DEBAJO DEL HIGUERON

Jueves, 27 de noviembre de 2008
DEBAJO DEL HIGUERON
Por: Ricardo Rosa-Brussin

En vista de que nos encontramos en un proceso de profunda revisión, a raíz de los resultados de las recientes elecciones, creo que este es el momento idóneo para comenzar a señalar todo lo que significa la pérdida del municipio Sucre de Caracas para las fuerzas políticas aliadas al gobierno del presidente Chavez.

Pero antes de entrar en ese terreno, por supuesto que no podemos dejar pasar las causas de esta “sensible pérdida”.

Si observamos la distribución socioeconómica del municipio Sucre rápidamente podemos concluir que el gran reto de cualquier gestión en dicho municipio sería entrarle a los cientos de problemas que tienen las barriadas de Petare, pues el resto del mismo son urbanizaciones que, con detalles más detalles menos, están consolidadas desde hace varias décadas. Siguiendo esta lógica no es difícil concluir que el alcalde saliente de este municipio, alias Pepe, no solo hizo poco o nada por los barrios de Petare sino que lo medianamente organizado que había en dicho municipio lo anarquizó y hasta lo abandonó durante los años que duró su pésima gestión, y para muestra solo basta darse una vuelta por el Marquez, Boleita, la California Norte, Los Ruices, Dos caminos, etc.

Ahora bien, ¿de donde sale este personaje que antes de su arribo al cargo de Alcalde nunca se le había oído discurso político alguno?, tampoco se le conocía trayectoria como gerente en alguna empresa pública o privada, y mucho menos se le había visto, ni por error, haciendo trabajo social en algún punto de su vida. Su currículo simplemente se reducía a una palabra: contratista.

Sin rebusques hay que decir que a este as bajo la manga lo puso una escueta palmadita en el hombro y un “tranquilo que el tuyo va” . Que lástima que en aquella oportunidad todavía no se habían planteado las primarias en las filas patriotas. En consecuencia, el problema no es si lo hubiese hecho un poco mejor o si se le acabó el periodo y ya se va sino que la onda expansiva de su deprimente gestión trajo como desenlace que se le partieran las cuatro patas al proceso de cambios en la región capital.

La primera, consecuencia obvia, es que el municipio Sucre perdió a un gerente comprometido con los sectores populares y con el potencial para entrarle a muchos problemas como lo es Yessie Chacon. La segunda es que luego de la inclinación de la balanza hacia la oposición en este municipio, la ultraderecha más recalcitrante, es decir sionistas, opusos y otras especies, tomaron el mando de la Gobernación del estado Miranda, cuestión que termina de apadrinar a los sectores opositores en todo el estado. Tercero, pasa a las duchas, por decirlo de alguna manera, un líder político y un emprendedor incansable de la envergadura de Aristóbulo Isturiz, y pierde este la oportunidad, junto a Jorge Rodríguez, de borrar la impresión de que por aquí pasó un tipo llamado Bernal. Y cuarto, la mayor de todas las tragedias juntas para Caracas: volvieron los adecos al poder y con nada menos que el gran adulador de CAP, el sin par de Ledezma. Esto último, siendo justo con la historia, no solo tiene su origen en Sucre sino que es el coletazo de la patética imagen que dejó en el pueblo de Caracas el financista de El Nacional, el incomprendido Barreto.

Se entiende que siempre hay que buscar lealtades y gente cercana, al menos en lo ideológico, para jugar a la política, pero sacar de un encuentro a la sombra de un higuerón a un pichón como “el contratista” ha sido sin duda alguna uno de los errores más caros que el chavismo jamás haya pagado, después del tobo de reformas que nos pusieron a refrendar como si los venezolanos no supiéramos diferenciar entre una tusa y un higo.

Ricardo Rosa-Brussin

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