Oposición venezolana en pugna por candidaturas
Por: Miguel Lozano
Caracas, 6 sep (PL) A más de un año de las elecciones parlamentarias, la pugna por las candidaturas es hoy elemento de fractura en una oposición venezolana que sigue sin encontrar programa ni liderazgo frente al presidente Hugo Chávez.
Las disputas, en su mayoría ocultas a la luz pública, comenzaron a hacerse visibles, como el caso del ex alcalde del municipio capitalino Chacao Leopoldo López, expulsado del partido Primero Justicia (PJ), según sus declaraciones.
Aunque la dirección del PJ asegura que López se autoexcluyó, lo cierto es que desde hace tiempo las discrepancias entre corrientes de partidos opositores han sido tema de versiones periodísticas y hasta de enfrentamientos físicos.
Uno de los planos de la pugna, según revelaciones, es el de la llamada vieja guardia y jóvenes políticos, entre quienes están aquellos preparados en el extranjero para presentar una nueva cara.
Según la investigadora Eva Golinger, el Departamento de Estado de Estados Unidos ha organizado y financiado viajes de jóvenes políticos venezolanos a ese país para captar y formarlos, parte del proyecto de intercambio Líderes Visitantes Internacionales.
Golinger asegura que el Departamento de Estado sigue financiando el movimiento estudiantil opositor y al partido Un Nuevo Tiempo (UNT), principales promotores de la desestabilización en el país.
Angel Medina, secretario juvenil de Acción Democrática (AD), estima que "La nueva Asamblea Nacional (parlamento) tiene que ser producto, en gran parte de las caras, rostros y personalidades pertenecientes a las nueva generaciones".
Un criterio similar fue el que provocó la salida de PJ de López, quien promovía la selección de candidatos mediante primarias, a lo cual se oponen los líderes del partido que controlan las estructuras de decisión interna.
Freddy Guevara, concejal metropolitano por UNT y ex dirigente juvenil, aboga también por el método de las primarias para que los candidatos "no sean impuestos por un cogollo, por amiguismo o por el viejo sistema de la dedocracia".
Pero las evidencias demuestran que las discrepancias van más allá de diferencias generacionales entre los viejos políticos, acusados de toda la historia de corrupción del país, y los nuevos, presentados como personas sin responsabilidad con el pasado.
La pugna es expuesta así por Wilmer Suárez, del diario La Voz, para quien es patético el caso de López, traicionado por su propio partido: "Esos Judas son los que ahora aspiran de nuevo ir a juntas parroquiales, concejos municipales y a la Asamblea Nacional", dijo.
Para Suárez "Los patiquines imberbes que decían ser ciento por ciento auténticos han resultado ser los mas canallas de todos, después que lo enseñaron a patear la calle y a conocer cada rincón de la ciudad dónde nacieron y que pretendían gobernar".
En opinión de otro opositor a Chávez, Luis Vicente León, en su columna del diario El Universal, la pugna es parte de los vacíos de estos sectores que -en su opinión- abarcan los mensajeros, el mensaje y los medios.
En lo que respecta específicamente a "los mensajeros", advierte que son completamente inútiles si la gente antes de oírlos ya los cataloga como: "representantes del pasado", "corruptos", "golpistas" o "tramposos".
Pese a su importancia, el tema es uno de los aspectos que lastra el avance del sector opositor carente de un programa alternativo al de corte socialista de Chávez, orientado a una mejor distribución de la riqueza del país en esta etapa.
Ante la falta de líderes y programa, con frecuencia se acude a pretextos para movilizar a la población, como es el caso de una nueva ley de Educación recientemente aprobada.
A primera vista puede pensarse que ese motivo sólo movilizará a los mismos grupos que ya son decididamente "anti-chavistas", pero no a los grandes sectores de la población de menos ingresos, favorecidos por la nueva legislación.
Un resultado similar debe resultar de las movilizaciones en defensa de los medios privados de difusión, que no es una problemática de los grupos tradicionalmente marginados, beneficiados por los programas sociales oficiales.
Frente a ello, Chávez promueve mayor eficacia del aparato estatal y las misiones (programas de salud y educación gratuitos, lucha contra la pobreza y capacitación laboral, entre otros) y seguir profundizando la proyección socialista.
Ante la desunión opositora, se refuerza la estructura del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) que aspira a ganar las dos terceras partes de la Asamblea Nacional en l2010, con una fuerza política apoyada en programas concretos.
Adicionalmente, el PSUV cuenta con el "portaviones" de un liderazgo sin discusión del presidente Chávez, que goza de una popularidad superior al 57 por ciento de la población, según la encuesta más reciente.
mgt/ml
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