Estados Unidos desvela planes para abrir una “sección de intereses” en Teherán

Estados Unidos desvela planes para abrir una “sección de intereses” en Teherán
Andrei Fediashin.
RIA Novosti.

En los casi ocho años de mandato, el presidente de Estados Unidos, George W. Bush en muchas ocasiones dijo que su gobierno nunca se sentaría en la mesa de las negociaciones con Irán mientras que el país persa siga desarrollando su programa nacional para enriquecer uranio.

Pero a medio año de que concluya su período, Bush envió a Suiza a un diplomático de alto rango del Departamento de Estado para que participe en una reunión en la que asistirá un funcionario clave de la cúpula dirigente iraní.

El diplomático estadounidense es el subsecretario de Estado, William Burns que viajo a Ginebra donde el 19 de julio comenzará un encuentro con representantes del "Sexteto" (EEUU, Inglaterra, Francia, China Rusia y Alemania), el Alto Comisario de Política Exterior de la Unión Europea Javier Solana y el Secretario del Consejo Supremo de Seguridad Nacional de Irán Said Jalili.

No se trata de un hecho sin precedentes, porque en anteriores ocasiones embajadores estadounidenses ya habían participado en reuniones del Sexteto con funcionarios iraníes.

En comparación con otras reuniones similares, la particularidad de la presente cita radica en que esta vez EEUU ha elevado considerablemente el rango de su representante.

La agenda de la reunión de Ginebra tiene un solo tema, a nombre de Irán, Jalili debe dar una respuesta concreta a las últimas propuestas hechas por el Sexteto para solucionar el contencioso en torno al programa nuclear del estado persa.

Según expertos, en este encuentro también se sondearán los planes de la Casa Blanca de abrir en Teherán una "sección de intereses" en la embajada de Suiza en la capital iraní.

Esto no significa el restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre EEUU e Irán, pero si un hecho notable si se tiene en cuenta la postura del gobierno norteamericano hacia el gobierno iraní.

Ambos países rompieron relaciones diplomáticas tras la revolución islámica de 1979 en Irán, que derrocó al Sha Reza Pahlevi, aliado incondicional de EEUU. Las relaciones empeoraron aún mas por la crisis de los rehenes, ocurrida poco después del triunfo de la revolución, cuando un grupo de estudiantes radicales iraníes ocupó la embajada de EEUU en Teherán y retuvo a 52 de sus ocupantes hasta enero de 1981.

Con respecto a la cita de Ginebra, Washington ya advirtió que no se trata de un viraje de su política hacia Irán, pero algunos expertos opinan que al menos se perfila una pausa a la confrontación y nuevo impulso al dialogo.

Sobre todo si se tiene en cuenta que Burns, que hasta el pasado mes de mayo era en embajador de EEUU en Rusia, fue nombrado secretario adjunto, que en la jerarquía estadounidense, lo que lo convierte en el tercer funcionario más importante del Departamento de Estado.

Cuesta creer que Burns viajó a Ginebra únicamente para escuchar la respuesta iraní a la propuesta del Sexteto. Por lo visto, EEUU busca formas que faciliten probables contactos y consultas directas entre Washington y Teherán.

En cuanto a la propuesta del Sexteto, a Teherán se le propuso congelar su programa de enriquecimiento de uranio y en cambio recibirá combustible para sus centrales nucleares, asistencia tecnológica para desarrollar su energía a nuclear, ayuda económica e inversiones.

De paso se congelarán todos los pasos encaminados a la imposición de nuevas sanciones contra Irán, de forma que existe un clima favorable a la apertura de negociaciones para una solución global al contencioso nuclear.

Es importante resaltar que la reunión de Ginebra también es positiva para Irán porque desde hace tiempo el gobierno de ese país insistía en conversaciones directas con Washington.

Probablemente para justificar la falta de resultados, los iraníes más de una vez destacaron escollos con algunos de los mediadores, en alusión a Londres, Paris y Bonn, tildados por Teherán "apéndices de EEUU".

Un comentario injusto, ya que Inglaterra Francia y Alemania desde hace tiempo han tratado de convencer a Bush de que la participación directa de Washington es clave para que avancen las conversaciones con Teherán.

Lo que pasa es que Europa ya está cansada de la terquedad demostrada por EEUU en momentos cuando es necesario hacer algo. Especialmente para detener de alguna forma la creciente subida de los precios del petróleo y calmar el ambiente en la región que está al rojo vivo.

Sobre todo el nerviosismo de Israel. En varias ocasiones Tel Aviv ha advertido muy en serio que no piensa esperar a que Irán acondicione sus centrifugadoras

hasta obtener material fisible en el porcentaje adecuado para la fabricación de armas nucleares, y como medida preventiva, bombardeará las instalaciones nucleares iraníes de Natanz, Isfahán y Arak.

Es de suponer que no fue sencillo para el presidente norteamericano cambiar su actitud con respecto a Irán, y probablemente mucho más complejo apoyar la idea de abrir una sección de intereses en una de las capitales del "Eje del mal".

Queda por suponer cual será la respuesta de Irán a los planes de EEUU. Si Teherán responde "no", Washington tendrá las manos libres para profundizar aun más la confrontación.

EEUU puede bloquear todas las transacciones financieras de los bancos iraníes, incluso las tramitadas por intermediarios a su nombre, prohibir cualquier tipo de inversiones en la economía iraní y lo más grave, bloquear el cumplimiento de las pólizas de las empresas extranjeras que aseguren los barcos que transporten mercancías iraníes. Esta claro que los primeros afectados serán los barcos petroleros con crudo iraní que sin seguro, no podrán anclar en ningún puerto del mundo.

La importancia de la "sección de intereses" estadounidense en Teherán es simbólica, en realidad, es una medida que obedece a razones prácticas.

La sección en Teherán funcionará en forma similar a la sección estadounidense de la Habana, que desde 1977 opera en el territorio de la embajada de Suiza en la capital cubana. Este es el único mecanismo de representación tras la ruptura de las relaciones diplomáticas entre EEUU y Cuba en 1961.

Para el país promotor las secciones de intereses formalmente operan como legaciones diplomáticas, pero para el país receptor, son entidades subordinadas que forman parte de las embajadas que las alberga.

Es evidente que los estadounidenses en Teherán actuarán independientemente sin prestar mucha atención a sus protectores suizos. El Departamento de Estado, la CIA y otras entidades frecuentemente se han quejado de la información que reciben de sus aliados especialmente los británicos sobre lo que pasa en Irán.

Estas organizaciones sospechan que los colegas británicos no comparten con ellos toda la información que tienen sobre Irán.

Desde el punto de vista de la reciprocidad, la sección de intereses de EEUU en Teherán pondrá fin a una situación de desventaja, porque desde hace varios años, Irán cuenta con su sección de intereses en Washington aprovechando el territorio de la embajada de Pakistán.


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About Ricardo Abud (Chamosaurio)

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