Viernes, 27 de marzo de 2009
POR LA CONSTRUCCIÓN DE LA NUEVA CONCIENCIA SOCIALISTA (Parte II)
Por: José A. Rangel Álvarez
En la primera parte de este artículo definíamos que la conciencia es el ámbito de la lucha ideológica. Principal reducto de la contrarrevolución. Y si los revolucionarios damos esta batalla en ese campo, no deberíamos tener los objetivos de manera abstracta y espontánea.
Y mucho menos, no tener restricciones en los medios y herramientas necesarios para esta confrontación.
Dentro de la lucha ideológica los revolucionarios tenemos dos frentes específicos de confrontación: por un lado, desenmascarar las constantes patrañas de la contrarrevolución y por el otro, la necesidad de “construir” sobre la vieja conciencia, la conciencia socialista. Ambas tomándolas como una tarea específica, científica y popular. Me refiero a popular, con la incorporación del pueblo en el debate. Me refiero científica, basada en la realidad y los hechos. Y me refiero específica, dándole el rango político y estratégico que merece.
Para lograr esto, podría ser con la institucionalización de la “construcción” de la conciencia socialista, con la creación, por ejemplo, del instituto de la humanidad, Este instituto se dedicaría al estudio del pensamiento y la práctica del ser humano, que contribuya a la formación de la nueva sociedad socialista venezolana y para el mundo. U otra creación, esto es sólo un ejemplo.
Por ahora los círculos de estudios, la creación de folletos populares para la difusión e información de los avances socialista y otros temas, es lo más indicado.
No debemos olvidar, que la conciencia socialista se formará en la medida que la comunicación y la información de todo lo que en la Venezuela socialista se está haciendo, se acerque más al pueblo. Lo involucre, se sienta participe de la creación de la nueva sociedad. Que tengan una visión de unidad nacional y mundial.
En cuanto a la educación formal y académica, se debe incorporar la educación autodidacta como una materia central específica. También el seguimiento vocacional desde temprana edad y durante toda la escolaridad. Así como la educación creativa a todo nivel. Esto permitirá al individuo la reflexión sobre sí mismo y sobre su entorno. Permitirá de parte de él la autocorrección de sus deficiencias, así como de reconocer en sí mismo los valores sociales humanista.
José A. Rangel Álvarez (260309)
jarach16@hotmail.com
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