Moscú, PL, para RIA Novosti. Odalys Buscarón Ochoa.
Las elecciones parlamentarias anticipadas en Georgia podrían ser hoy la última oportunidad política del presidente, Mijail Saakashvili, y el preludio de masivas protestas de la oposición en caso de un fraude.
Al parecer, estos comicios precipitados por el forcejeo de los opositores para un cambio político en el país, resultan cruciales a Saakashvili en su intención de afincar en el poder al partido gobernante Movimiento Unido Nacional.
La permanencia del Jefe de Estado, criticado por una abrumadora mayoría de la población debido a su política económica y social, estuvo en peligro tras las multitudinarias manifestaciones de noviembre pasado.
Así todo Saakashvili se impuso en las consultas presidenciales del 5 de enero, según la oposición, con presiones sobre la comisión electoral para alterar los resultados que no admiten los sectores contestatarios.
De acuerdo con estudios de opinión, el conservador Movimiento Unido Nacional lleva ventaja en las intenciones de voto con vistas a la configuración de un parlamento con absoluto dominio del oficialismo.
Analistas atribuyen tal superioridad a los colosales recursos administrativos con que cuenta la agrupación pro-presidencialista.
Consideran, por otra parte, que el mandatario supo librarse prácticamente de toda la oposición al interior del partido, en alusión a la ex titular del parlamento Ninó Burdzhanadze, a quien la prensa da como favorita de Occidente "para sustituir a Saakashvili".
La otra piedra en el zapato, según expertos, es el ex ministro de Defensa y opositor declarado Iraklia Okruashvili con refugio político en Francia.
Sin duda, el gobernante apela como recurso electoral a las fricciones con Rusia y al diferendo en dos frentes -Abjasia y Osetia del Sur- al esgrimir una supuesta defensa de la integridad territorial del país.
En el terreno opositor, los comicios generan una avalancha de suspicacias ante un virtual fraude electoral en las segundas consultas de este año provocado por la intromisión de Saakashvili en la labor de los colegios, según afirman dirigentes políticos.
La candidata a diputada por el partido Republicano, Tina Khidasheli, consideró que el clima en el país dependerá de la decisión del gobernante.
El asunto es, dijo, que el Movimiento Unido Nacional no podría ganar la mayoría de los mandatos limpia y honestamente, lo cual le hace falta.
Advirtió, empero, que de ocurrir falsificaciones de las boletas se desatará una ola de protestas a nivel nacional a pocas horas del cierre de las urnas.
Coincidió con el criterio el politólogo georgiano, Soso Tsiskarishvili al asegurar que Saakashvili podría utilizar el mismo escenario que el 5 de enero último.
Otro de los aspirantes por el Frente Unido opositor, Gogui Khaindrava, opinó que estas elecciones debían ser las últimas para el equipo del Presidente, a quien llamó a retirarse a su casa y preparar su defensa ante un tribunal y la sociedad entera.
Según los cambios promovidos por el oficialismo, el nuevo parlamento contará con 150 escaños de diputados (y no 175 como antes), en disputa hoy por nueve partidos y tres bloques electorales.
Como escenario probable en caso de ganar el Movimiento Unido Nacional, Saakashvili tendrá a sus pies un legislativo leal para llevar a cabo los anhelados cambios en la Constitución que le permitan retornar al poder en 2013 como primer ministro.
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