Nicaragua 30 años
Por: Radio Café Stereo
El FSLN, fundado en 1961 por Carlos Fonseca, Tomás Borge –único sobreviviente–, Silvio Fonseca y Santos López, encabezó la lucha armada contra la dictadura de la familia Somoza en Nicaragua, en el poder de 1934.
La organización se declara seguidora del movimiento de Augusto César Sandino (1895–1934), quien sostuvo una guerra de guerrillas contra la intervención estadunidense en Nicaragua a principio del siglo XX.
Durante 1962, los dirigentes preparan la acción guerrillera, compran armas, se seleccionan y forman cuadros y se preparan planes de combate, sin embargo, un año después la organización rebelde era una desconocida para la sociedad nicaraguense.
Fonseca, uno de los fundadores del FSLN, es detenido y condenado a 6 meses de prisión, tras un juicio, ampliamente divulgado, en el cual el dirigente da a conocer por primera vez el programa del frente sandinista.
Fonseca, quien fue detenido junto con el mexicano Víctor Tirado, es condenado a seis meses de prisión, dende escribe los ensayos "Yo acuso a la dictadura" y "Esta es la verdad".
En el último texto refuta un comunicado del gobierno somocista que acusaba a los sandinistas de querer atentar contra periódicos como La Prensa y asesinar políticos de otras fuerzas políticas incluido el Partido Comunista de Nicaragua.
Al concluir su pena carcelaria, el dirigente sandinista es deportado a Guatemala.
Entre 1963 y 1967 se realiza una política tendiente a la conciliación y al trabajo junto a la izquierda tradicional que no obtiene resultados, sin embargo, durante ese periodo el FSLN obtiene importantes experiencias en su contacto con las masas populares y campesinas.
En 1967, las actividades del FSLN se centran en la montaña del departamento de Matagalpa en la zona del cerro Pancasán y Fila Grande.
El 27 de agosto de 1967, una columna guerillera, comandada por Silvio Mayorga, fue aniquilada en una emboscada de la Guardia Nacional, en un hecho conocido como "Gesta de Pancasán".
Ese hecho se convirtió en un punto de "inflexión" en la lucha contra la dictadura, así como en una victoria política para el FSLN, ya que los nicaraguenses toman conciencia de que la lucha armada era la única posibilidad de acabar con la dictadura somocista.
Además de que la ciudadanía comenzó a identificar al Frente Sandinista como la oposición al régimen de la familia Somoza y a considerar como heroícas las acciones rebeldes frente a la gran fuerza de la Guardia Nacional.
En la década de los años 70, en medio de una fuerte represión el FSLN redujo sus acciones bélicas y se dedicó a la formación de cuadro políticos y empezó a organizarse en escuelas, barrios, fábricas, en las zonas urbanas.
Este periodo, conocido como "acumulación de fuerzas en silencio" duró cuatro años y se rompe en diciembre de 1974, cuando un comando guerrillero dirigido por Eduardo Contreras y Germán Pomares asaltó la casa del político José María "Chema" Castillo, importante personaje del círculo de gobierno de la dictadura somocista.
Esa acción, que se realizó durante un homenaje en honor al embajador estadunidense, Turner B. Shelton, consiguió su objetivo la liberación de 18 sandinistas encarcelados, entre ellos el actual presidente Daniel Ortega.
Tras el asalto a la residencia de Castillo, el FSLN inicia su ofensiva en el país, que cinco años después le lleva a derrocar a la dinastía somocista.
En 1976, surgen discrepancias de orden táctico y organizativo en el seno del FSLN y se divide en tres organizaciones: el FSLN Proletario, el FSLN Guerra Popular Prolongada (GPP) y el FSLN Insurreccional (terceristas).
En noviembre de 1976, la Guardia Nacional asesina al dirigente rebelde Carlos Fonseca en la montañas de Zinica. Fonseca muere en momentos en que trataba de lograr la unidad de las tres tendencias.
A finales de 1977, la ofensiva guerrillera se extiende a las ciudades. Personalidades de oposición en el exilio lanzan el llamado "Manifiesto del Grupo de los Doce" en el que llaman al país a apoyar la lucha contra Somoza.
El 10 enero de 1978, sicarios de la dictadura asesinan en Managua al director del diario local La Prensa, Pedro Joaquín Chamorro, conocido crítico del régimen somocista. Las protestas contra el homicidio se generalizan en varias ciudades del país.
En febrero de ese año, se produjo una insurrección popular en el barrio indígena de Monimbó en Masaya, en el litoral Pacífico, lo que lleva a la situación nicaraguense al plano internacional.
En agosto de 1978, un comando armado, encabezado por Edén Pastora "comandante Cero", toma por asalto el Palacio donde sesionaba el Congreso Nacional en Managua, conocido popularmente como "La Chanchera", reteniendo como rehenes a diputados y senadores.
El espectacular operativo permitió la liberación de presos políticos, incluido Tomás Borge.
Un mes después, la ofensiva militar es generalizada en las ciudades de León, Matagalpa, Estelí, Chinandega y Masaya, dejando muchas víctimas entre la población civil. Miles de simpatizantes se suman a la lucha sandinista.
Estas acciones llevan a a una insurrección generalizada contra la dictadura, mientras que las diferentes tendencias del FSLN comienzan a lograr una nueva unificación.
En marzo de 1979, las tres tendencias del FSLN firman la unidad y se forma "la Dirección Nacional Conjunta" con dirigentes de cada una.
Entre los meses de abril y junio de ese años, inicia la "ofensiva final" en diferentes ciudades del país. La Organización de Estados Americanos (OEA) intenta una fallida mediación.
Tras fracasar en sus intentos de intervenir militarmente en Nicaragua o negociar la integración de una Junta de Gobierno, Estados Unidos pidió la renuncia de Anastasio Somoza, quien abandonó el país el 17 de julio de 1979.
Tras la salida de Somoza, Francisco Urcuyo asume el poder en forma interina para dimitir horas después.
Las fuerzas guerrilleras entran triunfantes a la ciudad de León el 19 de julio y al día siguiente, lo hacen en Managua.
Se instala una Junta de Gobierno de Reconstrucción Nacional, que incorpora a representantes de diferentes sectores de la sociedad nicaragüense, sin embargo, las diferencias sobre cómo hacer valer la hegemonía popular afloraron al poco tiempo.
En medio de los efectos devastadores de un bloqueo económico estadounidense y una guerra con los contrarrevolucionarios –integrados por ex efectivos del gobierno de Somoza y financiados por Washington–, se realizan elecciones en Nicaragua, en las que resulta vencedor Daniel Ortega.
La guerra de agresión llegó a su fin en 1990 y Ortega pierde el poder en la urnas ante la candidata presidencial de la Unión Nacional Opositora –una coalición de partidos de derecha–, Violeta Barrios viuda de Chamorro.
Tras permanecer 16 años fuera del poder, en noviembre de 2006, el líder sandinista vuelve a ganar la Presidencia de Nicaragua en las urnas para un periodo de cuatro años.
De acuerdo con Ortega, su gestión representa la "segunda etapa" de la Revolución Sandinista, ya que busca recuperar los derechos que perdió el pueblo durante las administraciones neoliberales que gobernaron el país entre 1990 y 2007.
"Esta es una revolución de la dignidad, una revolución donde vamos recuperando los derechos que nos quisieron arrebatar en 16 años" de gobiernos liberales, ha señalado Rosario Murillo, coordinadora del Consejo de Comunicación y Ciudadanía
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