Durante cinco siglos hemos satisfecho sus necesidades
Por: Luis Alberto Matos
“La riqueza de los países del Norte tiene raíces históricas muy claras, proviene del robo y el saqueo.”
Eduardo Galeano
Oliver Twist se levantó de la mesa, tomó el plato, atravesó el largo corredor, llegó hasta quien vertía algo menos de un cucharón de sopa como único alimento, y le pidió: “Quiero más”.
Charles Dickens creó aquél niño para denunciar el hambre y la desigualdad; pero quizás su atrevimiento mayor fué decir, a través de los personajes que se asombran ante tal atrevimiento, un concepto aceptado por algunos: sólo un pequeño y escogido grupo tiene el derecho a comer completo y satisfacer plenamente sus necesidades y caprichos: “¡Cómo un simple huérfano, quien no es nadie, se atreve a pedir más!”.
Ha llovido mucho desde 1838 a 2009. Sin embargo, en casi dos siglos, esa situación no ha cambiado tanto como debería corresponder al supuesto adelanto paralelo logrado en saberes, artes y ciencias. Hoy, más de 24.000 personas, en su mayoría niños, mueren de hambre o maltrunición cada día. Y hay bastante más riquezas, a disposición del millar de seres que manejan las finanzas actuales del mundo, que en las arcas de todos los ricos que vivían cuando el gran autor británico escribió su denuncia.
La Organización de las Naciones Unidas recibe ahora el justo reclamo de los países pobres, que conforman la mayoría de sus miembros, solicitándoles “regular el actual sistema financiero y aportar más recursos para los países más desfavorecidos o en desarrollo”.
Llenamos sus arcasPrevio a la sesión de la ONU, el poder económico quiso aparecer, a través de sus redes y medios, como muy perjudicado por la situación.
Leemos “Los millonarios también sufren como consecuencia de la crisis económica; ese exclusivo club mundial perdió un millón y medio de sus miembros en 2008, quedando reducido a 8,6 millones”, “La crisis no sólo se ceba con los pobres y sus condiciones laborales; hay que remontarse cinco años para encontrar una cifra similar”, “La caída de la riqueza personal es abrumadora” y “Hay 4.300 millonarios menos por día en el mundo por la crisis financiera”.
Lo que no dicen es que, como ayuda de los gobiernos de los países dominantes, la industria financiera ha recibido, en los últimos doce meses, diez veces más que todos los países pobres en medio siglo.
Según el Informe de la ONU: “En los últimos 49 años, los países donantes han dado cerca de dos billones de dólares a los países pobres. Sin embargo, en sólo un año, los gobiernos concedieron ayudas por 18 billones para ayudar a bancos y otras instituciones financieras”.
Se les olvidó que nuestras riquezas les han dado el sustento necesario para aprovechar, a plena capacidad, las oportunidades normales del progreso del pensamiento y permitir que sus hombres y mujeres pudieran desarrollar todo su potencial.
Rafael Correa, Presidente de la República del Ecuador, fustigó las políticas económicas internacionales de Estados Unidos, incluyendo al Fondo Monetario Internacional y al Banco Mundial, que, en su opinión, son: “el origen de la crisis financiera y económica que azota a todas las economías del planeta”.
Ban Ki-moon, Secretario de la ONU, al solicitar a los países más industrializados el cumplimiento de sus compromisos en ayudas financieras a los más desfavorecidos, “como los pobres países de África”, enfatizó que “nó es un acto de caridad sino un imperativo de desarrollo”.
Personalmente, me atrevo a ir más allá: es una obligación; es una mínima parte del pago que adeuda el Norte al continente que les dió oro de altos kilates, alimentos de elevado poder nutritivo y la mano de obra más barata de la historia. Sin esos tres elementos ¿habrían podido ganar las dos guerras del pasado siglo?. Estoy seguro que ni siquiera hubieran osado participar en ellas.
Nutrimos a sus pobladoresSegún la Organización para la Agricultura y la Alimentación (FAO) una crisis “creada por gente rica en los países ricos” dejará hambrientos a 100 millones más de personas en todo el mundo. Ahora serán más de un millardo de seres humanos cuya ingesta diaria de nutrientes esté muy por debajo del mínimo.
El ministro de Hacienda de Nicaragua, Alberto Guevara, lamentó que la gran banca haya recibido rescates financieros de “trillones de dólares”, mientras países como el suyo se ven obligados a adoptar duras medidas de ajuste.
Y agregó, con la severidad que el momento exigía: “Actualmente los responsables de la crisis, debido a la irresponsabilidad motivada por la avaricia, están siendo premiados sin ninguna depuración de responsabilidades, mientras las víctimas de la crisis son simplemente daños colaterales”.
Es necesario modificar, radicalmente, el sistema de mercadeo de alimentos a nivel global. Y para ello, se hace imprescindible para todos e ineludible para quienes tienen la responsabilidad, implementar los cambios requeridos en las instituciones financieras, incluyendo por supuesto la banca universal y los seguros, para asegurar la dieta mínima requerida por cada habitante del planeta, independientemente de cualquier otra condición. ¡Debe bastar ser un humano y estar vivo!.
Energizamos sus motoresHéctor Miguel Dada Hirezi, Ministro de Economía de El Salvador, reclamó a los mecanismos financieros internacionales “un contenido solidario” al señalar que “la gravedad de lo que sucede en el mundo en este momento, la poca capacidad de respuesta que los mecanismos han tenido frente a un fenómeno de escala mundial, muestran con claridad la necesidad de un cambio de visión”.
No son suficientes los 1.100 millardos de dólares, ofrecidos en abril por el grupo de las 20 principales economías del mundo (G-20), para abordar las graves consecuencias económicas y sociales de esa crisis que, insistimos, aún no toca fondo ni mucho menos comienza su recuperación.
Todos los valores bajan. Aquellos que suben pudiéramos profundizar su análisis y ver que son meras especulaciones transitorias o sólo ofertas que no hallan suficientes compradores, como el mercado mundial inmobiliario. Sin embargo, hace seis meses el petróleo estaba en 30 dólares el barril. Desde entonces, mientras las materias primas bajaron, el crudo llegó a 70. ¡No hay otra forma de asegurar las reservas energéticas que su propio consumo exige!.
Solucionamos sus crisisLos países en desarrollo exigieron contar con una mayor presencia en la arquitectura financiera internacional, que consideran “dominada por los países ricos causantes de la actual crisis económica global”.
No es de extrañar entonces que ningún jefe de Estado, de las naciones que los parámetros financieros definen como desarrolladas, asistiera a esas sesiones de la ONU. Apenas enviaron delegaciones que fueron catalogadas, por los observadores, como de “mucho menor nivel”.
Miguel D'Escoto, sacerdote, ex-canciller de Nicaragua y Presidente de la 63ª Asamblea General de las Naciones Unidas, precisó que “ni es humano ni es responsable, construir una Arca de Noé para salvar solamente al sistema económico existente”. En su intervención, solicitó un nuevo sistema financiero alejado del actual que fué “impuesto por una irresponsable pero poderosa minoría”, heredera de aquella que puso las reglas, dentro y fuera del orfanatorio donde vivía Oliver Twist.
Rodrigo Malmierca, Ministro de Comercio Exterior y para la Inversión Extranjera de Cuba, calificó de “bochornoso” que el Fondo Monetario Internacional haya sido “la institución designada por los países poderosos para solucionar una crisis creada precisamente por las políticas de ajuste neoliberal y de recorte social de ese mismo organismo”.
Como siempre, ellos esperan que nosotros, los países del Sur, enmendemos sus errores y los ayudemos a progresar. Hace más de medio milenio, nos impusieron esa misión. Sus sondas estelares, vehículos espaciales, avances tecnológicos y hasta el porcentaje de tiempo que dedican al ocio, comprueban que la hemos cumplido. Menos mal que llegó la Revolución. Ahora ya empezamos a pensar en nosotros mismos.
-- RECUADRO --
Preparamos sus profesionalesEn nuestro continente, los descendientes de aquellos incas, mayas y méxicas, que hicieron los calendarios más perfectos de la historia, también pudieron, de haber tenido las mismas oportunidades, haber creado avances en las artes y las ciencias, similares a los de aquellos del Norte de quienes derivamos los conocimientos de hoy.
Incluso, trabajando en conjunto, entre todos han podido elevar más aún el crecimiento humano. ¡Donde estaríamos hoy si la riqueza hubiera sido repartida proporcionalmente sin ser secuestrada por unos cuantos!.
Pues bien, ahora, algunos comentaristas opositores manifiestan estar “preocupados por la fuga de cerebros en Venezuela”. Sostienen que “de cada 100 profesionales criollos que laboran en Norteamérica, 63 cursaron estudios superiores en nuestras Universidades”. Deberían agregar: Universidades del Estado donde se forman excelentes profesionales, sin ningún costo para ellos, a partir de estudiantes que proceden, en alto porcentaje, de planteles privados.
Esos centros superiores de enseñanza disfrutan de costosos presupuestos, cuyos ajustes han sido cuestionados por los mismos medios que ahora aseguran que las razones más frecuentes, para esa emigración de graduados venezolanos, son “inseguridad, malos salarios, dotación insuficiente y conflictos políticos”.
A nuestro tradicional sustento al Norte, agregamos hoy exportación de valiosas neuronas.
jaquematos@cantv.net
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