Miércoles, 25 de febrero de 2009Inconmensurable hambre
Por: Marcos Alfonso.
Mil millones de hambrientos: tal es el pronóstico de la Organización Mundial para la Agricultura y la Alimentación (FAO), de cara a la crisis que vive este revuelto planeta en que habitamos.
Tres son las razones aducidas por el organismo internacional que vaticinan la baja en la producción cerealera mundial: problemas climáticos, conflictos armados e inestables y elevados precios en el mercado de los alimentos, en particular en Occidente.
La crisis financiera y económica de ribetes universales ni siquiera fue mencionada.
A tales y más que suficientes infortunios, se aparea la veleidosa y sofisticada fabricación de los científicamente denominados biocombustibles, engendro hacia el cual se derivan cuantiosas cifras de ciertos tipos de alimentos, entre ellos el maíz, que en vez de llenar estómagos, atiborran tanques de vehículos, por citar solo ese uso.
Informes de la FAO ponen de relieve que desde ya existe "escasez aguda de alimentos" en 32 países del planeta, con particular acento en la Franja de Gaza, tras la agresión israelí contra ese territorio.
En el caso de África Oriental, dicho organismo de Naciones Unidas indicó que 18 millones de personas padecen de tal penuria, convertida ya en flagelo. En el Cono Sur se calculan en casi nueve millones los seres humanos amenazados.
Kenya, Somalia y Zimbabwe, al decir de la FAO, constituyen ejemplos de la desgracia, provocada por la extrema sequía, disturbios locales y la crisis económica. Las proyecciones apuntan que, en las naciones de escasos ingresos, el panorama se vislumbra en extremo nebuloso.
Apenas cinco meses atrás, en septiembre de 2008, el director general de la organización mundial alimentaria de la ONU, Jacques Diouf, había dicho ante el parlamento italiano que el número de hambrientos en la Tierra se estipulaba en 925 millones (casi 100 millones más que en similar período del año precedente).
En ese entonces el directivo aseguró que harían falta 30 mil millones de dólares para encarar ese enorme desafío y poder ofrecer de comer a la gran mayoría de esos individuos que padecen hambre en el mundo.
Desde septiembre hasta acá, es perfectamente deducible que tal suma de dinero -si es que aparece-- deberá ser incrementada aún más en proporción con el galopante aumento de quienes la mayoría de las veces van a la ¿cama? con los estómagos vacíos.
Para Diouf tal cifra es modesta "si se tiene en cuenta que los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), destinan 376 mil millones de dólares en sostener su sector agrícola". A esa cuantía podría agregar lo que tales estados gastan de conjunto en armamentos "y se podría llegar a 1,2 billones", aseguró.
Pronósticos indican que incluso, aunque se mejore la producción de cereal en el orbe, los precios se mantendrán estables en los próximos años y la crisis de alimentos continuará en los países pobres.
La agricultura y la alimentación humana han vuelto al escenario político con el estigma de la desventaja dada la actual coyuntura internacional. Conocedores del tema apenas vislumbran tenues soluciones y sí la inconmensurable hambre, cuya acentuada tendencia en los países del Sur podría extenderse hacia sus opuestos del Norte.
Conocedores del tema apenas vislumbran tenues soluciones y sí la inconmensurable hambre, cuya acentuada tendencia en los países del Sur podría extenderse hacia sus opuestos del Norte.
http://www.argenpress.info/2009/02/inconmensurable-hambre.html
0 comentarios:
Publicar un comentario