EE.UU: crisis también por correspondencia
Por: Jorge V. Jaime
Redacción Central, (PL) Entre el señorío de Internet y coletazos de la recesión, el cartero ya no llamará dos veces en Estados Unidos y la canción Mr. Postman podría devenir ininteligible para futuras generaciones.
Creado hace 234 años como una empresa federal con el lema We Deliver for You (Entregamos por ti), el Servicio de Correo Postal (SCP) confirmó pérdidas por dos mil 400 millones de dólares en el último trimestre, hasta julio.
Un comunicado de la institución cuasi-gubernamental precisó que la tendencia inducirá para fin de año una merma de cuatro mil 700 millones de dólares en ingresos y un déficit de 27 mil millones en piezas despachadas.
Tales resultados adversos indujeron que la junta directiva del SCP decidiera cerrar cientos de oficinas en el país porque las personas están enviando muchas menos cartas debido al uso mayoritario del e-mail (correo electrónico).
Como secuela de la crisis financiera, también ha declinado el volumen de revistas y diarios solicitados por correos, los folletos publicitarios y las cuentas de servicios públicos pagados por esta vía.
Por si no bastaba, la Oficina de Responsabilidad Gubernamental (ORG) -apéndice supervisor del Congreso- colocó al organismo amparado por el Estado en la lista de entidades bajo riesgo de quiebra financiera.
Después de la omnipresente cadena de tiendas Wal-Mart Stores Inc (con 1,4 millones de obreros), el SCP es el mayor empleador civil en la nación y representa el sustento de casi 750 mil familias norteamericanas.
No obstante, esta semana la corporación aconsejó a 30 mil trabajadores acogerse a un "plan voluntario de jubilación" antes de octubre próximo, porque el negocio está en franca decadencia.
El conglomerado recomendó a gran parte de su personal pensar urgentemente en un programa de retiro, ya que apremia salvar costos equivalentes a seis mil millones de dólares antes de 2010.
El ejercicio de reducción de plantillas es similar al aplicado por empresas automotrices y varios bancos estadounidenses desde 2007, y evidencia que las irregularidades económicas aún no acaban.
John Potter, gerente general, apuesta por la reestructuración de la agencia para poder competir con más eficacia en un escenario dominado por la electrónica, el pragmatismo corporativo y la diversidad empresarial.
Potter al presentarse ante el Senado subrayó que para salvar el servicio hay que activar el pensamiento creativo y recordó que en Europa oficinas postales también tramitan seguros y licencias para conducir.
Parlamentarios certificaron por el momento recientes decisiones de la organización para reducir costos, entre ellas la supresión de 100 millones de horas laborales en un año fiscal y el congelamiento de nuevas contrataciones.
Según la ORG, el buró que rinde cuentas al Capitolio, la empresa nacional de correos debe emprender profundos cambios administrativos si quiere sobrevivir al colapso de sus ingresos y la reducción del personal.
La agencia afronta una previsión de pérdidas totales por siete mil millones de dólares al término del presente año fiscal (septiembre 30), pese a que el gobierno de Barack Obama intentó ayudar con el incremento en el precio de estampillas.
El SCP en Estados Unidos enfrenta una situación económica crítica y podría caer en la virtual quiebra para diciembre o enero si no recibe auxilio federal, alertó su gabinete ejecutivo.
De acuerdo con el testimonio de Potter, la empresa evalúa además la variante de recortar entregas hasta sólo cinco días a la semana. Estamos anotando desbalances monetarios de proporciones históricas, nuestra situación es pésima, remarcó.
Si las cuentas siguen en rojo, quizás en algún tiempo muchos recuerden con nostalgia en este país la novela de James Cain -El Cartero siempre llama dos veces- o la famosa balada de The Beatles, escritas en "aquella época cuando aún enviábamos cartas".
ocs/jvj
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