LOS GRUÑIDOS DEL CAZADOR CAZADO.

LOS GRUÑIDOS DEL CAZADOR CAZADO.
Por: Ricardo Monsalve

Uno de los rasgos que más adecuadamente definen a la burguesía es la hipocresía, ya que de otra manera; es decir, con la verdad; jamás podrían justificar su parasitaria existencia, valga decir sus posesiones, sus aberraciones, ni el origen de sus riquezas, de modo tal que la sociedad por ellos construida, el status-quo burgués,

siempre tratará de encubrir las verdaderas motivaciones y la torva espiritualidad propias de sus miembros, para asumir los actos que, en todos los ordenes, modelan sus vidas, ya que éstas (sus motivaciones), están consustanciadas con lo más perverso del ser humano; estas conductas se revelan; siempre tercas, pugnando por salir del cascaron farsante de la tramoya burguesa en el que se intenta vanamente represarlas u ocultarlas, a este respecto son reveladoras las palabras que Henri Ford, el padre de la explotación en masa, dijo en un arranque de sinceridad a uno de sus secretarios “Sí el mundo supiera cual es el verdadero origen de nuestras riquezas no duraríamos una hora” ¿Qué tal?

La vida pantagruélica de Guillermo Zuloaga no podía estar completa sin darle rienda suelta a sus (bajas) pasiones, las cuales enmascaraba en la “respetable” actividad de cazador, coleccionista de trofeos de indefensos animales muertos por sus regordetas y bien cuidadas manitas, bien protegido por hombres a su mando, escondido y sin nunca arriesgarse demasiado, de lejos, con rifles de alta potencia, dotados con mira telescópica; con lo cual deja sin ninguna oportunidad a la inerme víctima; así cualquiera; es decir, que tal acción, del avieso y bien preparado asesino, de ningún modo es un acto de valentía, antes por el contrario, detrás de ello se esconde un cobarde incapaz de colocarse en las mismas condiciones y enfrentar a la desprevenida bestia. Una cosa es cazar para vivir y otra muy distinta es cazar por placer o por cobardía, el cual es el caso de este icono de la oligarquía criolla.

Guillermo Zuloaga, al ser cazado como vulgar acaparador, sale a farfollar su inocencia, con lo cual no hace sino mostrar facetas ocultas de su personalidad, que son comunes a la gentuza de su clase y coloca la esencia de un tema tan discutido como el sadismo (así como la pedofilia intrínseca de la iglesia católica) en el terreno del debate político, lo saca de lo más íntimo de su ser, de su miseria espiritual al escenario mediático-político, develando contundentemente el verdadero rostro de la burguesía criolla; es decir, están cazados.

Guillermo Zuloaga es uno de los mejores modelos del bandidaje enriquecido del país, viene de una época en que era imposible, o al menos, increíblemente difícil ser o permanecer decente, viene de las cloacas de la Cuarta República de donde provienen todos esos ricachones “intocables” que hoy en día se ensañan contra el pueblo. Ellos no son lo que dicen ser y los revolucionarios tenemos que convencernos que nos enfrentamos a seres brutales y sin escrúpulos a la hora de diseñar nuestras estrategias, ello significa en que no hay dialogo posible con la plutocracia.

Dijo Jose Ortega y Gasset, “La muerte es imprescindible para que exista la cacería", lo que significa que quien mata por placer, no siente remordimiento al cazar, su especialidad es destruir, esta clase no se arrepiente al matar, antes por el contrario sienten orgullo, sino vean el rostro de satisfacción del Zuloaga cuando declaraba acerca de sus trofeos

Un cazador es un sociópata cuyas características de personalidad siguen un patrón de violencia. Una de las particularidades generales del sociópata es un comportamiento impulsivo, aislamiento del entorno, elitismo y discriminación, entre otros. Son gente en busca de emociones fuertes, pero que nunca se arriesgan, que ansían reconocimiento personal a su valentía para ocultar sus innumerables complejos y miedos, no muestran compasión ni arrepentimiento. Esto puede manifestarse a temprana edad, llegando a progresivamente tener impacto en el adulto en la comisión de delitos, pero, para ser justos no todos los sociópatas son delincuentes ni todos los delincuentes son sociópatas, sin embargo, la personalidad de Guillermo Zuloaga encuadra perfectamente dentro de la definición del sociópata incurable típico de la burguesía explotadora.

Sabemos del odio patológico que Guillermo Zuloaga y los suyos le profesan al Presidente y que con estos antecedentes, no dudamos en afirmar que este caballero planea algo muy malo contra su seguridad. Convencido estoy que si un loco es capaz de matar con una sonrisa a un desprevenido animal también es capaz de matar al Presidente. ¿Donde están esos rifles súper potentes de este cazador cazado?


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About Ricardo Abud (Chamosaurio)

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