David R. Malavé B
Mientras realizaba la lectura de un artículo publicado el sábado 17 por BBC Mundo titulado “El saqueo silencioso” se me vinieron a la mente los $500 mil dólares que una fundación norteamericana patrocinada por la Exxon Mobil le entregara al “playgirl” Yon Goicoechea.
Automáticamente, sin tener nada premeditado en contra de este joven, saqué como conclusión que le dieron a cambio de su fiel y emocionada adhesión unas pocas monedas manchadas de dolor y miseria humana. Me es difícil aceptar que se trata de un acto propio de la ingenuidad de quién ha sido formado en una universidad católica donde su rector se da sonados golpes de pecho por la defensa de los derechos humanos. El origen de estas monedas no tiene ninguna diferencia con las monedas que provienen del narcotráfico, del vicariato, paramilitarismo y de los odiosos secuestros de personas inocentes que se cometen a diario en todo el mundo.
Por si acaso hay dudas, este artículo es parte de un informe publicado por una organización cristiana británica. No se trata de las reflexiones periódicas del compañero Fidel aunque no dudo que él también pueda hacerlas en su momento en la dirección de profundizar sobre su contenido.
Volviendo al tema, estas monedas que recibió Goicoechea provienen de la manipulación de las ganancias para evadir impuestos que realizan empresas como la Exxon, Shell y British Petroleum con la explotación de los recursos mineros de los llamados países “en vías de desarrollo”. Estas empresas evaden más de 160 millones de dólares al año que no pueden utilizar los países pobres “para un crecimiento sostenible e independiente”. Señala el informe que con un cuarto de esos recursos “se podrían financiar 8 objetivos del desarrollo del milenio”. Evitar entre el año 2000 y el 2015 “la muerte de casi 6 millones de niños en todo el mundo”.
Al aceptar este supuesto “premio” el joven Yon no solo fue empujado premeditadamente y con alevosía al “auto suicidio”, sino que se ha convertido en un peón más de esta inmensa red de empresas transnacionales que no le importa a que costo de vidas humanas, sobre todo de niños y niñas inocentes, mantienen sus grandes ganancias y el poder político sobre gobiernos títeres como son sin ninguna duda los de Colombia, Chile y Perú. Afortunadamente para AL los gobiernos cómplices con el capitalismo salvaje pueden contarse hoy con los dedos de una sola mano.
Estas pocas monedas contaminadas de dolor y sufrimiento nos recuerdan el triste episodio de la traición a Jesús. Son monedas que queman hasta el espíritu. Ya no importa lo que Yon haga con ellas. Algún día y en algún momento, más temprano que tarde, sentirá los efectos del grave error que cometió. Tendrá que rendirles cuentas a los jóvenes que ingenuamente confiaron en él.
El caso de este playgirl es un contraejemplo para la juventud venezolana que quiere cambios verdaderos. No es ni será el único. Sobrarán las tentaciones para comprar conciencias e intentar capitalizar las extraordinarias energías juveniles. Afortunadamente tenemos en AL verdaderos ejemplos a seguir de presidentes jóvenes como Rafael Correa y Evo Morales que junto al compañero Presidente Hugo Chávez no tienen precio y están dispuestos a dar todo por su país.
davidrmalaveb@yahoo.es
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