Miércoles, 11 de febrero de 2009Chávez acusó a oposición de intentar promover guerra religiosa y los reta a retractarse
Prensa Web YVKE
Refiriéndose a quienes lo acusaron a él y sus partidarios por el ataque a la sinagoga, los acusó de ser "un conjunto de irresponsables", y resaltó que ya está comprobado que el ataque fue realizado por una mafia hamponil. Invitó a los políticos a ser más serios, ya que no se trata de gente de a pie. Si pretenden gobernar nuevamente Venezuela, deberían tener algo de vergüenza y desdecirse de sus declaraciones.
El presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Hugo Chávez, en cadena nacional, denunció que un grupo de líderes opositores quienes le acusaron a él, a su gobierno y a sus partidarios de haber atacado la sinagoga de Maripérez el pasado 31 de enero, estaban intentando promover una guerra religiosa y mediática, y los retó a retractarse de sus acusaciones, que emitieron apenas horas después de ocurrir los hechos.
Mostró el video donde los líderes de la oposición, apenas se sucedieron los hechos violentos en la sinagoga de Maripérez, salieron sin ninguna prueba a acusar al Gobierno Nacional de ser el instigador de los hechos y señalaron que no confiaban en una rápida respuesta de las investigaciones, pese a que en ese momento apenas se iniciaban las investigaciones que recientemente han demostrado precisamente lo contrario.
También criticó a los editores de periódicos que a su vez son dirigentes políticos, que de inmediato salieron acusando a los socialistas. Los retó a que se retracten, llamándolos a que vayan nuevamente a la sinagoga para opinar sobre los resultados de la investigación. Pidió que construyan un liderazgo serio, ya que no tienen discurso ni proyecto y están subordinados a los intereses imperialistas.
Chávez también llamó a que se retracten algunos medios de comunicación internacionales y algunos de los representantes de la comunidad judía en Venezuela, aquellos que también acusaron al Gobierno sin pruebas.
Guerra religiosa y mediática
No sólo los llamo a retractarse, también los responsabilizó de la guerra religiosa mediática que han desatado y que con ello pretenden embarrar la hospitalidad y la postura flexible, no sólo del gobierno, sino de todo el pueblo venezolano hacia las distintas corrientes religiosas. "Me consta que nuestro pueblo respeta y le da carácter sagrado, a todos los cultos, como María Lionza, el culto católico y apostólico, la evangélica", agregó el Presidente.
Igualmente, defendió a Hindu Anderi, periodista queha sido acusada por algunos líderes de la comunidad judía de ser antisemita e instigar el ataque a la sinagoga.
"Los medios privados de comunicación y lideres opositores pretenden desatar una guerra religiosa en el país".
Al contrario de lo que decían los sectores adversarios, el mandatario señaló que el hecho violento -de acuerdo con las investigaciones de los organismos competentes- apunta al móvil del robo, con el que se ha logrado aprehender a un grupo de personas, entre ellas funcionarios policiales y civiles relacionados con el templo, como el vigilante interno y un ex escolta del Rabino del templo.
Oposición tiene planes de violencia
Chávez denunció que la oposición radical planea no reconocer los resultados del referendo si no les son favorables. Indicó que los factores aliados al gobierno reconocerán los resultados sin importar cuales sean, y retó a la oposición a hacer el mismo ofrecimiento. Sin embargo, cree que no lo harán, pues planean ejecutar el plan "Jaque al Rey", que aparentemente fue acordado en el pacto de Puerto Rico.
Aprovechó para felicitar al ministro de Relaciones Interiores y Justicia, Tareck El Aissami, y a todos los investigadores por los excelentes resultados en el caso.
Rechazó nuevamente la violencia que instigan algunos miembros del grupo de trabajo La Piedrita, refiriéndose tácitamente a Valentín Santana, y denunció claramente que el grupo está siendo infiltrado por la CIA, y comparó sus acciones con las de elementos de la ultraizquierda en la Chile de Salvador Allende, que permitieron a Augusto Pinochet justificar el golpe de Estado contra el gobierno de izquierda en 1973.
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