UNA CARTA DE AMOR.
Por Mario Forti
¡Oh amor! Que difícil es darle pan al pobre salud al enfermo y calor a quien tiene frío hoy aquí en el mundo. Nadie quiere ser, todos quieren tener. La máquina infernal capitalista ha inflamado el ego a los menos y se les ha subido a la cabeza, bien alto.
¡Oh amor! Qué lamentable situación vivimos hoy los hombres en este mundo oscurecido por el egoísmo. Estoy cansado de gritarles a la cara que ¡ya basta! Y siguen matando la más profunda inocencia de la humanidad con la excusa del Dios Mercado.
¡Oh amor! Ya casi no tengo fuerzas para alcanzarte sin llevar conmigo la carga pesada de esta gran noche oscura que sólo quiere matarte en nombre de la “libertad” y la “democracia”. Todos siguen el curso de las nuevas iglesias: los centros comerciales.
¡Oh amor! ¿No ves que me duerme la melancolía de la mayor cantidad de niños frente al paredón vista jamás y nunca? Ejércitos de ellos llevan al pozo las máquinas que envenenan para producir dinero. 14400 por hora es la dieta del animal más siniestro.
¡Oh amor! Y me vienen con el cuento de los nacionalismos: los niños muertos no tienen bandera, son niños de la Tierra tragados por la gran máquina deseante: El Gran Capital. Y los ejércitos mercenarios sólo defienden al rico que teme al holocausto: ¡socialismo!
¡Oh amor! Se que moriré con ellos, y viviré dentro del grito de millones buscando la justicia y la paz y la libertad. Sólo te pido no creas las mentiras de la privada televisión. Una ciudad de 345 600 niños devorada diariamente por los ricos que vienen por más.
¡Oh amor! No lo soporto, y no tengo dónde ir, en todos los lugares encuentro la misma mirada de desesperación de niños inocentes. Un estado de 2419200 niños mueren en la boca de este Leviatán cada semana. Y la prensa sólo habla del interés y el consumo.
¡Oh amor! Hace más de dos milenios que Dios se hizo pobre y flota sobre las aguas del universo humano sin alma donde un país de 9676800 niños es masacrado, sacrificado, y puestos en el altar del Anticristo cada mes. Y aumenta la apatía mundial no la fe.
¡Oh amor! ¿Cómo haré para resistir aquí y ahora cuando un continente de 116121600 niños son asesinados cada año por los que no creen en el amor y desprecian mi marginalidad? Sólo ellos viven en democracia, nosotros morimos bajo el yugo del rico.
¡Oh amor! No dejo de pensar que cuatro Venezuelas repletas de niños mueren al año para satisfacer el lujo insaciable de los más pocos. Y no bastan los discursos revolucionarios para mitigar la sed de justicia social.
No hay más tiempo que perder: ¡Hagamos la revolución social mundial y eterna ahora!
¡Patria Socialismo o Muerte!
¡Venceremos!
¡Viva Chávez!
Mforti9@cantv.net
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