Che: Su visión de la biotecnología
La Habana, 26 may (PL) Los esfuerzos realizados por la Revolución cubana desde 1959 para impulsar las ciencias forman parte de una estrategia trazada por sus principales líderes para alcanzar el progreso nacional en todos los órdenes.
En 1964, en una reunión sobre las líneas de trabajo del Instituto Cubano de Investigaciones de los Derivados de la Caña de Azúcar (ICIDCA), el Comandante Ernesto Che Guevara expuso una concepción clara de lo que hoy es la biotecnología.
Desde que asumió el cargo de ministro de Industrias, en 1961, el Che acarició la idea de crear varios centros de investigaciones y, en especial, el que se dedicaría al desarrollo de los derivados de la caña de azúcar, destaca un reciente informe del ICIDCA.
Este fue divulgado en ocasión del 23 de mayo, fecha en que se recordó el aniversario 45 de la fundación de ese centro, por Che Guevara, para establecer la correspondiente base científico-técnica a fin de materializar ese objetivo.
Así, el destacado revolucionario puso hincapié en las líneas perspectivas del naciente centro y mostró una percepción clara de la importancia de lo que hoy llamaríamos segunda generación de biotecnologías.
El futuro del ICIDCA –dijo- está en el énfasis cada vez más creciente de los procesos de fermentaciones que puedan permitir al Instituto tener una tecnología avanzada en ese aspecto.
Hoy, los avances de esa y otras entidades relacionadas con esas técnicas constituyen una materialización de aquella idea señalada por el Che.
"Debemos prepararnos -sugirió entonces- para desarrollar tecnologías que nazcan de las condiciones de nuestro suelo, de nuestra materia prima, de nuestro ambiente cultural y de nuestro desarrollo actual para dar al mercado cubano y al mundial los productos de nuestro suelo hasta el máximo permitido por la técnica".
Che Guevara no sólo anticipó algunas de las manifestaciones actuales de la Biotecnología, sino que vislumbró la trascendencia que tendrían los derivados de la caña, al decir que con el correr del tiempo, estos serían tan importantes como el azúcar.
Al conocer de las características y potencialidades de esa gramínea, el destacado revolucionario percibió que se podían desarrollar a partir de ésta un número importante de productos de gran valor, que permitirían no depender sólo del azúcar.
En estos nueve lustros -subraya el informe- el ICIDCA ha recorrido variados momentos en su misión de contribuir al desarrollo de la diversificación de la agroindustria.
Aportó en ese lapso resultados científicos novedosos, efectuó transferencia de conocimientos a la producción, condujo inversiones productivas, diseñó estrategias de desarrollo, modelos informáticos, todo ello mediante la consagración de sus trabajadores.
La caña es un alimento energético por excelencia, como azúcar en el consumo directo de los humanos, o en los animales a través de los subproductos que pueden transformarse en alimentos energéticos y proteicos.
Mediante la biotecnología y a partir de subproductos se logra un número importante de nutrientes o suplementos para la alimentación animal, que complementan las exigencias de los sistemas alimentarios más utilizados.
La mayoría de estos alimentos y suplementos cuentan con tecnologías desarrolladas por el ICIDCA y están disponibles para su implementación.
Otros desarrollos de ese centro vinculados con los alimentos tienen que ver con productos para la agricultura como estimulantes, suplementos, bioproductos que favorecen los cultivos.
ale/rs
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