogas derivadas de medicamentos, como la desomorfina. Según los datos del mismo informe de la ONU, el número de laboratorios clandestinos que producen drogas sintéticas creció un 20% en 2009.
La ONU estima que la producción global de la heroína se redujo en un 13% durante 2009 ascendiendo a 657 toneladas. El consumo global es mucho menor, unas 430 toneladas. Los carteles del narcotráfico almacenan una parte de la heroína fabricada para mantener los precios y el consumo estables durante los posibles recortes de la producción, como el que se espera este año.
No obstante, estas cifras se basan en cálculos aproximados. Para evaluar exactamente el consumo mundial de heroína, hachís o marihuana, hay que tener una información exacta sobre los volúmenes de cada droga importados por cada país en concreto, y eso es una tarea imposible.
Según estimaciones, los beneficios por el tráfico de heroína en el mundo ascienden hoy por hoy a US$55.000 millones. Rusia y la Unión Europea consumen aproximadamente la mitad de la heroína en el mercado. La UE es el mayor mercado mundial para la heroína (26% del total), seguido por Rusia (21%) y China (13%). Teniendo en cuenta que la UE está formada por los 27 estados miembros, Rusia como estado lidera en el mundo en el consumo de heroína durante los últimos dos años.
Según los datos de la ONU, la cifra de drogadictos en Rusia oscila entre 1,5 y 1,8 millones de personas. Sin embargo, los expertos rusos estiman que el número real es mucho mayor y creen que es de unos 2,5 millones de consumidores sistemáticos y de unos 5 millones de personas que consumen estupefacientes eventualmente.
El mercado mundial de la cocaína, estimado en unos US$88.000 millones, es más grande que el de la heroína y también está sufriendo cambios drásticos. Los centros de consumo de la cocaína se mueven de EEUU hacia Europa Occidental. El mercado europeo (estimado en US$34.000 millones al año) llegó a ser casi tan valioso como el mercado de América del Norte (US$37.000 millones), que antes lideraba el consumo de cocaína. Es muy posible que el próximo año Europa adelante a EEUU.
Durante los últimos diez años, el número de consumidores de cocaína en Europa se ha duplicado y en EEUU ha disminuido un 50% desde 1982 (momento de mayor consumo).
El cannabis (marihuana y hachís) sigue siendo la droga más popular y consumida en el mundo. De 130 a 190 millones de personas en la edad de 15 a 64 años lo fuma, al menos, una vez al año.
En la reciente cumbre celebrada en Toronto, los países del G-20 apoyaron la iniciativa de Moscú a elaborar una plataforma común en la lucha contra el narcotráfico. El presidente ruso, Dmitri Medvédev, dijo que es necesario "coordinar los esfuerzos de nuestras agencias antidrogas y trabajar más activamente con el gobierno afgano para minimizar las amenazas provenientes de Afganistán".
La lucha contra el tráfico de drogas es una tarea prioritaria para Rusia, donde la drogadicción se ha convertido en una amenaza estratégica para el país, porque es negativa para la situación demográfica y conlleva alteraciones del código genético.
Según los datos oficiales, unas 82 personas en edad de reclutamiento mueren diariamente en Rusia. Es decir, Rusia pierde anualmente a unos 30.000 jóvenes. Pero las pérdidas reales son mayores. Se ha estimado que las muertes, enfermedades y crímenes provocados por la drogadicción, incluidos gastos penitenciarios y judiciales, reducen el producto interno bruto (PIB) de Rusia en un 2,5%, es decir, le cuestan al país unos 2,5 billones de rublos (unos US$80.000 millones).
Las drogas han dejado de ser un simple problema para Rusia y se convirtieron en una auténtica avalancha que es indispensable frenar.
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